Si la lista de la compra se te ha ido de las manos y no puedes comer todo lo que has metido en el carro antes de que se estropee, utiliza el congelador. Hay muchos alimentos que puedes congelar además de carnes, verduras y pescados

Reducir el desperdicio de comida suena sencillo: planificar los menús, comprar solo lo que vayas a necesitar y calcular bien las cantidades. Mientras que la teoría parece fácil, mucha gente todavía lucha por evitar malgastar dinero en alimentos que, al final, nunca se comen. Ahí es donde tu congelador puede ser de gran ayuda. Es rápido, fácil y efectivo, además de que no sacrifica la calidad o el sabor de los alimentos. Eso sí, es importante tener en cuenta una serie de cuestiones para hacerlo correctamente.

Seguro que ya sabes que productos como el pan, vegetales o pescados y carnes se llevan a las mil maravillas con este electrodoméstico. Pero, ¿sabías que hay otros muchos alimentos que también son aptos para congelar? Toma nota y saca el máximo partido a tu congelador para evitar el desperdicio de alimentos.

Huevos

¿Cuántas veces has acumulado más huevos de los que eres capaz de consumir? ¿Cuántas decenas has tirado a la basura a lo largo de los años? Igual nunca lo habías pensado, pero sí, estos alimentos también se pueden congelar. La clave está en no hacerlo jamás enteros y con su cáscara. Lo mejor es separar las yemas de las claras. Una vez dividida, puedes congelar la clara directamente. Sin embargo, la yema es preferible batirla para evitar que se endurezca. Guárdalos en recipientes de cristal herméticos y estarán listos para usar cuando los necesites.

Aguacate

¿Has probado alguna vez a congelar este delicioso superalimento? Es la mejor opción para no tener que tirar esa mitad que muchas veces queda perdida en la nevera después de preparar una ensalada o cualquier otra receta. Separa la parte que te haya sobrado de la piel, quítale el hueso, colócalo en una bolsa hermética y ¡al congelador! Aunque al descongelarlo cambiará ligeramente su textura, es un método muy útil si queremos preparar el famoso guacamole o un delicioso tartar para servir como entrante y disfrutar de un primer plato ligero y nutritivo.

Frutos secos

Congelar productos como las nueces es una gran manera de mantener estos alimentos frescos y llenos de sabor. También es una buena forma de evitar el desperdicio cuando están cerca de su fecha de caducidad pues, aunque duran mucho tiempo, su alto contenido en grasa y una temperatura elevada pueden acelerar el proceso de deterioro. Así que si quieres conservarlos el mayor tiempo posible, mételos en una bolsa con cierre y hazles un hueco en tu congelador.

Frutas

Frutos rojos, mango, papaya, plátano… Todas estas frutas pueden conservarse en el congelador, no hay problema. Las de pequeño tamaño pueden congelarse tras un previo y rápido lavado, escurriendo bien el agua. Por otro lado, aquellas de mayor tamaño -como el plátano- es preferible trocearlas previamente. Es cierto que algunas pueden perder consistencia tras este proceso, pero estarán perfectas para conseguir refrescantes batidos, helados o cremosos smoothies como este de plátano y brócoli.

Jengibre

Este ingrediente se utiliza normalmente en pequeñas cantidades para cocinar, pero el problema es que las raíces siempre son grandes ¿Quién no ha tirado alguna vez restos de jengibre secos y estropeados que llevaban mucho tiempo en la nevera? Con esta técnica podremos mantenerlo fresco durante más tiempo, porque nunca viene mal tener un poco de jengibre a mano para aderezar nuestros platos. Bastará con sacarlo del congelador, rallar la cantidad necesaria y de vuelta al congelador.

Setas

Para congelar correctamente estos hongos es preciso cocinarlos o cocerlos levemente primero. Cuando las setas se hayan enfriado, congélalas con un poco de su propio jugo para que mantengan su sabor. Antes de usarlas, mantenlas previamente 24 horas en la nevera y estarán listas para preparar recetas como esta lubina braseada con guiso de setas.

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