Continuamos con una nueva entrega de productos a los que deberías abrir las puertas de casa de par en par

Sigue haciendo hueco en tu despensa y en tu nevera porque hoy traemos una nueva remesa de productos saludables con los que deberías convivir en tu hogar para dar forma a dieta equilibrada y llena de propiedades nutricionales. Si hace unas semanas te hablábamos de las bondades del aceite de oliva, el tomate, el yogur, el plátano y el pavo, en esta ocasión nos centraremos en verduras y hortalizas como el ajo, el brócoli y el pimiento; pescados como las sardinas o leguminosas como el garbanzo.

Os proponemos una selección de recetas en las que se combinan varios de estos ingredientes y que son un auténtico festival de sabores y nutrientes. ¡Todos a la mesa!

Ajo

Ojo con el ajo; y no en el mal sentido de la palabra. Lo decimos porque tiene tanto potencial que a veces no se le da el valor que se merece. Perteneciente a la familia de las liliáceas, no destaca precisamente por su gran aporte nutricional, lo cual no quiere decir que no sea un gran aliado en las dietas saludables. Tiene un bajo contenido calórico y, entre sus micronutrientes, destaca el zinc, el fósforo, el hierro y el calcio y, entre sus vitaminas, la B6 y la C. También tiene propiedades antioxidantes que se acentúan más en el caso del ajo negro. Además, el consumo de ajo se relaciona de forma beneficiosa con pacientes con hipertensión, colesterol o diabetes. ¿Has probado a machacarlo y convertirlo en un delicioso paté? El que te proponemos hoy es de brócoli y ajo negro, ¡una delicia saludable!

Brócoli

El brócoli, con fama de aburrido, es muy versátil a la hora de cocinarlo. ¿Qué nos aporta? Minerales como magnesio, hierro, zinc, cromo, cobre, potasio, calcio y fósforo, pero también es fuente de colágeno y antioxidantes, lo que ayuda a combatir los signos de la edad. Además, tiene componentes que ayuda a reducir riesgos en la visión como puede ser la degeneración macular. Una de las recetas que nos ha enamorado con este vegetal es un salteado de brócoli con garbanzos y salsa picante de cacahuete.

Garbanzo

El garbanzo pertenece a la familia de las leguminosas y su aporte nutricional es muy llamativo. Tiene alto contenido en hidratos de carbono, en grasas saludables y mucho más valor energético que unas alubias. Su aporte de colesterol es prácticamente inexistente y es notable a nivel proteico. Eso sí, los aminoácidos que contiene son escasos, de ahí que siempre se combine el garbanzo con productos cárnicos o cereales para compensar.

Pimiento

Las vitaminas del pimiento son una de sus mayores características, especialmente la C -en concreto, en el pimiento rojo- y la A, esencial en la visión y el buen funcionamiento del sistema inmune. También puede presumir de carotenos, pigmento de alto valor antioxidante. El pimiento pega con casi todo y acompaña platos de cuchara, principales e incluso bocadillos como esta chapata mediterránea de sardinas con tomate, pimiento verde y patata confitada.

Sardina

Y como la receta anterior lleva sardinas como ingrediente destacada, no podemos dejar pasar la oportunidad de contarte sus bondades y por qué deberían estar siempre a mano en casa. Y más en una receta tan llamativa como este tartar de sardinillas y aguacate con yema curada en soja: pocos ingredientes para un gran sabor. La sardina es un pescado graso que destaca por su alto aporte en omega 3. Tiene un importante aporte calórico pero también proteico y sus ácidos grasos tienen beneficios a nivel cardiológico y antiinflamatorio y ayudan a la hora de sobrellevar enfermedades como son, por ejemplo, la artritis reumatoide.

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