UN PROYECTO DE ALIMERKA

Pensar todo el día en comida, tener problemas de concentración o sentir inquietud significa que tu cuerpo intenta comunicarte algo

Cuando sentimos hambre nuestro cuerpo nos alerta de que necesita sustento. Este aviso es fundamental para mantener un equilibrio adecuado en nuestro metabolismo. El cuerpo humano está diseñado para enviar señales de hambre a través de distintos procesos, que actúan para mantener a nuestro cuerpo alimentado y funcionando correctamente. Escuchar a nuestro cuerpo y satisfacer sus necesidades nutricionales es fundamental para mantener una buena salud a largo plazo.

La grelina, también conocida como la hormona del hambre, juega un papel importante en esta función. Esta hormona se produce principalmente en el estómago y se libera cuando está vacío, y a su vez activa el área del cerebro que controla el apetito. A medida que comemos y el estómago se llena, la liberación de grelina disminuye y nos iremos sintiendo saciados. Otra hormona que resulta crucial es la leptina, opuesta a la grelina, que nos avisa de cuando estamos saciados y ya hemos alcanzado un buen nivel de energía.

Algunos de los indicios de hambre más evidentes son la sensación de tener el estómago vacío y el aumento de los rugidos en la tripa, pero también podemos tener sensación de debilidad o fatiga, dolores de cabeza, irritabilidad, problemas de concentración, mareos y temblores. Estas señales tienen un rol fundamental en nuestra salud nutricional.

Muchas veces hacemos caso omiso a nuestro cuerpo y nos dejamos llevar por antojos o factores psicológicos, dejando a un lado lo que realmente necesitamos. Además, hay personas más predispuestas a ello, ya sea por ansiedad, estrés o miedos.

Algunas de las señales que emite tu cuerpo al tener hambre

Pensar todo el día en comida

El cuerpo humano tiene formas sutiles y otras no tanto de indicar que necesita energía. Una de las señales más comunes es pensar mucho en la hora de comer, ya que al notar falta de energía nuestro cerebro entra en modo supervivencia, centrándose en los pensamientos de comida. Además, cuando tenemos hambre, nuestro sentido del olfato mejora para que podamos identificar mejor la comida y obtener energía rápidamente.

Nos rugen las tripas

Otra señal evidente es el famoso rugido de estómago, acompañado a menudo por un aumento del ritmo cardiaco y la respiración. Para llegar a la hora de comer sin tanta hambre lo más recomendable es incorporar a nuestra dieta alimentos saciantes como los huevos, las lentejas, la manzana, almendras y nueces, la avena o el pescado.

Beber agua no sacia

Un truco para verificar si lo que sentimos es hambre sería beber agua. Aunque el agua nos puede saciar temporalmente, si aún sentimos esa sensación de hambre después de unos minutos es probable que necesitemos comer algo para satisfacerla. Es importante elegir alimentos saciantes, como puede ser la fruta, para mantener una dieta rica y equilibrada.

Mayor actividad

Cuando tenemos hambre, nuestro cuerpo aumenta la producción de hormonas relacionadas con la búsqueda de alimento, lo que nos hace sentir más activos. Tener las piernas inquietas o mover mucho las manos pueden ser algunas de las señales. Algunas personas, sin embargo, pueden sentirse débiles y sin ganas de hacer nada.

Conductas inconscientes

Nuestro cuerpo tiene un reloj interno que está programado para recibir comida en los horarios a los que estamos acostumbrados, lo que nos lleva a adoptar ciertas conductas antes de cada comida, como la salivación o movimientos de masticación, todo ello de manera inconsciente.

Problemas de concentración

Estar pensando en la hora de la comida puede disminuir nuestra capacidad de atención en otras tareas como el trabajo o estudio. Una vez hemos comido, sentimos una satisfacción que nos permite concentrarnos mejor en nuestros quehaceres.

Mayor cantidad de emociones negativas

La falta de comida puede provocar emociones negativas como irritabilidad y estrés. Aunque no podemos controlar nuestras emociones, podemos controlar cómo las expresamos. 

Más sobre gastronomía saludable en La Salud Sabe Bien.