El cambio de tiempo puede provocar diversos problemas de salud, a los que con una serie de hábitos y una alimentación adecuada conseguiremos hacerles frente
Falta de energía, somnolencia, debilidad, tristeza o dificultad para concentrarse son algunos de los síntomas que experimentan quienes sufren la llamada astenia primaveral. La astenia primaveral afecta aproximadamente a un 37% de la población española -según datos de la Fundación Alimentación Saludable- y no existe ningún acuerdo científico sobre sus causas exactas. Se cree que este suceso está relacionado con los cambios estacionales y los ritmos circadianos del cuerpo, ya que al aumentar las horas de luz y la temperatura, nuestro organismo tiene que hacer un esfuerzo para adaptarse.
Desde hábitos diarios a cambios en la alimentación, existen varias formas de combatir o prevenir esta situación que están al alcance de nuestra mano. Debemos tener en cuenta que cada cuerpo es diferente, por lo que es importante encontrar un equilibrio con los hábitos que mejor nos funcionen.
Cabe recalcar que si los síntomas de la astenia primaveral persisten en el tiempo, será recomendable consultar a un profesional médico para que valore nuestro caso de forma adecuada.
Consejos para prevenir la astenia primaveral
Establece una rutina diaria. Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. De esta forma, respetaremos nuestro reloj circadiano.
Aprovecha al máximo la luz natural. Pasar tiempo al aire libre y aprovechar la luz natural puede ayudar a regular los ritmos circadianos y mejorar nuestro estado de ánimo.
Alimentación equilibrada. Una dieta saludable puede ayudar a combatir la astenia primaveral. Lo recomendable es consumir alimentos ricos en vitaminas del complejo B, magnesio y hierro, evitando la cafeína y los azúcares refinados.
Descanso adecuado. Debemos de cuidar la calidad de nuestro sueño, manteniendo una rutina regular y evitando el uso de pantallas antes de acostarnos.
Actividad física regular. Hacer ejercicio de forma regular puede ayudar a aumentar nuestros niveles de energía. Además, al fomentar la producción de endorfinas también mejorará nuestro estado de ánimo.
Alimentos recomendados
Frutas de temporada. La fruta tiene un efecto energético para nuestro organismo y resulta esencial para una dieta saludable. Con la llegada de la primavera aprovecharemos para consumir frutas de temporada como fresas, cerezas y kiwis. La crema helada de fresas es una buena idea para incorporar fruta en nuestra alimentación.
Verduras y hortalizas. Algunas verduras como espárragos, alcachofas y espinacas nos ayudan a recargar las pilas y a estar más positivos gracias a su gran riqueza en vitaminas, fibra y antioxidantes. Esta quiche de espárragos y gambas, por ejemplo, es una receta ideal para consumir verduras frescas en nuestro día a día.
Frutos secos. Nueces, almendras, avellanas o pistachos... Los frutos secos son una excelente fuente de grasas saludables, proteínas y minerales esenciales. Nos ayudarán a enfrentarnos al día con energía y pueden mejorar la función cognitiva. Además, se pueden consumir solos, en ensaladas e incluso postres.
Pescado azul. Gracias a su gran contenido en ácidos grasos Omega 3, los pescados azules pueden contribuir a mejorar el estado de ánimo y disminuir la fatiga. La Fundación Española de Nutrición recomienda incorporarlo a nuestra dieta de dos a tres veces por semana, ya sea en la comida o en la cena. Una manera fácil y rápida de consumir este alimento es este lomo de salmón con costra crujiente.
Agua e infusiones. Es fundamental mantener nuestro cuerpo hidratado, así nuestros riñones funcionarán mejor, se eliminarán más toxinas y el metabolismo seguirá su curso.
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