UN PROYECTO DE ALIMERKA

¿Sabes cómo hacer que tu hijo adopte una alimentación equilibrada, se hidrate correctamente o duerma bien?

Inculcar hábitos saludables a los más pequeños resulta esencial para promover su bienestar físico, emocional y cognitivo. Inculcar hábitos saludables a los más pequeños resulta esencial para promover su bienestar físico, emocional y cognitivo. Los primeros años de vida son fundamentales para establecer ciertas costumbres que pueden permanecer hasta la edad adulta y que, si se cumplen, ofrecerán beneficios, como un ambiente más afectuoso, una mejor organización del hogar, además de ofrecerles cierta seguridad y que puedan ser cada día un poco más autónomos.

Debemos tener en cuenta que si convertimos los hábitos en una obligación estos dejarán de ser atractivos y en consecuencia rechazados, por lo que sería ideal incorporar este tipo de acciones poco a poco y dando ejemplo; si la familia practica hábitos saludables será mucho más fácil que los retoños los imiten.

La mejor manera de integrarlos en la rutina es mediante juegos o actividades, ya que resulta imprescindible para su desarrollo y es una buena manera de captar su atención.

Hábitos fundamentales

Alimentación equilibrada

Acostumbrar el paladar desde bien pequeños al sabor de los alimentos naturales, sin azúcares ni aditivos, será clave para mantener una alimentación equilibrada. Una nutrición adecuada es vital para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños, esto implica ofrecerles alimentos frescos y de temporada como frutas, verduras y proteínas de todo tipo. Es conveniente evitar los alimentos procesados en el día a día y dejarlos para momentos puntuales como fiestas o cumpleaños. El bizcocho de chocolate y las galletas tipo cookies son dos opciones ideales para pasar un buen rato cocinando en familia.

Beber suficiente agua

El agua es vital para el buen funcionamiento del cuerpo, debemos animar a los niños a hidratarse y más en la época calurosa. La mejor manera de asegurarnos de que tomen agua es poniéndola siempre a su alcance, evitando los refrescos y zumos artificiales. Si vemos que les cuesta coger este hábito podemos hacerlo más atractivo, añadiendo un chorrito de zumo natural, hielos e incluso cambiando el recipiente por uno que les llame más la atención. Los batidos caseros también pueden ser una buena idea para mantenerlos hidratados.

Actividad física regular

Los niños necesitan realizar alguna actividad física regularmente para así fortalecer el cuerpo y mejorar su coordinación. Además, las actividades al aire libre, como jugar en el parque o practicar algún deporte también les ayudarán a relacionarse con más niños. También es importante que fomentemos las actividades creativas en las que tienen que echar mano de su imaginación, como pueden ser los juegos de roles o las manualidades.

Higiene personal

En el día a día de un niño ensuciarse es inevitable y tenemos que enseñarles a que deben de lavarse las manos con frecuencia, cepillarse los dientes tres veces al día, ducharse con regularidad, etc. Y la mejor manera de hacerlo es dando ejemplo, es decir, si ellos ven a sus referentes lavándose las manos antes de comer también van a querer hacerlo y cogerán ese hábito sin darse cuenta.

Sueño adecuado

Dormir bien es crucial para tener un crecimiento y desarrollo saludable, estableciendo una rutina de sueño regular ayudaremos a que los niños duerman lo suficiente. Nos tenemos que asegurar que el ambiente sea apropiado para el descanso con una habitación tranquila, oscura y a una temperatura adecuada.

 Cómo incorporar rutinas y hábitos 

  • Crear un horario entre todos. Podemos dibujar un horario que comprenda los días de la semana divididos por horas, haciendo partícipes a los niños en todo momento, en él aparecerá lo que va a pasar cada día incluyendo comidas, aseo, hora de dormir, etc.
  • Leer o inventar cuentos sobre los hábitos. Existen cuentos didácticos que nos ayudan a inculcar hábitos. Algunos ejemplos son «La rebelión de las verduras», que trata la alimentación saludable, «Todos bostezan», ideal para dar las buenas noches o «Lávate las manos, María», que nos descubrirá la importancia de la higiene personal.
  • Premiar los logros. Cuando cumplen con las rutinas o van mejorando es muy importante felicitarles e incluso premiarles, esto les motivará y hará que sigan persiguiendo sus logros. Preparar juntos su comida favorita o tomar un baño de espuma no son objetos materiales y les incentivarán a seguir haciendo las cosas bien.
  • Armarse de paciencia. Incorporar nuevas rutinas o seguirlas al pie de la letra puede ser muy frustrante, ya que se puede dar un paso y retroceder tres. Es por ello que la paciencia será nuestra mejor aliada, demostraremos a los niños cómo gestionar las emociones y poco a poco lograremos los objetivos propuestos.
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