UN PROYECTO DE ALIMERKA

Si hay algo que es casi tan universal como el amor, es el amor por la pasta. Un plato que, por norma general, enamora a todo el mundo y que esconde muchas curiosidades

Aunque pueda parecer que lo mejor que nos ha regalado la comida Italiana es la pizza, no debemos olvidarnos de lo reconfortante y delicioso que puede llegar a ser un buen plato de pasta casera, con sus incontables variantes y formas de preparación. Es que, si lo piensas, hay para todos los gustos (de hecho, lo raro, sería que no exista ni un solo plato de pasta que no te guste).

Puede parecer un asunto sencillo, este de ser un pastalover, pero es un mundo lleno de peculiaridades y curiosidades, algunas de las cuáles, te contamos hoy.

Todo sobre mi pasta

¿Sabías que, aunque se popularizó en Italia, la pasta procede de China? Como lo lees. Y te estarás preguntando, ¿cómo llegó la pasta a Italia entonces? pues una de las principales historias referentes a este tema, es que el mismísimo Marco Polo la introdujo en el país en el S. XIII, a la vuelta de uno de sus viajes a China, aunque esto también puede ser un cuento llegado de allí, ya que también se dice que los italianos llevan preparando sus deliciosos platos de pasta desde los tiempos de los etruscos y los romanos, allá por el S. III a.C. Y tú, ¿qué historia ves más verosímil?

Sea como fuere, es innegable que ha sido gracias a los italianos que este plato se ha extendido a lo largo y ancho del mundo, siendo la más internacional la receta de espaguetis a la boloñesa. ¿Quién no ha llegado a casa tras un día duro (o una noche larga) y no se ha preparado un buen plato de pasta boloñesa para sentirse reconfortado?

Curiosidades y tips sobre la pasta

Como te decía, el mundo de la pasta está lleno de curiosidades y peculiaridades: la forma de cocinarla, los distintos tipos de pasta que hay, las salsas… Hoy te hablamos de algunas de ellas para que te conviertas en todo un/a experto/a a la hora de cocinarla.

La mejor forma de cocerla

Puede parecer algo sencillo, pero cómo cocer la pasta no es cuestión baladí. Para cocer pasta de manera óptima lo primero que necesitamos es una olla grande y con la altura suficiente para que la cantidad que utilicemos (80-100gr por comensal es una buena cantidad) no se pegue (y no salpique). Al agua solamente necesitamos echarle sal (una cucharada por litro); el aceite no evitará que se pegue (la mantequilla tampoco).

Otra cosa importante, es el punto de la pasta. Que sí, que para gustos se pintan los colores, pero el punto óptimo de la pasta es al dente, que quede un poco más dura en su interior para que la textura no sea chiclosa por exceso de cocción.

El momento perfecto para echar la pasta al agua es cuando esté ya en plena ebullición y es imprescindible mantener ese hervor durante todo el tiempo de la cocción. Recuerda que una vez cocida, se saca del agua con una espumadera con cuidado, para conservar el almidón y no romperla, por lo que, POR FAVOR, nunca la pongas bajo agua fría una vez cocida.

Las formas y las pastas

¿Sabías que las distintas formas que tiene la pasta se deben a que cada una combina mejor con cada tipo de salsa? Y es que existen una especie de reglas genéricas que especifican qué tipo de pasta pega mejor con cada salsa. Y, ¿sabías que esta regla no aplica a los espaguetis boloñesa? Pues esto se debe a que según los cocineros italianos, las pastas delgadas y alargadas no casan bien con salsas tan contundentes. ¿Quién lo diría, verdad?

Volviendo al tema de las formas de la pasta y en relación con esta última curiosidad, la pasta corta como los rigatoni, farfalle, conchiglie, penne o radiatori tiene una forma perfecta para acompañar con salsas que lleven tomate, carne o vegetales (salsas más contundentes), ya que su forma recoge mucho mejor la salsa y, al conseguir que se deposite en el interior, el resultado es más sabroso. Otras pastas cortas como tubetti o ditaneli son pastas hechas para mezclar con legumbres y hacer sopas y caldos y son muy populares en Italia.

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Las pastas largas (spaghetti, tagliatelle, linguine…) funcionan mucho mejor con salsas elaboradas a base de aceite acompañado de ingredientes frescos como albahaca, burrata o tomate.

Por último, la pasta rellena armoniza mucho mejor con salsas suaves que no enmascaran el sabor del relleno de cada una. Por ejemplo algunas quedan deliciosas con un chorrito de AOVE, o con salsas a base de queso y agua de cocción (una salsa cacio e peppe por ejemplo es una buena opción).

El agua de cocción, tu mejor aliada

A la hora de hacer una salsa, la cual por cierto siempre debe esperar por la pasta (lo que quiere decir que siempre se prepara primero la salsa y después se cuece la pasta), echar mano del agua de cocción de la pasta es siempre una buena idea si ves que la salsa ha quedado demasiado espesa y, además, el almidón que contiene esta ayuda a que la salsa se pegue más a la pasta y haga que cada bocado esté lleno de sabor. Y recuerda, por favor, que si haces Carbonara, esta no lleva nata, sino agua de cocción agregada a la carbocrema (yema de huevo, pecorino, pimienta y un poco de la grasa sobrante del guanciale), que es la que hace que quede más líquida y con ese color blanquecino.

Conserva tu pasta intacta

Si te ha sobrado pasta y quieres guardarla para hacerla en otro momento o al día siguiente, la mejor opción es que, una vez atemperada, la guardes en un recipiente de cristal y le añadas un chorrito de aceite. Intenta que toda la pasta se impregne para que no se pegue, y métela en la nevera para que se conserve bien. Este truco aplica, evidentemente, a la pasta en blanco. Si en cambio, la pasta está ya mezclada con la salsa, recomendamos hacer lo mismo pero saltándose el paso del chorrito de aceite. Guárdala en la nevera para poder consumirla más tarde y que no se estropeé con los cambios de temperatura.

Cómo ves, el mundo de la pasta está lleno de curiosidades, pasos, normas y detalles que no todo el mundo conoce. Estos solo son algunos de los más conocidos, pero hay un sinfín más de tips y curiosidades relacionadas con la pasta.
Ahora solo queda aplicar todo lo aprendido a tu próxima receta de pasta y convertirte en todo un experto de la materia. ¡Bon appetit!

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