«Ni un solo día he dejado de soñar con que me levantaré de la silla»

José Manuel Pan
José Manuel Pan BAJO CUERDA

OPINIÓN

Vítor Mejuto

El periodista de La Voz José Manuel Pan, en silla de ruedas desde hace 30 años, explica en un emotivo artículo su reacción al anuncio de que tres parapléjicos han vuelto a andar en Suiza

02 nov 2018 . Actualizado a las 09:30 h.

Ni un solo día he dejado de soñar con que me levantaré de la silla. Ni un solo día desde que aquella doctora me dijo: «José Manuel, tienes una lesión medular. Es probable que no vuelvas a caminar». Ni un solo día he dejado de soñar que volvía a correr, a bailar, a jugar al fútbol. Ni un solo día he dejado de soñar que mi lesión no era medular. Pero mi realidad es la de miles de personas que tenemos en común una silla de ruedas. Acostumbrados a ilusionarnos con anuncios de tratamientos imposibles. Rusia, la antigua Yugoslavia, Estados Unidos, Madrid... Son ejemplos de lugares en los que se ha desarrollado algún tipo de investigación que abría puertas a las esperanzas de la curación de la lesión medular. Desde trasplantes de células a la implantación de sistemas de impulsos eléctricos. En los últimos treinta años no se han detenido las investigaciones para que un daño en la médula espinal no sea definitivo y en busca de la forma de volver a comunicar la autopista que circula desde el cerebro al resto del cuerpo. Para que lo que quieres mover se mueva. En medicina no hay nada peor que las falsas esperanzas, pero el hallazgo de Suiza no parece solo esperanza.

Los expertos que han analizado los resultados dicen que ese estudio logra un nivel de precisión sin precedentes en la estimulación eléctrica de la médula espinal. El neurocientífico de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Grégore Courtine, explica que las investigaciones con animales permitieron «imitar en tiempo real cómo el cerebro activa naturalmente la médula espinal». Los investigadores implantaron electrodos en la zona lumbar de tres pacientes parapléjicos, con parálisis en los miembros inferiores. La estimulación eléctrica unida a sesiones de rehabilitación ha permitido que los tres empiecen a caminar de nuevo, con dificultades y con ayuda de muletas o de un andador, pero caminando. Ese sí que es un gran paso, porque, explican los investigadores, «el estudio confirma que las personas con lesión crónica de la médula espinal tienen la capacidad de recuperarse al reentrenar los circuitos de la columna vertebral». Quizá sea pronto, y seguramente sería más prudente cerrar los ojos a la esperanza para evitar decepciones. Pero que tres parapléjicos hayan vuelto a caminar tiene una dimensión excepcional que permite que miles de lesionados medulares puedan seguir soñando con dejar la silla de ruedas. Yo no he dejado de hacerlo ni un solo día.