Paisaje después de la batalla, ¡vuelven los 90!

Tomás García Morán
Tomás García Morán LEJANO OESTE

OPINIÓN

Jesús Hellín | Europa Press

06 may 2021 . Actualizado a las 10:26 h.

Los años veinte han muerto casi antes de nacer. ¡Vivan los noventa! Barcelona y Sevilla. El dream team y la ruta del bakalao. Bebeto y las Spice Girls. Las gafas de pasta. Miguel Ángel Rodríguez (MAR), Aznar y Federico. El PSOE debería asumir que el Cid Jose Mari cabalga de nuevo disfrazado de  Ayuso a lomos de su corcel MAR-Babieca. Propagandistas clásicos frente a teóricos de laboratorio que no saben lo que es una escoba ni para pegar un cartel de Carrillo. El revival de la politología cinco jotas frente a los algoritmos de Cambridge Analítica. Para el relato quedará que Redondo y Sánchez metieron la pata espantando a la mariposa murciana, cuyo aleteo ha traído estos lodos. Pero ya habían tirado a la piscina sin agua al pobre Illa. O peor, llegaron a la Moncloa con el síndrome del mismo nombre ya incorporado. El éxito de Redondo fue convencer a su jefe de que el balón de la moción de censura imposible acabaría en gol. Pero el resto ha sido una calamidad.

¿Qué más nos deparará este revival noventero? El siguiente aleteo de la mariposa será en Andalucía. Moreno Bonilla debe estar pensando que así se las ponían a Fernando VI. En el PP ha tocado mucha lotería. Ahí tienen a Fabra. Ahora les toca sin jugar, por ineptitud del rival. Pero más que predecir el futuro, conviene recordar iniciativas que pasan a mejor vida: adiós a los indultos de Junqueras y compañía. Adiós a unas generales en otoño que Redondo había diseñado para arrumbar definitivamente a Podemos. El mayor chorro de fondos europeos jamás visto se administrará con presupuestos prorrogados. Hasta el 2023, que va a ser la batalla del Ebro. Entre Sánchez y Casado. ¿Entre Ayuso, que solo tiene dos años de mandato, y Casado? ¿Entre Ayuso, Casado y Feijoo?

Los otros damnificados del levantamiento del 4 de mayo son los dos niños bonitos de la nueva política. Casado ya no tendrá que fichar a Rivera, el Tata Martino de la derecha. Es difícil hacerlo peor con el equipo que tenía. Respecto al exvicepresidente, en sus desvelos planeaba una retirada a los cuarteles de Roures para urdir el siguiente asalto a los cielos. Pero ha quedado último hasta en Vallecas. El hartazgo con las ruedas de molino independentistas es transversal a ideologías y geografías. El aleteo de la mariposa no solo ha abierto un cráter en Vallecas. También en Coia y en las Conchiñas. Tras la reunificación de la derecha, la gran obra de Aznar mancillada por el marianismo, vendrá la de la izquierda. Podemos va a quedar reducido a la peor IU de Garzón.  Yolanda quizás intente pactar con Errejón, Colau, Oltra y Kichi. Y montar un Sorpasso Party. Pero tiene el dedazo marcado en la piel. Que es como salir a la cancha con una mano atada a la espalda.

Las baronesas y los baroneses del PSOE tienen que hacer acto de contrición cuanto antes y decir en público lo que opinan en privado del pacto con ERC y Bildu. Hoy mejor que mañana. Y sacar del trastero las momias de Felipe y Guerra. Vuelven los 90 y aquí se han acabado las bromas de influencers y politólogos de plastilina. Esto vuelve a ser cosa de mayores.