La variante y lo que queda por hacer

Álvaro Boro

OPINIÓN

Simulacro de rescate de emergencia de Adif AV de una avería técnica con conato de incendio en un tren de mercancías, previo a la puesta en marcha de la variante de Pajares, en Pola de Gordón, León
Simulacro de rescate de emergencia de Adif AV de una avería técnica con conato de incendio en un tren de mercancías, previo a la puesta en marcha de la variante de Pajares, en Pola de Gordón, León J.Casares | EFE

29 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Reyes, Felipe y Letizia, llegan hoy a Oviedo en tren, un medio de transporte que él apenas conocerá más que de inauguraciones y viajes promocionales y que ella ya sólo recuerda de una juventud lejana, libertina y republicana. Llegan a la ciudad para inaugurar la Variante de Pajares, el túnel que evitará la rampa del puerto, tras más de diez años de retraso, unos cuantos acuíferos liquidados, algún derrumbe y problema y multiplicar por cuatro el presupuesto inicial. Porque por mucho que escuchen a los políticos y a ADIF ponerse la medalla, el AVE, la alta velocidad, no llegará por el momento a Asturias.

La verdad, por muy súper revisado que esté todo tras cientos de pruebas -no será por el poco tiempo que han tenido- no me gustaría mucho actuar de cobaya en ese primer tren. Pero nuestros representantes, encabezados por la Casa Real y seguidos del más al menos -salvo Ayuso que se quiere apuntar a todo y no puede ser- por una retahíla de políticos, son valientes y no se pierden un sarao ni el pasar a la Historia por nada del mundo.

Todos los que mandan, ya sea a nivel nacional, autonómico o local, se felicitan y golpean su pecho. Son entrevistados de forma laudatoria por diferentes medios y no paran de decir cosas como: «cambio histórico», «oportunidad», «futuro esperanzador» o «rompe el aislamiento». Y es innegable todo esto que dicen nuestros próceres, pero esperemos que al cocer no mengüe. Porque en esta comunidad somos especialistas en desperdiciar grandes oportunidades y salir de ellas peor de lo que habíamos entrado. La Variante es sólo un primer escalón de algo mucho más ambicioso, conformarnos con esto, que es lo que parece que muchos hacen, sería quedarnos en nada y dejar pasar el tren de la alta velocidad. Confiemos en que nuestros gobernantes estén a la altura, aunque quizá sea pedirles demasiado. Confiemos en que en la prensa hagamos también el nuestro fiscalizando al poder, y no servidumbre y pleitesía como se está haciendo. Confiemos en que todo lo prometido a los asturianos, bajo el mando de un color u otro, llegue a cumplirse.

Al final, los mayores cambios empiezan a verse en las pequeñas cosas. Un vecino de la Losa, mientras observaba los retoques de la carpa donde tendrá lugar el acto inaugural, me dijo: «Gracias a que vienen los Reyes y la de mi madre repararon la cubierta blanca y alguna otra cosa que se necesitaba desde hace tiempo. A ver qué hacen con la estación y con el suelo éste tan malo que pusieron los de la izquierda, pero seguro que los que vienen al show de la inauguración no pisan charcos». Y si ellos no los pisan alguien tendrá que pisarlos.