Los ancianos desahuciados se fueron «con lo puesto» y dejaron en casa todos sus enseres

N.M. REDACCIÓN

OVIEDO

Banco parque soledad

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Oviedo relata el éxodo de la pareja tras quedarse sin un lugar en el que vivir

25 sep 2018 . Actualizado a las 13:28 h.

Cuando se habla de desahucios es habitual que al imaginario colectivo le venga a la mente la idea de personas resistiendo en el interior de su vivienda con el fin de postergar, en la medida de lo posible, un momento que no quieren vivir. Sin embargo, para el matrimonio de ancianos ovetenses que acabó durmiendo en un  banco del parque San Francisco durante dos noches tras ser desahuciados, la historia fue diferente. 

Tal y como explica la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Oviedo (PAH), la pareja, que prefiere mantenerse en el anonimato, decidió abandonar su hogar el pasado 18 de septiembre antes de que vinieran a echarles. «No querían verse ante la situación de afrontar lo que para ellos era insoportable», cuentan desde la PAH, esto es, ver cómo la comitiva judicial llegaba a su casa para echarles. Así, «cansadas de luchar en una situación de desastre económico en la que estaban desde hacía tiempo», explican, salieron de su domicilio «con lo puesto», dejando atrás todas sus pertenencias y sin un nuevo techo en el que cobijarse. 

La PAH denuncia la actuación «negligente e inhumana» del juzgado, que tiene la obligación de «informarse y poner en marcha unos mecanismos para garantizar que las personas a las que van a desahuciar tiene una alternativa», sostienen. Ante lo cual, el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) asegura que el Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Oviedo desconocía la situación de vulnerabilidad de los dos ancianos desahuciados. Un justificación que deja a los miembros de la Plataforma «perplejos», pues consideran que «no supieron poner en marcha unos mecanismos de protección».

Revisión de protocolos

La vicealcaldesa de Oviedo, Ana Taboada, ha exigido, tras la polémica generada, que se revise el funcionamiento de los protocoles existentes en materia de desahucios. Para Taboada, en el caso de la pareja de septuagenarios ovetenses desahuciados «resulta evidente que algo ha fallado, porque en situaciones de vulnerabilidad como esta, lo que esos protocolos deben garantizar es que los afectados no terminen en la calle».

Según ha explicado, el juzgado tenía que, de oficio, haber comprobado la situación de la pareja desahuciada y al constatar que pertenecían a un colectivo especialmente vulnerable por razones de edad paralizar el procedimiento, ponerlo en conocimiento de Servicios Sociales y dar tiempo a buscar una solución. «Por desgracia, nada de esto sucedió. Los echaron a la calle sin miramientos y sin cumplir sus propios protocolos», manifestó. «Los juzgados que reciben demandas por impago de alquiler están obligados a actuar de oficio para evaluar si la familia demandada se encuentra en alguna de las situaciones especiales de riesgo de exclusión social o vulnerabilidad: una de ellas es ser mayor de 65 años. Es evidente que algo ha fallado», añade la vicealcaldesa. «Me temo que el daño es irreparable pero se debe revisar el funcionamiento de esos protocolos para que no se repita algo así. De lo contrario, se puede correr el riesgo de pecar de hipócritas poniendo sobre el papel unas cosas que después no llevamos a la práctica», añadió.