La Fundación Gustavo Bueno da a Rosón con la puerta en las narices

Claudia Granda REDACCIÓN

OVIEDO

El concejal acude acompañado de una agente de paisano al palacete pero no consigue que nadie le abra

18 mar 2019 . Actualizado a las 21:40 h.

A la segunda tampoco ha sido la vencida. El concejal de Economía, Rubén Rosón, no ha conseguido visitar el palacete del Sanatorio Miñor, que ocupa la Fundación Gustavo Bueno. Nadie le ha abierto la puerta, pese a que había anunciado su visita el pasado viernes, cuando los representantes de la organización, que están usando el edificio municipal gracias a una concesión, le impidieron realizar un recorrido. Rosón, que ha acudido acompañado por una agente de la Policía Local vestida de paisano, ha llamado al timbre pero nadie le ha abierto la puerta. En el interior sí había luz.

Rosón ha mostrado su sorpresa por la actitud de los representantes de la Fundación Gustavo Bueno. «Es un hecho inédito que una fundación no abra la puerta o impida el paso a un cargo público», ha afirmado.. El edil ha ironizado con la situación y ha señalado que si no hay nadie un lunes, a la una y media de la tarde, quizá no tengan la necesidad de tener ocupado un palacete municipal completo. «Entiendo que el comportamiento de la fundación no es el correcto y creo que poco respeto tienen a la democracia», ha añadido. El próximo paso, tal y como ha afirmado, será dar a conocer a la Policía Local la negativa de la fundación y esperar a que la Nacional continúe avanzando con la denuncia interpuesta. «Nosotros seguiremos intentando hacer uso de este inmueble municipal», ha zanjado.

Calendario y listado de necesidades

El edil acudía de nuevo a las instalaciones la notificación en la que se desglosan las necesidades del ayuntamiento para la creación de un nuevo servicio público. En el documento podían verse los metros destinados a cada nueva actividad: entre 150 y 200 metros cuadrados para el desarrollo de un FabLab, de 300 a 500 para nidos de consolidación empresarial, de 50 a 100 metros para servicios de acompañamiento empresarial, de 200 a 300 para un espacio de coworking municipal y de 100 a 200 para taquillas y almacenes.

El calendario que Rosón ha tratado de entregarle a la fundación señala los meses de enero y abril como los destinados al diseño del espacio y necesidades logísticas de la instalación. En mayo está prevista la intervención en el espacio y actuaciones de acondicionamiento para después, entre junio y septiembre llevar a cabo la compra de material e implantación de la maquinaria 3D. Tal y como había afirmado anteriormente, el nuevo espacio ECOviedo tiene prevista su apertura en octubre, pero tal vez los planes de la fundación trastoquen considerablemente el calendario.