La concejal socialista Marisa Ponga ha denuncia que el Gobierno local pone «trabas» en la gestión del consentimiento de los beneficiarios
08 ago 2020 . Actualizado a las 12:43 h.La concejal socialista Marisa Ponga ha acusado al bipartito de «sectarismo y de complicaro el paso de los ovetenses al Ingreso Mínimo Vital». La edil ha denunciado las «trabas» que impone el ayuntamiento para gestionar el consentimiento de los beneficiarios para acceder a la nueva prestación. El próximo día 17 finaliza el plazo para que los perceptores de salario social den consentimiento por escrito para pasar a recibir el nuevo Ingreso Mínimo Vital y, según ha señalado Ponga, desde el Gobierno local «han sido negligentes es sus deberes de información y asesoramiento para con los usuarios».
«Deberían estar dando todas las facilidades y sin embargo han optado una vez más por la opacidad y el incumplimiento de sus competencias», ha criticado Ponga. Para la socialista, se trata de «otro ejemplo claro de que el partidismo del PP y Ciudadanos está por encima de los intereses generales de los y las ovetenses».
En Oviedo perciben el salario social algo más de 4.000 personas y Ponga ha lamentado que el ayuntamiento no esté cumpliendo con sus obligaciones para facilitar la transición de estas personas al Ingreso Mínimo Vital. «La falta de iniciativa y de compromiso del bipartito se traduce en que, una vez más están siendo las entidades sociales del municipio las que son punta de lanza para prestar respaldo a quien lo necesita. Mientras el ayuntamiento se escabulle de sus obligaciones, el tercer sector está al pie del cañón para cubrir las necesidades existentes. Una situación que creemos es intolerable», ha explicado.
Para Ponga resulta «impresentable que las derechas sean incapaces de mirar con perspectiva un paso adelante histórico en la protección social». «Es triste que ese sectarismo se traduzca en que los y las ovetenses estén es desventaja a la hora de acceder a la prestación porque el bipartito no quiere cooperar», ha sentenciado.
