El arte de los murales se consolida en Oviedo

la voz REDACCIÓN

OVIEDO

La cuarta edición del festival Parees añade cuatro obras a las calles a las más de 20 que el evento ha realizado en distintos puntos del municipio desde su inicio en el año 2017

21 sep 2020 . Actualizado a las 09:56 h.

«Cancelado». Una de las palabras más vistas y leídas de los últimos meses en cuanto a eventos culturales, sociales y festivos se refiere. Frente a la oleada de suspensiones que se ha vivido este verano, el festival ovetense Parees se consolida como referencia cultural de la capital asturiana en un año marcado por el covid-19. La elaboración de murales, este año cuatro más que se suman a los más de 20 ya realizados en distintos puntos del municipio, se afianza con esta cuarta edición.

Este año, cuatro artistas españoles han participado con otros tantos murales inspirados en temas asturianos. Todos ellos se han llevado a cabo bajo los denominados «procesos participativos», coordinados por el colectivo Raposu Roxu. Esto quiere decir que son los vecinos del concejo los que se implican en las elaboraciones. En algunos casos son los propios residentes del entorno donde se ubica cada obra, y en otros, especialistas en el tema que se va a plasmar.

El gaditano Manolo Mesa, la zaragozana Harsa Pati, la gallega Lidia Cao y el ovetense Manu García han sido los artistas que han tenido el gusto de plasmar su arte en forma de mural por la ciudad. Estos cuatro han aportado con sus obras color y arte a la ciudad, en diferentes zonas del municipio, como son la calle Martínez Vigil, el Colegio Público Germán Fernández Ramos, la Tenderina Alta y en El Milán.

En el caso del artista andaluz, Manolo Mesa ha llevado a cabo un mural dedicado a la ya desaparecida Fábrica de Loza de San Claudio en la calle Martínez Vigil, a la altura de la sala La Salvaje. Los organizadores del festival hicieron un llamamiento para encontrar a aquellas personas que conservaran alguna pieza de la fábrica y conocer qué recuerdos les traían. Así, el artista visitó a algunos de estos vecinos para inspirar su obra, que muestra una vajilla de tazas de café y té.

Por su parte, la aragonesa Harsa Pati, nombre artístico de Arantxa Recio, ha plasmado un cuento tradicional asturiano que le descubrió el escritor y cuentacuentos Milio’l del Nido («El corderín muertu fríu») en el Colegio Público Germán Fernández Ramos, en Pando. El escritor asesoró a la artista sobre la tradición de los relatos de nuestra región y Harsa eligió una fábula sobre las falsas apariencias que ahora decora la entrada en pendiente al centro escolar.

Lidia Cao ha dedicado su mural del número 51 de Tenderina Alta a la escritora ovetense Dolores Medio, con una obra que combina su condición literaria con su faceta de mujer adelantada a su tiempo, que reivindicó la igualdad de género y que sufrió la censura de la época. La escritora aparece sentada frente a una máquina de escribir con dos buitres acechándola por la espalda.

Manu García ha realizado su primer mural en El Milán, en el número 4 de la calle Melquiades Cabal, junto a la cafetería de las facultades. Dividido en dos tramos por una escalera, está dedicado a las fiestas de prao, para lo cual García se documentó con archivos fotográficos del Principado, plasmando también sus propias vivencias en una de las tradiciones festivas más identitarias de Asturias.