Tío Lucas, el rey de las empanadas en Oviedo: «Todos los días agotamos el producto»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

La gallega Estefanía Novo está al frente de Tío Lucas, una tienda de empanadas que se ha convertido en un auténtico éxito en Asturias
La gallega Estefanía Novo está al frente de Tío Lucas, una tienda de empanadas que se ha convertido en un auténtico éxito en Asturias

La gallega Estefanía Novo y su marido el paraguayo Bryan Owen están al frente de esta tienda que causa sensación en la capital asturiana

04 abr 2023 . Actualizado a las 09:38 h.

«En el norte las personas somos más felices con una cerveza y una empanada». Esta fue la frase que le dijo la gallega Estefanía Novo a su marido, el paraguayo Bryan Owen, y que cambió sus vidas para siempre. Por aquel entonces el matrimonio atravesaba una mala racha. Después de trabajar dos años codo con codo en el País Vasco, donde se habían conocido, la pareja decidió acercarse a la tierra natal de ella y montar su propio negocio. Para ello eligieron Oviedo, pero las cosas no salieron como esperaban. Tuvieron que cerrar la cafetería que abrieron en 2019 en Montecerrao por la pandemia, al igual que el restaurante que regentaron después en Ribera de Arriba, donde se mudaron. Todo les salía mal hasta que la suerte les sonrió: el bar que había enfrente de su casa en Palomar se quedó libre. Como este tenía obrador, decidieron coger las riendas del chigre El Caleyón para hornear las empanadas que venderían en la capital asturiana a través de Tío Lucas, una tienda que dos años después se ha convertido en un auténtico éxito.

Así lucen las empanadas en el mostrador de Tío Lucas, donde a diario dan salida a cada una de ellas
Así lucen las empanadas en el mostrador de Tío Lucas, donde a diario dan salida a cada una de ellas

«Conseguimos transformar una experiencia poco favorable en algo que nos benefició a todos, tanto profesional como personal e incluso familiarmente, porque somos padres de tres niños y eso cuenta mucho a la hora de hacer los croquis de organización», resalta orgullosa Estefanía Novo, antes de reconocer que «en una de las olas que pasamos», cuando el chigre de Palomar cerró sus puertas, el matrimonio vio la oportunidad «perfecta» para cumplir su sueño vital. «Como el pueblo se quedaba sin gente teníamos que darle vidilla. Tuvimos que ver cómo rentabilizar el local porque somos muy pocos los que vivimos aquí y en las inmediaciones, la gente además es joven, en edad de trabajar o jubilado, y, por tanto, los salarios son bajos. Mi marido no estaba convencido, pero yo le comenté la idea de las empanadas, hizo clic y nos pusimos a trabajar en ello», cuenta.

Desde que Bryan Owen se concienció, acompañó a Estefanía Novo en la idea y adquirieron su primer local en la capital asturiana para comercializar las empanadas que a diario hornean en el chigre El Caleyón «pasó un año y medio». «Primero diseñamos el logo en casa, después hicimos pruebas con los amigos, constituimos oficialmente la empresa, hicimos todas las inversiones y demás cosas que hay que hacer y, en diciembre del 2021, pusimos nuestra primera tienda en Oviedo», precisa Estefanía Novo, quien asegura que la idea de tener un punto de venta en la capital asturiana es porque «con el bar no vivimos todo el año». Este solo se abre los meses en los que hace buen tiempo porque «la terraza es fundamental», ya que «el interior es muy pequeño: las paredes son de piedra de 90 centímetros, hay cinco mesas y con 15 personas ya está petado, entonces no es rentable».

Tío Lucas cuenta con una amplia variedad de empanadillad
Tío Lucas cuenta con una amplia variedad de empanadillad

Bajo el nombre de Tío Lucas, Estefanía Novo y Bryan Owen abrieron en un primer momento las puertas de un local en la calle Campoamor, donde estuvieron hasta enero del 2023, puesto que, debido a la gran subida de las materias primas, para evitar tocar precios necesitaban vender más. «Después de estar allí durante un año y pico nos dimos cuenta de que no lo íbamos a conseguir en esa calle, que, aunque es céntrica, tiene una especie de peculiaridades que hace que la gente no esté predispuesta a pasar o a comprar con la frecuencia que el negocio necesitaba para hacer frente a ese cambio. Por tanto, en el momento que vimos que se alquilaba este local del Centro Comercial Salesas no lo dudamos ni un segundo. Ya llevábamos tiempo echándole el ojo porque es un sitio donde pasa mucha más gente y, por tanto, tenemos más probabilidades de que nos conozcan y la gente se sume a los clientes fieles que ya teníamos»

Lo cierto es que Novo y Owen juntaron sus culturas y consiguieron hacer unas empanadas 100% caseras que causan sensación en Asturias. «Para empezar, la receta de la masa es gallega porque es la de mi abuela y además tienen toques latinos», detalla Estefanía, antes de confesar que también tienen ADN de Palomar. «El agua con el que están hechas es del manantial que hay en nuestro pueblo», asevera. En este punto la lucense relata que durante la primavera y el verano deben cambiar la proporción de agua respecto al otoño y el invierno porque «si no, no funciona la misma masa debido a la cantidad de humedad que hay aquí en Asturias». «Al final las masas son un mundo y todos esos toques se saben a base de hacer millones», apostilla.

Empanadas y panzas que se comercializan en Tío Lucas
Empanadas y panzas que se comercializan en Tío Lucas

En total, Tío Lucas cuenta con 14 variedades de empanadas, 12 de ellas saladas que abarcan todo tipo de sabores. Desde los más asturianos como cabrales y nueces o la de carne, que es «como la gobernada de aquí», hasta la napolitana, la capresse o la humita, que fue el primer plato que le preparó Bryan Owen a su mujer. También los amantes del dulce tienen donde elegir. Por un lado está la de manzana y canela y por otro lado la de chocolate. Además, siempre que la organización lo permite, «tratamos de hacer como unas panzonas, en honor a que todas las veces que yo emprendí estaba embarazada. Tienen forma de barriga y van rellenas. Dentro de ellas jugamos con productos de temporada, con cocina internacional... Metemos sabores diferentes para que la gente pruebe aquellos que ni se imaginan en una empanada», manifiesta.

De todos los sabores que tienen, las empanadas más reclamadas son las de humita, pollo especiado y chocolate. «Ahora mismo son las que están en competición, pero curiosamente cuando estábamos en la calle Campoamor, que está a 30 metros de aquí, la que ganaba por goleada era la barbacoa», asegura Estefanía Novo, antes de resaltar que «la gente flipa con lo rellenas que están, y además tú te comes una y no tienes que beber nada». «Algo que valoran mucho los clientes, aparte de la relación calidad-precio, el sabor de la masa, la frescura del producto, el tamaño y la presentación», apunta la gallega. Es por ello que el mostrador de Tío Lucas acaba «todos los días» completamente vacío.

Las empanadas de Tío Lucas vienen «súper rellenas»
Las empanadas de Tío Lucas vienen «súper rellenas»

«Nuestra garantía de compromiso es que todo el producto se agota. El cliente se ha acostumbrado a que si llega a última hora, le van a faltar sabores porque son productos artesanos que se hacen en el día y yo aquí no tengo obrador, sino que al venir desde el pueblo tenemos una previsión diaria y cuando se acaba, se acabó», subraya Estefanía Novo, quien asegura que las empanadas también pueden disfrutarse en Bar El Caleyón con una buena sidra, cerveza o «cualquier otro trago que apetezca sobre la marcha». «Muchos clientes vienen al chigre a tomarse el vermú y después marchan para casa con una caja de empanadas surtidas, que previamente han encargado», resalta la gallega. De la misma manera, el producto además es «aplicable a cualquier tipo de evento, tanto formal como informal». «Hemos llegado a dar bodas, avituallamientos, marchas saludables, cumpleaños...», destaca la hostelera.

«Es sueño hecho realidad porque creamos Tío Lucas con el fin de apoyar a causas similares a la nuestra, más allá de hacer números»

Todo ello ha llevado a que Tío Lucas cuente ya con una amplia cartera de clientes. «Tenemos consumidores que vuelven siempre», señala Novo, antes de reconocer que gracias a ellos el negocio «funciona» porque «hacen que tu caja esté ajustada». Bajo esta premisa la gallega asegura que desde el primer momento que abrieron las puertas de la tienda «pudimos por fin, después de cinco años de emprendimiento, contratar a gente para que nos eche una mano». «Tenemos incluso empleados que realmente tendrían dificultades para acceder a un puesto de trabajo porque contamos con una mamá que tiene un niño con necesidades especiales, dos chicas que están preparando oposiciones y necesitan tener un sueldo pero también flexibilidad horaria», cuenta,  y subraya que «aquí todo el mundo sale ganando además de aportar al proyecto».

Logo de la tienda Tío Lucas
Logo de la tienda Tío Lucas

¿Por qué el nombre de Tío Lucas?

«En este momento es un sueño hecho realidad porque creamos Tío Lucas con el fin de apoyar a causas similares a la nuestra, más allá de hacer números», asegura Estefanía Novo. Una tienda cuyo nombre además tiene mucha historia. «Cuando nos pusimos a diseñar el logo decíamos que el negocio tenía que tener un nombre recordable y además, al tratarse de un producto de obrador, tenía que tener una persona de referencia. Cuando Bryan llegó a España alucinó con la palabra ‘tío'. Allí solo se usaba para referirse al hermano de tu madre o de tu madre, pero aquí lo decimos de una forma informal y se le quedó guardada esa palabra. Entonces tenía que ir sí o sí. Lo de Lucas estaba claro porque a parte de que Tío Lucas era la pizzería favorita de Bryan en Paraguay, Lucas es nuestro único hijo varón y además es nuestro ojito derecho. Entonces, al utilizar su nombre, quedó como el maestro del obrador y, además, hace referencia a que es el orgullo de la casa, porque nuestro hijo de cuatro años tiene TEA y se siente completamente identificado con la marca. Le gusta venir y ha ayudado a que su desarrollo y motivación sea mayor por dedicarle algo en lo que él puede reconocer y formar parte», cuenta.

Es por ello que la gallega espera poder seguir muchos años más con la tienda, y formula un deseo: «que toda esta gente que nos está ayudando en el proyecto puedan abrir su propia filial en otro sitio. Ese sería el sueño número dos: que Tío Lucas esté en otros puntos de Asturias pero gestionado de forma independiente, por aquella gente que nos apoyó desde un principio y se formó con nosotros», resalta la hostelera, quien también continuará llevando las riendas de Bar El Caleyón, dado que «tiene un encanto único».