La cantante calva, el negocio de Oviedo que destaca por el nombre y el alma

LA VOZ DE OVIEDO

Yolanda Álvarez es la propietaria de La cantante calva, la librería de segunda mano de la calle La Lila.
Yolanda Álvarez es la propietaria de La cantante calva, la librería de segunda mano de la calle La Lila.

Yolanda Álvarez era profesora de inglés hasta que hace siete años dio un giro a su vida para emprender y dedicarse a la que es su pasión «desde muy joven»

06 abr 2023 . Actualizado a las 09:42 h.

La cantante calva es una obra del teatro de lo absurdo de Eugène Ionesco y también una librería de segunda mano en Oviedo. Aunque su nombre llame la atención y en ocasiones las personas que caminan por la calle de La Lila «se queden un poco extrañadas», tras la puerta del número 4 se encuentra un negocio basado en los «libros ya leídos» que es el resultado de la pasión por la literatura que «desde muy joven» profesó Yolanda Álvarez. 

Abrió hace siete años, cuando decidió dar un vuelco a su vida. Dejó la docencia —hasta entonces era profesora de inglés en un instituto— y se embarcó en la aventura de emprender con los libros usados como compañeros de viaje. Eligió La cantante calva para hacer un «guiño» a su otra predilección, el teatro, y porque quiso que el negocio llevase nombre de mujer, puesto que el masculino impera en la nomenclatura librera. Siempre ha llamado la atención. «Había gente que por el nombre se hacía un poco de lío, entraban preguntando si era una ONG, siempre se han fijado en el nombre», reconoce Yolanda Álvarez. 

Cuenta que desde pequeña fue «una habitual de los rastros» allá donde iba. En ellos, compraba libros más baratos y empezó «a descubrir joyas y cosas interesantes que no había en las librerías convencionales», recuerda. Junto a los rastros, visitaba las librerías de segunda mano de Oviedo y «de cada sitio al que viajaba» y fue creciendo su interés por este modelo. «Son las auténticas librerías donde hay fondo y puedes encontrar libros descatalogados o que están en circulación pero a un precio más asequible; además, ofrecer esa oportunidad tanto a los libros como a los lectores me parecía muy interesante», defiende. 

Las ilustraciones son un complemento de la librería de segunda mano de Yolanda Álvarez.
Las ilustraciones son un complemento de la librería de segunda mano de Yolanda Álvarez.

Porque aparte de la vertiente ecológica que tiene dar una segunda vida a cada ejemplar, «para los que amamos los libros es como si tuvieran vida y nos cuesta mucho trabajo deshacernos de ellos», explica, por lo que «siempre puedes venderlos, donarlos o regalarlos a un amigo para que vayan a otras manos. Es como buscarles un refugio, si se van de tu casa que tengan otra a la que ir», apuesta Yolanda Álvarez.

Así, cada libro «puede tener una segunda vida, una tercera o una cuarta, porque los hay que van rodando mucho». Cada uno tiene su propia historia más allá de la que cuentan sus páginas. Para esta librera, lo que da alma a su negocio es precisamente eso. «Aquí aparecen libros con el exlibris —la marca de propiedad— de personas que viven en otros países o que lo compraron fuera de España, así que te preguntas qué historia tendrá», explica Yolanda. Porque «tienen su propia historia como las personas y podrías ir rastreando para saber cuál es su itinerario de vida. Es muy prestoso y hay mucha gente a la que le encanta encontrarse con el exlibris de otra persona en el libro de segunda mano o con dedicatorias que le hizo una persona a otra como regalo y que te hace pensar qué ocurrió por el medio para que el libro llegase hasta aquí», cuenta. En definitiva, un aspecto «un tanto romántico» que logra sobrevivir entre los libros de papel en una época de hegemonía tecnológica. 

Comprar, pero seleccionando

La cantante calva tiene un fondo de más de 3.500 libros que va cambiando gracias a la compraventa, fórmula en la que se basa el negocio de Yolanda Álvarez. Entran a preguntar quienes quieren deshacerse de libros por falta de espacio, mudanza o herencia. «Nosotros lógicamente tenemos que hojearlos, no cogemos todo por lotes porque nos gusta seleccionar mucho nuestro fondo, entonces escogemos lo que nos interesa y ofrecemos un presupuesto. Si los propietarios están de acuerdo, traen los libros y se paga en efectivo la cantidad acordada, aunque hay personas que prefieren traerlos y por ese importe llevarse otros de la tienda y reutilizar el dinero», explica. Además, sigue siendo habitual de los rastros y «también hay una labor de búsqueda de títulos. Cuando viajo voy buscando sitios de donde traer algunos ejemplares de segunda mano para aquí, siempre tengo la lupa del que busca el libro de segunda mano para revender», confiesa. 

Una de sus estanterías está dirigida a obras de temática feminista.
Una de sus estanterías está dirigida a obras de temática feminista.

Sobre la frecuencia de compra, Yolanda explica que no entran libros a diario «aunque ahora cada vez más se está preguntando todos los días si compramos». Sin embargo, en su caso abre un periodo de adquisición «más o menos cada mes y medio salvo que surja algo muy muy interesante entre medias», porque «tiene que existir un equilibrio entre venta y compra para nosotros». 

Por las estanterías de La cantante calva han pasado miles de títulos en estos siete años. Entre ellos, Yolanda Álvarez destaca «varias primeras ediciones de la escritora Carmen Martín Gaite, una incluso firmada por ella misma, y la primera edición de un libro de fotos que salió en los 90 sobre Madonna en inglés, que venía originalmente sellado en una bolsa para que no lo pudieras abrir y era muy caro en su momento y luego de segunda mano se cotizó muy alto también». Ese ha sido el ejemplar más caro que ha vendido desde su librería a una persona de Madrid que «lo compró para regalárselo a un amante de Madonna que es coleccionista de cosas de la cantante», recuerda. El precio superó los 150 euros, «mucho» para un libro de segunda mano. 

La piratería, el gran enemigo

Para adaptarse a los nuevos tiempos y al auge de la venta online, Yolanda Álvarez vende algunos de sus títulos en una plataforma conjunta. Eso sí, «no tenemos página web ni vendemos todo a través de internet», explica. Precisamente en la red está el gran enemigo de las librerías a su juicio, la piratería. «Las descargas gratis al libro electrónico están afectando muchísimo a toda la industria del libro, tanto a las convencionales como a las de segunda mano, porque es una competencia desleal y no podemos hacer nada. Se venden menos libros e incluso a la gente que viene se le escapa decir que ahora viene menos porque se baja gratis las cosas al libro electrónico, ese es el verdadero problema de los que vendemos libros», avisa. También afecta, considera, que «tampoco haya tanto lector como se piensa, se lee menos, los adolescentes no vienen tanto y la literatura juvenil e infantil sale menos, el cambio que está experimentando la sociedad nos afecta a todos», apunta Yolanda. 

Tiene literatura infantil y juvenil, temática asturiana y un largo etcétera.
Tiene literatura infantil y juvenil, temática asturiana y un largo etcétera.

En cambio, el perfil de las personas que pasan por La cantante calva es «muy variado». «Desde personas que vienen con niños a comprar libro infantil porque saben que encuentran lo que les gusta a buen precio a jóvenes universitarios que compran teatro, narrativa, lecturas que necesitan para Filología o para Filosofía, que es una de las estanterías que más se mueven, y poesía, sorprendentemente». Junto a ellos, «hay personas muy mayores que buscan un libro que tuvieron en su día y lo perdieron o lo prestaron y nunca volvió y vuelven a interesarse», detalla Yolanda. 

No trabajan temática religiosa ni esoterismo pero en sus estanterías hay de todo. Desde literatura infantil a libros en inglés pasando por Filosofía o feminismo, un gran fondo literario que Yolanda Álvarez ha ido dando forma a lo largo de los años. Para complementar los libros, ofrece a sus clientes una colección de ilustraciones y otra de bolsas de tela con algunos de los rostros o citas más reconocidos de la literatura. 

Algunas de las bolsas de tela con guiños literarios que vende Yolanda en su librería.
Algunas de las bolsas de tela con guiños literarios que vende Yolanda en su librería.

Cada maestrillo tiene su librillo… para poner los precios

Las librerías de segunda mano independientes se diferencian de las cadenas en que no tienen precios fijos, una fórmula con la que la propietaria de La cantante calva no está nada de acuerdo. «Cada librero tenemos nuestra forma que no comunicamos de valorar el libro, pero a rasgos generales te puedo decir que es imposible, no es correcto que todos los libros tengan el mismo precio, es como si vamos a una tienda de ropa y todo cuesta igual, no puede costar lo mismo un abrigo que una camiseta de verano obviamente», explica. «Se valora el formato del libro, la antigüedad, el hecho de que esté descatalogado lo encarece también y va desde lo más barato que es una edición de bolsillo a luego depende del tipo de literatura, la edición, etcétera», explica. «Tenemos nuestras guías para poner los precios pero sobre todo es conocer el mundo del libro y la literatura, por eso no pueden tener todos el mismo valor», reivindica.

En La cantante calva los libros que llenan las estanterías son de lo más variado y para hacer comunidad, Yolanda Álvarez cuenta con un club de lectura que se reúne una vez al mes «para charlar sobre los libros propuestos en el mes anterior» y con el que trata de fomentar el amor por la literatura que ella misma siente y que da un alma especial a esta librería de segunda mano.