Un restaurante oriental en pleno centro de la ciudad trae a Asturias la olla caliente que se ha convertido en tendencia entre los «influencers» gastronómicos: «Queda muy guapa para las fotos por cómo se sirve, pero sobre todo está muy buena»
30 ene 2024 . Actualizado a las 09:34 h.El hot pot es uno de los estandartes de la gastronomía china. Una tradición milenaria en forma de olla caliente en la que se cocinan productos de lo más variado: desde casquería hasta verduras o pasta. Hace pocos años esta forma de elaboración culinaria era una gran desconocida fuera de las fronteras del gigante asiático, pero hoy en día está de moda y en plena expansión. Tanto que acaba de llegar a Oviedo gracias a un grupo de socios con raíces chinas y asentados en Asturias que acaban de abrir un restaurante de la cadena Xiao Longkan.
Está en pleno centro de la capital asturiana, en el número 13 de la calle Nueve de Mayo, y ofrece una experiencia totalmente diferente. En un local de grandes dimensiones con decoración oriental se distribuyen unas mesas que llaman la atención al que accede por primera vez. En el centro de cada una de ellas hay un hueco con forma redonda y una placa de calor en la que se coloca la olla donde los propios comensales cocinarán sus alimentos.
Jéssica Chen, la encargada del establecimiento en Oviedo, explica que la motivación para abrir este restaurante viene de que «en Asturias no hay muchas opciones». «Está el típico chino de toda la vida y después ya los japoneses con sushi. Nosotros queríamos meter alguna variedad más de comida asiática para que la gente pruebe algo nuevo aquí pero que es muy típico y los chinos comen en sus casas», asegura.
Por eso dieron el paso de abrir en Oviedo una marca que ya está presente en Madrid, Portugal, Valencia o Zaragoza y llegará próximamente a Málaga. Y para animar a los asturianos a probar el hot pot, Jéssica Chen recuerda que tiene unos 2.000 años de historia y su origen está en un puesto de calle en el que se servía caldo caliente. «De repente les dio por meter casquería a hacer dentro del caldo, lo probaron y dijeron "uy, qué rico sabe", y empezó a ponerse de moda», asegura la encargada del nuevo restaurante ovetense. Eso es lo que quiere que pase en Asturias cuando la gente lo pruebe: «Puede sonar rarillo porque es comida que se cuece en un caldo, pero luego comiendo ya es otra cosa, es un sabor muy diferente al habitual y muy rico», asegura.
Por si fuera poco, es una comida de lo más fotogénica, ya que alrededor de la olla caliente se reparten con total orden los alimentos que luego se cocinan. Quizá la unión de sabor e imagen ha hecho que esta oferta se haya convertido en tendencia entre los influencers gastronómicos y cada vez se vea más en las redes sociales. «Está de moda porque queda muy guapa la comida puesta alrededor de la olla, hay muchos vídeos en Tik Tok o Instagram, pero sobre todo porque está muy buena», asegura Chen.
¿Cómo funciona el hot pot?
En el restaurante Xiao Longkan de Oviedo la carta gira en torno al hot pot que está instalado en el centro de todas las mesas. Lo primero que tienen que elegir los comensales es el caldo. Cada olla caliente se puede dividir en dos o tres opciones. En este local disponen de uno picante, otro de setas y otro de tomate. «Los caldos se pueden tomar solos. Como a los asturianos nos gusta mucho el caldo yo creo que esto va a gustar mucho a la gente», confía Jéssica Chen.
Tras elegir el caldo toca seleccionar la comida. Los productos se sirven crudos y se disponen alrededor de la olla caliente. Hay casquería, verduras, carne, pasta o marisco. «El hot pot admite de todo. La comida la servimos fresca y los clientes pueden ver lo que comen y es muy saludable», defiende la encargada. En el menú también aparecen los tiempos de cocción óptimos para cada uno de los alimentos y «si los comensales tienen alguna duda se la resuelven los camareros». Para rematar, se eligen diferentes salsas que dan el toque final a cada producto.
En cuanto a lo más demandado por los clientes, Jéssica Chen reconoce que los tres caldos «están muy ricos» y que el picante es el de mayor éxito, aunque advierte que «es muy fuerte». Los platos favoritos son las lonchas de angus y de wagyu que se sirven crudas y se cocinan en el hot pot. Además, en un apartado pequeño de su carta cuentan con productos ya elaborados que no tienen que pasar por la olla caliente, como son las albóndigas de gambas, las tiras de ibérico crujiente o los rollitos.
Como cada comensal se hace su propia comida en el centro de la mesa, la encargada recomienda acudir en familia o con un grupo de amigos para disfrutar de una velada «divertida», puesto que lo bueno del hot pot es compartir. De momento, sigue siendo algo «muy desconocido» en Asturias, pero asegura que la acogida está siendo buena a pesar de llevar pocas semanas de apertura. «De momento está yendo todo bien y a la gran mayoría de la gente le está gustando mucho», celebra Jéssica Chen, al frente de un equipo de una veintena de trabajadores.