Todos quieren venir a España

Laura García del Valle
Laura G. del Valle REDACCIÓN / LA VOZ

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Jaume Sellart | EFE

En el 2016 se batió el récord de visitas de extranjeros, y estos días, los destinos turísticos constatan que la fiebre continúa disparándose

16 abr 2017 . Actualizado a las 10:39 h.

La marca España cala cada vez más hondo. Una suma de factores entre los que se encuentran el impulso de la inversión privada en productos diferenciales, el desahogo económico y la inseguridad en destinos que tradicionalmente competían con España -sobre todo lugares de sol y playa- por arañar turistas han hecho que el 2016 haya sido un año de récord para este sector, alcanzando más de 75 millones de visitas que, especialmente, se repartieron entre Cataluña y Canarias. Ante esta tesitura no era de extrañar que, como refleja una estimación realizada por la Confederación española de hoteles (Cehat), la ocupación de los hoteles superaría, durante la Semana Santa, el 90 %. Así, según calculan los expertos, se crearán estos días casi 148.000 empleos.

David no ha podido contra Goliat y las polémicas viviendas turísticas no han debilitado un sector que, según el último barómetro de rentabilidad y empleo de los destinos turísticos españoles de Exceltur, en lugares tradicionalmente vacacionales como pueden ser el Levante, la costa del Sol o Barcelona, los niveles de ingresos se incrementaron durante el pasado año en torno a un 12,3 % de media y el empleo, por su parte, repuntó un 8,5 %. Los destinos urbanos españoles no andan tampoco rezagados, aunque el ritmo de crecimiento es sensiblemente inferior. De esta manera, serían Barcelona y San Sebastián las ciudades en las que los hoteles han ofrecido un rendimiento económico más beneficioso, según el barómetro de Exceltur.

Los europeos siguen siendo los más encandilados con las bondades y diversidades que ofrece un país como España, cuya gastronomía y clima son especialmente valorados por los extranjeros. Los británicos encabezaron en el 2016 la lista de países emisores de turistas, seguido por Francia y Alemania. No obstante es llamativo el caso de Irlanda, que lejos aún de los países mencionados anteriormente, aumentó en un 23 % el número de visitas a alguna localidad española.

Otra de las buenas noticias relacionadas con el bum que está viviendo España en materia de turismo es el gasto que los visitantes realizan en el viaje. Según datos del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, los turistas internacionales gastaron 77.000 millones de euros en a lo largo de 2016, un 8,3 % más que en el 2015. Así, el gasto medio diario creció un 6,5 %, alcanzando los 138 euros por persona.

Las dos caras del bum: el sector se frota las manos y en Barcelona piden limitar las llegadas

Cada vez son más los que van tachando días en el calendario intentando apurar el mes de abril para meter el bañador en la maleta e irse a una zona de sol y playa. Pero también son muchos los que, creyentes o no, se animan estos días a curiosear en las muchas procesiones que se están celebrando estos días por toda España. Por ello, el 84,3 % los empresarios consultados por el barómetro de Exceltur, una asociación formada por las 23 empresas más relevantes del sector turístico en España, esperan incrementar sus beneficios con respecto a la ya de por sí buena Semana Santa del pasado año. Las agencias de viaje y el sector transportes también piensan en mejoras, en este caso, con un incremento del 5 % sobre los resultados obtenidos el pasado año.

Mientras el conjunto del sector se frota las manos viendo el interés que suscita España en el extranjero y el aumento del gasto medio por turista con respecto a años anteriores, hay quien empieza a preocuparse por la merma de su calidad de vida ante el abarrote turístico. En Barcelona, por ejemplo, se está viviendo una situación que recuerda a la que sacude a Venecia, en donde los residentes huyen de la ciudad de los canales ante la subida masiva de los precios de la hostelería y la imposibilidad de hacer una vida tranquila. Así, en la capital catalana ya son más los barceloneses que prefieren poner coto al turismo que aquellos que quieren fomentar las visitas. Según el Informe sobre Actividad Turística, el 48,9 % de los residentes cree que se ha llegado al tope de la capacidad para dar servicio al visitante.