Rubén García: «En ningún momento prometí que si volvía a Segunda sería para jugar en el Sporting»

Andrés Menéndez

SPORTING 1905

Rubén García
Rubén García Real Sporting

La Voz de Asturias entrevista a Rubén García, jugador de Osasuna

22 sep 2018 . Actualizado a las 17:48 h.

Un año vistiendo la elástica rojiblanca ha sido suficiente para dejar eco en Gijón. Su llegada al Sporting careció de adaptación descubriendo un talento extraordinario para hacer fútbol. En el club rojiblanco destapó sus capacidades y explotó como un virtuoso determinante, protagonizando un alto bagaje de asistencias y goles. 

Gran parte del sportinguismo sigue a la espera desde su calurosa despedida a la carta pero finalmente su talento se desvió algo más de 400 kilómetros, rumbo a Pamplona. «Desde el primer momento Osasuna decidió apostar por mí», explica Rubén García (Xàtiva, 1993). El valenciano atiende a la llamada de La Voz de Asturias y relata sus primeros días siendo el rey del nuevo reino de Jagoba Arrasate. Cuenta su «no fichaje» por el Sporting y los motivos de la caída del equipo en el último tramo de competición, con el golpe final en play off. Con máxima educación y alejado del alarmismo argumenta una de las voces autorizadas del penúltimo vestuario rojiblanco. 

¿Qué tal? ¿Cómo le va por Pamplona?

Pues la verdad es que muy bien. He llegado a un club y a un vestuario con buena gente y que además es un gran grupo. Desde el primer día todos han ayudado en mi adaptación y me han acogido muy bien.  He estado un tiempo para buscar la casa porque como sabes tengo un montón de perros y ahora he encontrado una zona residencial que es tranquila y tiene jardín. Estoy muy contento.

¿Esperaba poder seguir en el Levante?

Bueno, hay que reconocer que en los últimos años el Levante ha crecido muchísimo. Tiene un proyecto muy ambicioso. Yo, honestamente, creo que venía de hacer un buen año en el Sporting. Al principio de la pretemporada es cierto que me comunican que iba a ser difícil que pudiera seguir en el club pero traté de dar mi mejor versión para jugar en Primera. Decidí esforzarme al máximo en entrenar bien. Estaba muy contento con la forma de dirigir de Paco López y él con mi trabajo; me dijo que sí había posibilidades para que seguir. Pero cuando está a punto de cerrar el mercado reconozco que fui un poco egoísta y pensé que mi situación contractual no era la más adecuada. A partir de ahí, solo en ese momento, sí que empiezo a barajar otras opciones.

Cuando estaba a punto de cerrar el mercado sí que empecé a barajar opciones de salir

Se despide por carta del Sporting y parece que deja la posibilidad de volver abierta

Sí, sí. Es que yo en ningún momento cerré la puerta para regresar al Sporting. Terminé muy contento en Gijón. La ciudad me encantó, hice amigos y de ahí esa carta tan emotiva. Fue un año muy grato para mí, en todos los sentidos.

En ningún momento cerré la puerta para regresar al Sporting

En redes sociales una parte de la afición creyó que es Rubén García el que rechaza al Sporting

Bueno, al final todo el mundo da su opinión y es respetable. Lo que sí te digo es que yo en ningún momento prometí que si volvía a Segunda sería al Sporting. En el fútbol todo da muchas vueltas y nunca puedes prometer nada ni garantizar nada. Cuando se dio la posibilidad de salir del Levante, el que estaba ahí, al pie del cañón, fue Osasuna.

¿Le llega a llamar Rubén Baraja para convencerle de venir?

Bueno, se dieron más conversaciones entrecruzadas entre clubs. Cuando hubo el momento de dar el paso y apostar por mí el que estuvo atento fue Osasuna. En Osasuna sí que me llamó Braulio (director deportivo) y Jagoba (entrenador). Eso lo valoré muchísimo. Por ejemplo, también valoré que la temporada pasada me llamase Paco Herrera. El Osasuna fue el único que llegó a un acuerdo con el Levante y que se interesó de verdad.

Valoré mucho la llamada de Braulio y Arrasate para convencerme de fichar por Osasuna

Tras la derrota en play off en Valladolid (3-1) ¿qué se habla en ese vestuario?

Bueno, realmente, fue un momento muy complicado. En el último tramo de Liga se creó incertidumbre a nivel colectivo e individual. En el vestuario sabíamos que quedaba El Molinón y podía pasar cualquier cosa pero también que habíamos perdido una gran oportunidad. No recuerdo una conversación concreta entre nosotros. Con cuatro comentarios y mirándonos a los ojos no hacía falta hablar mucho más. Fue un último tramo difícil. Llegamos a encabezar diez victorias consecutivas y catorce, creo, partidos sin perder. Son momentos de la competición.

¿Le ha sorprendido la revolución en el Sporting?

Bueno, sí que he visto que se han dado muchos cambios. Se ha ido gente que llevaba mucho tiempo. Es una nueva etapa y supongo que están todavía en ese proceso de adaptación. Un grupo necesita tiempo. Los partidos que he visto es un equipo en la línea de Baraja: sólido atrás, muy trabajado tácticamente y que quizá le falta un poco más de suerte en ataque.