Los motivos de los fichajes de Djurdjevic y Blackman

Andrés Menéndez

SPORTING 1905

Djurdjevic, en su presentación como jugador del Sporting
Djurdjevic, en su presentación como jugador del Sporting Real Sporting

La ineficacia de Djurdjevic y los problemas físicos de Blackman descubren las carencias de una posición clave

17 oct 2018 . Actualizado a las 12:37 h.

El Sporting no termina de despegar y se encuentra en plena crisis del gol con nueve goles en nueve encuentros y con la inexistente aportación de dos atacantes de la plantilla: Djuka y Nick Blackman. El serbio no dispara y su rendimiento genera muchas dudas; el inglés, aquejado de dolencias musculares desde su llegada, tampoco termina de entrar y solo ha sumado 60 minutos en 2 meses de competición. La reacción del segundo proyecto de Torrrecilla depende en cierta forma del renacimiento de los atacantes. Los fichajes de uno y otro responden a una búsqueda de dos perfiles y a la convicción en un estilo, con más recursos por dentro, que todavía no despunta.

Dos ´nueve´ de calidad y más nombres por dentro

Uno de los objetivos impulsados por la dirección deportiva, consensuado entre todos los estamentos del club, era elevar el nivel en la delantera con menos presencia en número pero con jugadores, en teoría, llamados a marcar diferencias en el gol. Con este movimiento, a su vez, se pretendía reforzar otras posiciones, entendiendo que, en principio, el cuerpo técnico jugaría con un solo punta y con más nombres por dentro. Se consideraba que la pasada temporada la plantilla tenía un número excesivo de delanteros y que, a su vez, ofrecían pocas soluciones en ataque.

Un 9 móvil y un ariete clásico

Cuando el mercado presentó la posibilidad de Uros Djurdjevic la dirección deportiva no dudó; la llegada de Uros, explorado desde hace temporadas por Miguel Torrecilla, era una oportunidad del mercado. Pagar más de 2 millones de euros se entendía como un esfuerzo pero también como una operación acertada. Se habían consensuado dos perfiles; un delantero más clásico y un jugador más móvil, capaz de jugar en un sistema con dos nombres. Después llegaría Neftali Manzambi, un jugador de futuro y que podría ayudar tanto al filial como al primer equipo.

Un ´9´ rematador

Se creía que el serbio encajaba a la perfección en esa búsqueda por su alta capacidad para el remate, potencial y carácter. Con el fichaje de Uros se frenaba la espera por Álex Alegría, un jugador del gusto de la dirección deportiva, en continuo contacto con sus representantes, pero que tenía como única prioridad seguir en Primera, dando largas a Sporting y  Dépor, los equipos mejor situados en caso de no encontrar acomodo en LaLiga. 

Torrecilla, el principal valedor de Alegría en el Betis, no esperó más y se lanzó a por Uros Djurdjevic. La estrategia en las ventas estaba clara: enrocarse y tratar de encarecer las salidas de Barba y Sergio. El ingreso por los traspasos de ambo posibilitaron al club hacer un esfuerzo por un fichaje que se entendía diferencial, mientras se pedía paciencia a Rubén Baraja, a la espera de delanteros. 

Equipos de LaLiga sondearon a última hora el fichaje del serbio

Así se cerró la llegada de Djuka, que se daba como una operación muy difícil. Incluso, según fuentes consultadas, en el día previo al fichaje del serbio, con el acuerdo ya muy avanzado, casi cerrado, asomaron intereses de equipos de Primera en España que, contemplando al delantero en el mercado, sondearon acometer la operación. Finalmente el acuerdo no se malogró y tras un importante esfuerzo el delantero llegó a Gijón.

Blackman: el delantero móvil

Cuatro días antes el Sporting confirmaba la llegada de Blackman, el delantero móvil que se ajustaba al perfil buscado en el mercado. La llegada del inglés se había dilatado ante las complicaciones emergidas por su club, Derby County, que no quería desprenderse totalmente de los derechos del atacante. Además se habían manejado otros nombres, entre ellos algunos jugadores de la Ligue 1 de Francia.

La dirección deportiva manejaba altos informes de Nick Blackman por su velocidad, potencia y capacidad para jugar en un sistema de dos delanteros, detrás del punta, lo que hacía posible aspirar a jugar con un sistema con dos atacantes complementarios. Torrecilla había seguido los avances de Babin en Israel en su cesión en el Maccabi Tel Aviv. Ahí destacó la figura de Blackman, un delantero distinto que, según los informes, atacaba con espacios. Las opiniones de Babin, al que se consultó más por el plano personal del delantero inglés que por el meramente deportivo, y de Jordi Cruyff, su entrenador en Tel Aviv, fueron favorables a acometer el fichaje.

De momentos Djurdjevic y Blackman no están cumpliendo con las expectativas y sus fichajes no terminan de dar ni mucho menos un rendimiento inmediato. El serbio, ya muy cuestionado, suma 8 jornadas sin encontrar el gol, fallando, incluso, un penalti; el inglés, que ha destacado en los ensayos en Mareo, se resiente de unas molestias en su rodilla derecha.