El complicado proceso de cambios y saltos en el camino de Pelayo Morilla

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

Pelayo Morilla
Pelayo Morilla

El técnico del Sporting B, Isma Piñera, explica el proceso de adaptación del canterano

18 ene 2019 . Actualizado a las 17:52 h.

Hace pocos meses Pelayo Morilla protagonizaba un debut histórico. Con 17 años y 37 días, el canterano se estrenaba con los mayores en Alcorcón, en el primer partido oficial del Sporting de la temporada. Se convirtió el en el cuarto debutante en Liga más joven de la historia del club. Llegó a golear en Copa y a debutar en Liga. Muchos pasos rápidos en poco tiempo. Todavía en edad juvenil, este joven extremo ha tenido que lidiar con meses de muchos cambios, llamadas y, también, ruido. Es el peaje por un talento que ha asomado con una fuerza muy llamativa.

En los últimos años, el exponencial crecimiento del canterano ha suscitado el interés de clubs muy importantes. Sin ir más lejos, el Fútbol Club Barcelona, en su nueva política de firmar talento emergente, ha puesto el foco en Morilla, con una proyección difícilmente de discernir.

El prestigioso diario inglés, The Guardian, situó a Morilla como una de las 60 grandes promesas del fútbol mundial. Los saltos de Pelayo no están siendo fáciles y en Mareo tratan de coordinar su crecimiento conforme a una evolución controlada y natural, aunque los procesos tienen sus complicaciones. En los últimos meses su evolución se ha congelado. Pelayo ha regresado a la dinámica con el filial y las llamadas de las categorías inferiores de la Selección o la aparición de lesiones tampoco han facilitado al proceso de crecimiento. En el filial solo ha podido participar en 10 encuentros mezclando apariciones como titular con minutos desde el banquillo. 

Hoy, el técnico del Sporting B, Isma Piñera, uno de los entrenadores que mejor conoce a Morilla, explicaba así el difícil proceso de cambios de Pelayo Morilla.

«Pelayo es un jugador que ha jugado con el primer equipo, con el segundo, con la Sub 19, con la Sub 18, con la Sub 19 asturiana y solo tiene 17 años. Ha tenido viajes, lesiones y su predisposición para jugar siempre es del 100%. Hay que manejar al chaval. Ha atravesado muchos cambios. Entre todos le tenemos que ayudar. Es un jugador con un presente y con un  futuro interesante. Estoy seguro que vamos a ver al Morilla que todos queremos ver».