La Pizarra: «Manudiversión» en el Sporting

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Manu García
Manu García @GuilleGL73

Artículo de opinión

28 oct 2019 . Actualizado a las 17:25 h.

El Sporting volvió a jugar al ritmo del guaje rojiblanco y de su inspiración llegaron los dos primeros goles para abrir la "lata", poniendo de ese modo distancias en el marcador frente al Zaragoza. Sin olvidar la segunda tarjeta amarilla que provocó, dejando virtualmente sentenciado el encuentro con la expulsión de Grippo.

Manu García se ha convertido en el motor del Sporting, tal como por otra parte se esperaba desde su llegada.

La goleada fue contundente y sirve para dotar de mayor confianza al proyecto de José Alberto, así como a diversos futbolistas en particular. No obstante, el equipo sigue en construcción y todavía resta mucho camino por recorrer. El rápido local gol y la expulsión durante la primera parte ayudaron a evitar un encuentro de mayores apuros para los rojiblancos, de modo que es momento para la alegría, pero no para la euforia desatada, al menos por ahora. El Zaragoza trató de sorprender a los sportinguistas en la segunda parte al juntar a cinco referencias en su ataque, dejando a un hombre entre líneas y tres atrás cuando controlaban la posesión, pero los locales supieron aguantar sus envites hasta que el cansancio les hizo ganar el pulso.

Los próximos tres partidos frente al Cádiz, el Numancia y el Oviedo ayudarán a calibrar si se trata de un espejismo o de una remontada.

El planteamiento inicial

José Alberto colocó un 4-2-3-1 con Mariño bajo palos y una línea de cuatro compuesta por Medina, Babin, Valiente y Molinero. La banda izquierda, como se esperaba, quedó seca a nivel ofensivo al colocar a un hombre a pierna cambiada, mientras el canterano del Athletic tuvo una mayor vocación ofensiva que en otras jornadas, lo que ayudó a batir líneas de presión con sus apariciones.

Por otra parte, se echan en falta mayores libertades -o confianza- para Marc Valiente, que en alguna ocasión podría aprovechar los arrastres de los mediocampistas para adelantar metros con el cuero controlado. En ese sentido, Javi Fuego tuvo mayores responsabilidades que Cristian Salvador a la hora de sacar el balón desde atrás. El zamorano se solía escorar ligeramente a un costado del mediocampo mientras el asturiano bajaba hasta formar una línea de tres centrales, bajo el objetivo de recibir el esférico de cara a la portería rival.

Una vez superados esos primeros metros, era Cristian el futbolista que cogía el testigo, hasta el punto de dar la asistencia del cuarto gol en un desplazamiento en largo hacia Álvaro. Por contra, Fuego le batió a nivel de destrucción del juego rival, demostrando un buen trabajo en pareja. La dupla de mediocampistas parece asentarse como titular, aunque todavía falta por verla trabajando con un marcador adverso, o al menos con un 0-0 que obligue al Sporting a llevar el peso de la contienda en la media hora final.

En las bandas se encontraba Aitor, que estuvo a una diana de llevarse el nuevo balón rosa -esférico retirado por LaLiga para las siguientes jornadas salvo en caso de nevada- a su casa, y un Isma Cerro que sigue dejando buenas sensaciones mientras recupera su máximo nivel después de un año en el dique seco. Regresando al bigoleador, sigue teniendo muchos problemas para superar a su par en el uno contra uno y para enviar balones con peligro al área. Sin embargo, sus diagonales en velocidad han vuelto a producir nuevas ocasiones de gol, una faceta que debe explotar mucho más el equipo rojiblanco, ya que su fútbol es más propio de un delantero caído a banda de un extremo. Cuantos menos toques necesite dar y más cerca reciba de la portería rival, mayores opciones de éxito tendrá. A su vera se encontraba el imperial Manu García, y unos metros por delante Uros Djurdjevic.

El delantero serbio sigue negado de cara al remate, pero dejó destellos de calidad en su participación durante el primer gol de Aitor, en la jugada de la expulsión rival y en una buena asistencia al citado extremo que no finalizó en gol.

Los cambios

Carlos Cordero por Babin. Cambio obligado por lesión, hombre por hombre. En este punto la novedad más relevante pasó porque el zurdo dejó en la grada a Borja López y Damián, ya que el cuerpo técnico apostó por su polivalencia para ganar una plaza más ofensiva en el banquillo.

Álvaro por Djuka. El delantero dejó buenas sensaciones con sus desmarques en otro cambio de hombre por hombre. Un movimiento que posiblemente se pueda volver a ver en el once inicial del próximo viernes. Su gol le puede dar una oportunidad ante el Cádiz.

Carmona por Isma Cerro. Un nuevo cambio que buscó piernas frescas en un rol similar.

El balón parado

No hizo excesivo daño ni en ataque ni en defensa. Lo más anecdótico se encontró en el debut de Javi Fuego como lanzador, con un disparo que se estrelló contra la barrera.

Nota a José Alberto y el cuerpo técnico

Notable. Este Sporting no se parece mucho al planteado en un comienzo, pero hay que reconocer que el cuerpo técnico ha dado con la tecla para ir reajustando las piezas y hacerlo competir. Si en los anteriores duelos Víctor Fernández le ganó la partida, ayer José Alberto movió mejor las piezas. Por ejemplo, haciendo daño a la defensa con carrileros de los maños.