El representante llegó ayer a tierras asturianas
08 ago 2022 . Actualizado a las 21:37 h.El Real Sporting de Gijón logra su objetivo y después de conseguir el sí quiero de Uros Djurdjevic y el de su familia, espera obtener esta semana la respuesta afirmativa del representante del jugador, que ayer llegaba a Gijón y era recibido por la familia del delantero rojiblanco.
El agente FIFA visitó las oficinas de Mareo pasadas las 10 de la mañana y estuvo reunido hasta media mañana para definir los flecos finales de la gestión. El jugador no ha estado presente en las oficinas y disfrutó la mañana junto a su familia. Está prevista su presencia durante la tarde, ya que el entrenamiento está programado para las 18:00.
Darko Ristic era el hombre que estaba ralentizando la operación e intentando traer a Mareo una oferta que pudiesen aceptar el punta y el Sporting, pero la insistencia rojiblanca en no venderlo a la baja, a pesar de finalizar contrato en junio y de poder negociar con otros clubs desde enero con la carta de libertad, no favorecía el escenario de un traspaso.
Tampoco lo hacía el hecho de que el jugador tuviese preferencia por la Primera división española y el fútbol inglés. En el segundo caso no cumplía los requisitos para recibir la licencia de futbolista profesional y en el primero, los sondeos que llegaron de entidades como el Valladolid o el Rayo Vallecano eran por cantidades inferiores a los 5 millones de euros por los que habría sido vendido en 2021. Las ofertas recibidas desde otros lugares no convencían a las partes, solo al representante.
El futbolista tiene entre ceja y ceja el reto de lograr el ascenso a la liga de las estrellas, algo que ve más cerca desde la llegada a Mareo de Abelardo Fernández, Gerardo García y el grupo Orlegi. Cada reunión a la que asistía se sentía más implicado en este nuevo proyecto, una sintonía que si bien es cierto, también tuvo en su momento con Javier Fernández, una de las personas que más lo ha defendido en sus peores momentos de cara al gol en El Molinón - Enrique Castro 'Quini'.
Djuka tiene 28 años, por lo que si cumple el contrato apalabrado, a falta de los flecos finales, dejaría el Sporting con 33 años en 2027 convertido en una leyenda sportinguista por su longevidad con la camiseta. Una larga extensión que en cierto modo es una manera de compensar la reducción salarial frente a su caché de mercado, que rondaba los 1,5 millones anuales. Sobre el papel se trata de su último gran contrato, aunque está prevista una nueva mejora de sus condiciones en caso de ascenso y si llegasen ofertas realmente potentes para ambas partes se estudiarán en el futuro.
En paralelo, la escuadra también ha ido logrando en las últimas semanas desbloquear el panorama económico para poder presentar ante LaLiga el futuro contrato del jugador sin que suponga un problema para el control financiero de la patronal. Por ejemplo, a través de los ingresos por el traspaso de Manu García, la ampliación de capital propuesta por la nueva propiedad o incluso la retirada de la remuneración para el Consejo de Administración, que no está vinculada al presupuesto deportivo aunque sí influye indirectamente al reducir los gastos.
El internacional por Montenegro acumula en competición liguera 150 partidos con el Sporting y 53 goles, esta semana ampliará sus registros, al menos en participaciones.
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