Cristo, el delantero «reguetonero» de Cervera que quiere triunfar en el Sporting

Francisco Rodríguez

SPORTING 1905

Cristo González
Cristo González Real Sporting

La cara menos visible del fichaje rojiblanco

09 ago 2022 . Actualizado a las 01:26 h.

Ya sea por el instinto natural del ser humano de sentirse atraído por la novedad o simplemente porque el chico maneja unas excelentes capacidades para esto del fútbol, la realidad es que el de Cristo González está siendo uno de los nombres más resonados alrededor de la acción del Real Sporting de Gijón por sus ilusionantes primeros pasos como rojiblanco.

Su calidad para destacar en la categoría de plata es innegable desde que debutara en la misma con apenas 16 años, siendo su hándicap corregible por todas las partes implicadas el saber tratar y mantener constante en la competición un carácter especial que, quizás le hace vivir lejos de un equilibrio interno, pero que precisamente es el que le ha permitido llegar y asentarse en la élite.

Cristo empezó a darle patadas a un balón, no porque le gustase el fútbol, sino porque solo quería divertirse con sus amigos de la localidad canaria de Añaza. También ayudó que uno de sus dos hermanos mayores jugase en la cantera del CD Tenerife, aunque con el pasar de los años él seguía prefiriendo jugar con sus amigos en el CD El Laurel y saltando las vallas del colegio de su pueblo para aprovechar sus pistas. Esa actuación natural emanada de la calle, y que en alguna ocasión le ha traído ciertas discrepancias con algún entrenador que lo deseaba encasillar y mecanizar, continúa apareciendo como el mejor y de los más innegociables valores futbolísticos de un nuevo delantero rojiblanco que se ha hecho un nombre desde su libertad creativa, y poco a poco con una mayor cuota de responsabilidad con sus compañeros, y el hacer mejor a los demás a través del potenciamiento de su propio talento.

El delantero canario ha forjado su ser de futbolista respetando las características naturales de cada etapa madurativa que ha logrado englobar y adaptar al profesionalismo. Ya con 6 años demostraba por las calles de Añaza su extraordinaria capacidad técnica para recibir, realizar conducciones progresivas, superar al contrario en 1vs1 y disparar desde la larga distancia. Posteriormente, su deseo innato de interrelacionarse con sus compañeros empezó a ser una constante hasta el día de hoy, siendo en el presente un prototipo de jugador alejado del ‘9’ de área y más cerca de ser un organizador del ataque. Muchos técnicos que lo han tenido entre sus manos lo asemejan, y evidentemente guardando las distancias, con un Karin Benzema con quien llegó a compartir vestuario en el Real Madrid. Eso sí, su mayor referente futbolístico es Leo Messi.

La competitividad y el esfuerzo ya venía de serie en Cristo al fijarse desde muy pequeño en la mayor referencia de su vida: su madre. Ella sola tuvo que sacar adelante a sus tres hijos dentro de una situación económica muy poco boyante, hasta tal punto de tener que ejercer al mismo tiempo en tres trabajos diferentes. Consciente de su pasión por el fútbol, la madre de Cristo se aprovechó de ello para, diciéndole que se lo quitaría en caso de no sacar buenas notas en el colegio, que el joven canario se aplicase en los estudios y fuese una persona con buenos valores.

Con una mayor madurez y consciencia de la vida, y a pesar de que él quería seguir jugando con sus amigos del pueblo, Cristo se integró en la cantera del Tenerife a sabiendas de que ese era el mejor camino posible para cumplir sus objetivos de llegar a ser futbolista profesional y posibilitar que su madre dejase de trabajar. Su adaptación al club blanquiazul no fue sencilla ya que, era tal la superioridad con respecto a los jugadores de su edad, que desde un principio los técnicos lo pusieron a competir contra chicos con más años. Aquello le sirvió para afianzar su capacidad de superación, además de conocer y dominar su cuerpo para sacar un máximo rendimiento del mismo y ganar ventajas desde sus virtudes. Mismo procedimiento ejecutado cuando llegó al Real Madrid Castilla y transformó de manera notable su estado físico. Y todo ello sin nunca perder ese atrevimiento para hacer cosas inimaginables al instante dentro del campo.

Su primer contacto con el fútbol profesional no fue el deseado de cara a empezar dicha compleja andadura con buen pie. Nada más llegar a su primer entrenamiento con el primer equipo del Tenerife, Álvaro Cervera, por aquel entonces entrenador del conjunto insular, le dijo a Cristo que se parecía más a un cantante de reggaeton que a un futbolista. A González le tocó demostrar en el día a día que se merecía una oportunidad que se ganó con apenas 16 años cuando el propio ex técnico del Cádiz le hizo debutar en El Toralín. Nada propenso a regalar tal nivel de premio, el de Guinea Ecuatorial dio el arriesgado paso al ver en él una gran capacidad para manejarse en el ritmo y fuerza de los pases de los profesionales, de ofrecer correctas respuestas cognitivas y de poseer la suficiente madurez como para poder controlar esos desconocidos factores externos e internos. Su fuerte carácter le permitió adaptarse con mucha naturalidad a la circunstancia emocional de pasar de jugar ante 100 personas a hacerlo ante 20.000 espectadores que te exigen ganar o te presionan para lo contrario.

Cristo ha sido dirigido por entrenadores que han pasado por el Sporting como José Alberto López y Pep Martí, este último espetándole en diferentes ocasiones la famosa frase: “Y luego queremos jugar”. Con más razón aún en su caso, el canario, que es el primero que quiere ofrecer su mejor versión, necesita que lo estén continuamente apretando y que sobre todo sean empáticos y comprensivos con su manera de ser. Por experiencia, Abelardo sabe que deberá crear un clima que favorezca la gestión de un perfil y carácter muy particular. Crear un feed-back muy fuerte en el que ambos entiendan en cada momento lo que necesitan de manera mutua.

El nuevo complemento de Djuka en la punta de lanza rojiblanca reconoce los errores cometidos a lo largo de su corta carrera, como cualquier futbolista y persona, aunque también ha crecido mucho desde su aprendizaje. Cristo es consciente de que ciertos problemas extradeportivos no los puede volver a cometer porque le alejaría de su objetivo de ser con todas las de la ley futbolista de Primera División. Por ello, cada vez que el trabajo se lo permite, vuelve a sus orígenes para recargar fuerzas a través del pensamiento sobre todo lo que ha conseguido hasta ese momento y recordar el sacrificio ejercido tanto por él como por su familia para hacer realidad su sueño.

Cristo, ‘El Redentor’ para unos familiares y amigos que lo definen como una persona tranquila, leal y que nunca le falla a quien se comprometa con él, llega al Real Sporting de Gijón dispuesto a aprovechar esta nueva reválida en su trayectoria. Al igual que hizo cuando era muy joven o cuando tenía 17 años y firmó por el Real Madrid Castilla, aprendiendo de los difíciles momentos vividos en su primer año en Valdebebas, el canario se autoexige y espera que Abelardo le exija el máximo posible para luchar y poder cumplir el mayor reto imaginable, que en este caso es el de ascender a Primera División con la zamarra rojiblanca.

Sorteado el calendario del Sporting B

El fin de semana del 11 de septiembre dará comienzo la temporada para el Sporting B contra el CD Colunga en el Campo de Fútbol de Santianes. Su segundo compromiso les medirá al Valdesoto CF en la Escuela de Fútbol de Mareo. Los rojiblancos acabarán la liga contra el Luarca CF en el Estadio de La Veigona. 

Listado de rivales del filial

  • Avilés Stadium CF
  • Caudal Deportivo
  • UC Ceares
  • CD Colunga
  • Condal Club
  • CD Covadonga
  • CD Lealtad
  • L´Entregu CF
  • UD Llanera
  • CD Llanes
  • Luarca CF
  • CD Praviano
  • Real Titánico
  • CD Tuilla
  • Valdesoto CF