Una anciana deja en «shock» a la Reina Letizia por un comentario sobre su edad

Nacho G. Ruano REDACCIÓN

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La Reina Letizia durante su visita a Lerma
La Reina Letizia durante su visita a Lerma TURISMO CASTILLA Y LEÓN

Las inocentes palabras de la nonagenaria pillaron por sorpresa a la monarca, que dudó en cómo responder

25 abr 2019 . Actualizado a las 13:35 h.

Una visita protocolaria de la Reina Letizia a Lerma (Burgos) parece no dar mucho juego, más allá de los comentados modelitos que la monarca suele exhibir en sus apariciones públicas. Estos vestidos son escrutados al milímetros por las publicaciones de moda, que siguen con interés la agenda pública de Letizia Ortiz. No obstante, de vez en cuando la monarca protagoniza escapadas fuera del protocolo que dan de que hablar. En este caso, visitó por sorpresa a las monjas del Monasterio de San Blas, para delirio de los presentes. Sin embargo, un episodio que hasta ahora no salió a la luz ha eclipsado estas dos visitas. Sálvame emitió en exclusiva un vídeo de la monarca charlando con una pareja de nonagenarios en el que un inocente comentario de la anciana acabó por desencajar el rostro de Letizia Ortiz, que no supo cómo actuar. 

Una vez finalizada la inauguración de Las Edades del Hombre en el Monasterio de la Ascensión, la reina se acercó a saludar a las personas ahí presentes, y reparó en una pareja de ancianos con la que comenzó a hablar de forma distendida, sin saber que de esa conversación saldría un momento captado por los móviles de los ahí presentes que saldría a la luz. La charla comenzó con una pregunta de Letizia Ortiz sobre la edad de la simpática pareja de ancianos, a lo que respondieron señalando que ambos tenían 93 años. «¡Qué matrimonio tan mayor, pero tan bien! Aquí en Lerma viven ustedes muchos años. Con 93 años hay que dar gracias», afirmó la monarca. 

La nonagenaria le preguntó sobre su edad a la reina, que señaló que tiene 46 años. La respuesta de la anciana sobre este dato dejó sin palabras a Ortiz, que apenas pudo responder de la sorpresa. Ni corta ni perezosa, la nonagenaria confesó que le «echaba muchos más». El rostro de la monarca estaba desencajado, y apenas pudo salir del apuro al que esta inocente anciana había puesto a la reina. «Muchísimas gracias. Cuídese señora», se despidió la monarca.