Francisco José Garzón declaró voluntariamente ante el juez esta mañana y aseguró que la conversación se centró en la vía en la que debía parar en Pontedeume
La caja negra confirma que el Alvia circulaba a 192 kilómetros por hora antes del descarrilamiento y que recibió la llamada de un controlador de Renfe, aunque la empresa no la reconoce como oficial
Los investigadores calculan que fue la distancia que el tren recorrió sin control. Garzón declaró ante el juez que pensó que estaba en un tramo anterior