
España encuentra su veneno
La abundancia inquieta a José Antonio Camacho e ilusiona a la afición española. Acostumbrado a trabajar con equipos limitados, el seleccionador parece incómodo ante el caudal ofensivo de Diego Tristán, Raúl y Valerón. Su crispación aumenta al mismo tiempo que reúne un tridente al nivel de las mejores selecciones del mundo. En los últimos Mundiales, el equipo nunca antes contó con jugadores tan desequilibrantes. La escasez de veneno rojo se achacaba al excesivo protagonismo de los delanteros extranjeros en la Liga de las Estrellas. Quizás por el miedo a un fracaso, el técnico de Cieza cambió ahora de coartada, y habla del déficit de centrales.