Al igual que hizo antes la Xunta con la Lei de Recuperación de Terra Agraria, el Gobierno catalán quiere recuperar la actividad en las tierras que se han dejado de cultivar en los últimos años. La diferencia es que mientras en Galicia la movilización de las fincas es totalmente voluntaria, el Ejecutivo catalán obligará a los propietarios que no las usen a arrendarlas.
M.C.