Abertis y Colonial deciden mañana su salida de Cataluña

EUROPA PRESS MADRID

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DANI POZO | AFP

El grupo empresarial, especializado en concesiones públicas, sigue la estela de otras grandes empresas como Gas Natural Fenosa, CaixaBank, Banco Sabadell, Agbar o Freixenet

08 oct 2017 . Actualizado a las 21:42 h.

Abertis ha convocado una reunión extraordinaria de su consejo de administración para primera hora de la tarde de este lunes con el fin de aprobar el traslado de su sede social de Barcelona, ante la incertidumbre política que actualmente se registra en Cataluña.  Las oficinas que la compañía, que dirige Francisco Reynés, tiene en el Paseo de la Castellana de Madrid, en pleno centro financiero de la capital, se perfilan como nueva sede de la empresa. Abertis se suma así al listado de entidades financieras y empresas que en los últimos días han optado por salir de Cataluña ante la incertidumbre política y económica generada por el referendo ilegal del pasado día 1 y la posibilidad de una declaración de independencia esta semana.

En el caso del grupo de autopistas y satélites, opta por dejar Barcelona días después de que lo hiciera Criteria CaixaHolding, su primer accionista de referencia con un 22,3% de su capital, que ha optado por llevar la sede a Palma de Mallorca.

Ambos han sucedido a CaixaBank, Banco Sabadell, Gas Natural, Agbar y Freixenet, entre otras entidades y empresas que han ido dejando Cataluña estos días.

Pendiente de una OPA

Además, en el caso de Abertis, se da la circunstancia de que cambiará su sede en vísperas de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de luz verde a la OPA que la italiana Atlantia lanzó el pasado mes de junio sobre el grupo. Abertis tiene sede social en Barcelona desde su constitución. En un principio estuvo ubicada en el Parc Logistic de la ciudad, si bien en abril de 2015 la trasladó a un inmueble de la Avenida Pedralbes alquilado a Colonial.

Colonial trata este lunes mover su sede de Barcelona

Colonial ha convocado un consejo de administración extraordinario para este lunes, 9 de octubre, para «tratar» sobre el traslado de su sede social de Barcelona, según informaron a Europa Press en fuentes cercanas a la socimi. Las oficinas que la compañía tiene en el Paseo de la Castellana de Madrid se perfilan como nuevo domicilio social de la inmobiliaria patrimonialista, propietaria de una cartera de edificios de oficinas repartidos por el centro de la capital, la Ciudad Condal y París. Colonial aprobará así cambiar su sede, actualmente ubicada en la Avenida de Diagonal de Barcelona, ante la incertidumbre generada en Cataluña por el reto independentista, el referendo ilegal del pasado domingo y la posible próxima declaración de independencia.

En el caso de la inmobiliaria que preside Juan José Brugera, la agencia de calificación Moody's advirtió esta pasada semana de la posible devaluación de sus edificios que podría generar la actual situación en Cataluña. Colonial tiene en Barcelona el 19 % de su cartera de oficinas, valorada en total en unos 8.000 millones de euros. Otro 35 % está en Madrid y en 46 % restante, en París. Según indicó Moody's, el descenso del valor de los inmuebles puede afectar al nivel de endeudamiento de Colonial, dado que las inmobiliarias patrimonialistas lo miden a partir de la relación entre su endeudamiento y el valor de sus activos. No obstante, la firma indicó que, dado que el peso de Barcelona era menor respecto a los otros dos mercados de la empresa, ni en el peor escenario su endeudamiento superaría la cota del 50% del valor de sus activos, por lo que, asimismo, descartaba una revisión del 'rating' que tiene asignado a la compañía.

LA FAMILIA PUIG, ACCIONISTA

Colonial está participada mayoritariamente por inversores extranjeros, como el fondo soberano de Qatar, con un 10,6 %, y el grupo mexicano Finaccess, con un 13,7 %. No obstante, la familia catalana Puig desembarcó este año en su capital, donde tiene una participación del 5 %. Además, la inmobiliaria y el grupo de cosmética se han aliado para abordar juntos un proyecto precisamente en Barcelona. Se trata de la construcción de una nueva y emblemática torre de oficinas de 21 plantas de altura que se levantará en la Plaza Europa.