Casado modera su discurso buscando el cierre de filas para la carrera del 10N

Francisco Balado Fontenla
FRAN BALADO MADRID / LA VOZ

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Teodoro García Egea y Pablo Casado, en una imagen de archivo.
Teodoro García Egea y Pablo Casado, en una imagen de archivo. Eduardo Parra | Europa Press

Cs vuelve a rechazar España Suma: «Hay que sumar diputados, no imputados»

24 sep 2019 . Actualizado a las 08:24 h.

Pablo Casado pareció haber aprendido la lección que le dieron las urnas el pasado 28 de abril en las últimas generales celebradas hasta la fecha: las elecciones se ganan desde el centro. Para las autonómicas y municipales del 26 de mayo suavizó algo su discurso, lo que le permitió salvar la pelota de partido gracias a Madrid. Y para su próxima cita con las urnas parece que seguirá esa senda.

Al menos es lo que dio a entender en su discurso de este lunes ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, en el que se postuló para «liderar una mayoría centrada con un calendario de ambiciones nacionales». Las encuestas que maneja Génova recogen que los bandazos de Rivera y el descalabro de Vox durante la legislatura fallida han reforzado su figura como jefe de la oposición, y a diferencia de mayo, se ve incluso más cerca de la Moncloa que de ceder la histórica posición hegemónica de los populares en el lado conservador del tablero político: «No hay posibilidad alguna de sustituir al PP como cerebro y corazón y pulmón del centroderecha», advirtió a los líderes de Cs y Vox. Y esta confianza contribuye a que su discurso gane suavidad.

Su moderación fue celebrada por varios de los barones territoriales, que a las puertas de Génova cerraron filas con su presidente. El líder del PP vasco, Alfonso Alonso, aplaudió «la música y la letra» de un proyecto que es «el que hemos defendido siempre». El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, que desde hace meses le viene recomendando «ensanchar» el caladero de votos, se mostró entusiasmado por volver a «unir lo que estaba unido». 

García Egea, jefe de campaña

Esta moderación podría verse reflejada en las listas de un 10N que tendrá como director de campaña al secretario general, Teodoro García Egea. Nombres como el de la exministra onubense Fátima Báñez vuelven a sonar con fuerza para regresar a la primera línea tras una reciente y abrupta salida del partido.

Una posición de salida en las listas del Congreso o el Senado podría ser la solución para intentar cerrar el cisma del PP asturiano. Mercedes Fernández presentó este lunes su dimisión como presidenta para dejar paso a Teresa Mallada, impuesta por la dirección nacional como candidata al Principado en las pasadas elecciones autonómicas.

Casado aprovechó las negativas de Cs y Vox a su propuesta de España Suma para acusar a estas dos formaciones de estar más preocupadas por arrebatarle el cetro al PP que por sacar a Sánchez del poder. Los naranjas volvieron a desechar ayer una alianza electoral a través de su portavoz en la Ejecutiva, Lorena Roldán, que aseguró que el objetivo para el 10N es «sumar diputados, no imputados», insistiendo en que el mejor arma para derrotar a Sánchez es unir fuerzas mediante pactos poselectorales, como en Madrid o en Andalucía.

Roldán despachó la última oferta planteada por la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, que se ofreció a no liderar las lista por Barcelona en favor de Arrimadas.

La encuesta de «20 Minutos» responsabiliza al PSOE y a Cs del bloqueo político

Todas las encuestas publicadas desde que la amenaza de la repetición electoral fue ganando peso coincidían en que esta especie de segunda vuelta en la que se va a convertir el 10N favorecería al bipartidismo, fortaleciendo ligeramente al PSOE y al PP, que se beneficiarían de sus posiciones de liderazgo en cada uno de los sectores del tablero político.

Sin embargo, la elaborada por Ipsos publicada este lunes por 20 minutos rompió esta tendencia, y apunta a que Pedro Sánchez podría ser señalado como uno de los culpables del bloqueo político, ya que su formación, aunque volvería a imponerse e las urnas con cierta holgura, se dejaría en el camino un puñado de votos, pasando del 28,7 % de apoyos a un 28 %.

Pero el principal damnificado sería Albert Rivera, que podría ceder hasta dos puntos porcentuales, del 16 % al 14,2 %, lo que supondría obtener entre cinco y ocho representantes menos en el Congreso. El gran beneficiado sería el PP, que podría pasar del 16,7 % de votos al 19,8 %, lo que podría hacerle crecer desde los 66 diputados actuales hasta los 79 o incluso 83 escaños. En contra de lo que recogen la mayoría de los trabajos demoscópicos, Podemos no solo defendería su posición, sino que incluso podría mejorar nueve décimas. Por su parte, Vox cedería medio punto.

La principal lectura de esta encuesta es que el PSOE y Cs ya no sumarían para lograr la mayoría absoluta, por lo que Sánchez se vería obligado a insistir con la vía de Podemos e independentistas.