Sánchez descarta la gran coalición para evitar la fuga de votos por la izquierda

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, ha acusado este viernes a las derechas de estar  traicionando la foralidad  de Navarra con discursos  de ira y falsedad
El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, ha acusado este viernes a las derechas de estar traicionando la foralidad de Navarra con discursos de ira y falsedad DAVID DOMENCH - EUROPA PRESS

El líder del PSOE no es igual de rotundo respecto a un posible acuerdo de investidura

02 nov 2019 . Actualizado a las 09:24 h.

La campaña acaba de comenzar y quedan aún nueve días para los comicios, pero los pactos poselectorales monopolizan ya el debate. «Nosotros no vamos a hacer ninguna gran coalición con el PP». El líder del PSOE, Pedro Sánchez, quiso zanjar así de salida el recurrente argumento del candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, de pedir el voto para impedir que socialistas y populares alcancen un acuerdo tras las elecciones. Sánchez quiso darle la vuelta al argumento y planteó a su vez un reto al líder del partido morado. «¿Va a seguir bloqueando la formación del único Gobierno posible liderado por el PSOE junto a la derecha y la ultraderecha? ¿Sí o no? Responda a esa pregunta», le cuestionó, dejando claro así que tampoco se plantea un Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos.

La posibilidad de que socialistas y populares tengan que llegar a algún tipo de acuerdo tras los comicios para acabar con el bloqueo político es una hipótesis cada vez más probable a la luz de las últimas encuestas. Excepto la realizada por el CIS, ninguna dibuja un escenario en que el bloque de izquierdas (PSOE, Unidas Podemos y Más País) o el de derechas (PP, Ciudadanos y Vox) alcancen la mayoría suficiente para lograr la investidura y menos aún para gobernar con mayoría absoluta. Las fuerzas parecen en este momento muy igualadas tanto en porcentaje de votos como en número de escaños. Y, con la media de los sondeos conocidos, si Sánchez no llega a algún tipo de acuerdo con el PP solo podría ser investido gracias al apoyo o la abstención de los partidos independentistas. Algo que parece complicado por el clima tras la sentencia del procés

Iglesias no se fía

Lo cierto es que a pesar de la contundencia de sus palabras, Sánchez descartó cualquier posibilidad de una gran coalición de Gobierno, pero no de algún tipo de acuerdo con los populares que permita su investidura. «No vamos a pactar un Gobierno con un partido político que lo que ha hecho es pactar con la ultraderecha que banaliza la violencia de género, la igualdad entre hombres y mujeres y también la historia democrática de este país. Por tanto, señor Iglesias, ningún problema, ningún temor», señaló en el primer mitin de su campaña, celebrado en Vitoria.

Tras escuchar estas declaraciones, Pablo Iglesias convirtió el acto político que celebró en Palma de Mallorca en una especie de diálogo con el líder socialista. Destacó el hecho de que Sánchez no había descartado expresamente un pacto de investidura, pero, a pesar de ello, dijo apreciar que le hubiera respondido. «Aunque no me fío, agradezco las declaraciones», señaló, pero añadió de inmediato que el presidente del Gobierno en funciones «también dijo que publicaría la lista de amnistiados fiscales, que iba a cerrar las casas de apuestas y que iba a intervenir en el mercado del alquiler». «En política me fío hasta donde me fío», concluyó Iglesias.

La confrontación entre ambos deja claro que la fracasada negociación que condujo a la repetición de los comicios ha generado una gran desconfianza y un distanciamiento personal entre ambos, que se culpan mutuamente de que no fuera posible un Goberno de izquierdas. Iglesias no solo reprochó a Sánchez que tratara de forzarle a comprometerse a apoyar su investidura gratis antes de las elecciones, sino que puso en duda incluso la victoria del PSOE. «La gente no ha votado todavía, a ver si no se va a llevar alguno una sorpresa», ironizó.

Los socialistas tienen pactos autonómicos y locales con todo tipo de fuerzas

 G. B.

La negativa de Pedro Sánchez a cualquier posibilidad de formar un Gobierno de coalición con el PP o con Unidas Podemos choca con la variedad de Ejecutivos de coalición que el PSOE tiene con otras fuerzas en comunidades y ayuntamientos en los que gobierna. En Aragón y La Rioja, los socialistas gobiernan en coalición con Podemos. En Baleares, con Podemos y Més per Mallorca, partido que apoya el derecho de autodeterminación. En la Comunidad Valenciana, con Compromís y Podemos. En Canarias, con Podemos y Nueva Canarias. Y en Navarra, con Podemos y los nacionalistas vascos de Geroa Bai gracias a una investidura de la socialista María Chivite lograda con la abstención de Bildu. En Barcelona, el PSOE gobierna la alcaldía en alianza con Ada Colau, de En Comú Podem. En Logroño, con Podemos. En Lugo, con el BNG. Pero, además, los socialistas han llegado también a pactos con fuerzas independentistas catalanas. El PSC se hizo con la presidencia de la Diputación de Barcelona gracias a un pacto con Junts per Catalunya, el partido del expresidente catalán Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española. Además, el PSC comparte gobierno con la CUP en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), donde la alcaldía es de ERC y mantiene acuerdos con los partidos independentistas en 40 ayuntamientos catalanes. Por contra, son muy pocos los municipios españoles en los que el PSOE gobierna en coalición con el PP, entre ellos el de Arucas, en Gran Canaria.