Los cinco candidatos buscan en el debate el voto de seis millones y medio de indecisos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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David Fernández

El programa se estructura en cinco grandes bloques y Pablo Iglesias cerrará el minuto de oro

04 nov 2019 . Actualizado a las 09:31 h.

Cohesión de España, política económica, política social e igualdad, calidad democrática y política internacional. Son los cinco grandes bloques temáticos entorno a los que se articulará el debate televisivo en el que, a partir de las 22.00 de esta noche (en TVE, Atresmedia y con señal en directo en la web de La Voz), participan los cinco principales candidatos a la presidencia del Gobierno. El objetivo es convencer a los cerca de seis millones y medio de indecisos con derecho a voto que, según la última encuesta de Sondaxe, todavía no han decidido lo que harán con su papeleta este domingo.

La ceremonia corre a cargo de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, cuya presidenta, la periodista María Casado, confía en que se convierta en algo «vivo, abierto, sin un orden» en el que cada candidato disponga de la oportunidad de intervenir cuando le parezca oportuno, siempre y cuando se ciña a los cinco minutos de tiempo de los que disfrutará en cada bloque. Las únicas reglas las fijarán sobre la marcha los moderadores, Ana Blanco y Vicente Vallés, quienes podrán preguntar y repreguntar a los líderes políticos cuando crean conveniente.

Este formato desenfadado busca que el único debate en el que tomarán parte los primeros espadas de cada partido durante esta campaña no se convierta en una sucesión de «monólogos», tal y como apunta Pedro Olloqui, uno de los integrantes del comité organizador. 

SORTEO

La suerte sonríe a Iglesias. Además de estos cinco grandes bloques temáticos, cada uno de los candidatos disfrutará de una intervención inicial y de una intervención final de un minuto sin interrupciones. La fortuna sonrió a Pablo Iglesias en el sorteo, y el secretario general de Podemos será el encargado de abrir y cerrar el programa con un minuto de oro en el que, con toda seguridad, tratará de culpar a Sánchez de la repetición electoral aprovechando que el presidente del Gobierno en funciones no tiene posibilidad de replicar. 

CINCO BLOQUES TEMÁTICOS

Debate hasta la media noche. Cada uno de los cinco líderes disfrutarán de la posibilidad de abrir cada uno de los bloques temáticos. El sorteo ha deparado que Sánchez introduzca el bloque de la cohesión territorial, que Iglesias se encargue de inaugurar el apartado económico, Albert Rivera del de políticas sociales e igualdad, Pablo Casado abrirá fuego con el tema de calidad democrática y, finalmente, Santiago Abascal será el primero en intervenir en el de política internacional. En total, cinco bloques de 25 minutos cada uno, lo que significa que el programa no concluirá hasta bien pasada la medianoche. 

Quejas de Vox y del PP

Ni migración ni los últimos datos del paro. El presidente de Vox presionó para que el debate también contase con un apartado específico para tratar la cuestión migratoria, pero los organizadores, una vez consultadas el resto de fuerzas políticas, no lo creyeron oportuno. Por su parte, Pablo Casado y el PP presionaron para que el debate se celebrase mañana martes en lugar de hoy, para poder introducir los últimos datos de paro que, auguran, no serán positivos. El Ministerio de Trabajo decidió posponer su divulgación 24 horas una vez que trascendió la fecha en la que se celebraría el debate. 

Abascal en el centro

Sorteo de las posiciones. Otro de los aspectos que se sorteó la pasada semana fue la disposición de los líderes políticos en el plató. Cada uno de ellos ocupará un sencillo atril tras el que esconderán algunos datos facilitados por sus asesores que puedan ser útiles en un momento dado. Según la vista que tendrá el telespectador, Casado ocupará el atril más a la izquierda seguido de Sánchez, Abascal, Iglesias y Rivera, que se ubicará en el margen derecho. 

La Factura

700.000 euros de producción. En su primer debate de estas características, el presidente de Vox ocupará la posición central, aunque como suele ser habitual, el jefe del Gobierno será objeto de la mayor parte de los ataques. Abascal se quedó fuera del debate de abril por una decisión de la Junta Electoral Central, que ahora impide la presencia del candidato de Más País, Íñigo Errejón, por no contar con representación parlamentaria. Los costes de producción ascienden a 700.000 euros, una factura que correrá a cargo de las múltiples cadenas de televisión que difundan la señal en proporción a la audiencia lograda.

Así llegan

Pedro Sánchez (PSOE)

Estrategia defensiva y a venderse como el único capaz de formar un Gobierno

Según todas las encuestas salvo el CIS, el jefe del Ejecutivo en funciones llega a la cita con un PSOE en horas bajas, por lo que tratará de agitar al electorado progresista más desilusionado para que no se quede en casa. Junto a esta lucha contra la abstención, para la que volverá a desempolvar el fantasma de la ultraderecha, el candidato socialista se presentará como el único capaz de articular un Gobierno. Como presidente, lo lógico es que juegue a la defensiva y reciba la mayor parte de los ataques.

Pablo Casado (PP)

El fantasma de Zapatero moviliza más votos que el fantasma de Franco

Y si el PSOE saca el fantasma de Franco, el PP desempolvará el de Zapatero. Un Pablo Casado aupado por las encuestas confía en que la severa amenaza de crisis juegue un papel determinante en las urnas del 10N, por lo que aprovechará el bloque económico para presentar a su formación como sinónimo de prosperidad. Casado también morderá con Cataluña, aunque tendrá que medir mucho, ya que en el plató coincidirá con dos auténticos perros de presa en este asunto como Albert Rivera y Santiago Abascal.

Albert Rivera (Ciudadanos)

El que jugará más agresivo, aunque corriendo el riesgo de pasarse de la frenada

Todos los candidatos le otorgan una gran importancia a la cita, pero especialmente Rivera, que renunció a hacer campaña durante todo el fin de semana para preparar el debate a conciencia. Confía que la cita le sirva no solo para tapar las fugas a las que apuntan todas las encuestas, sino que confía en que actúe como un punto de inflexión para remontar el vuelo en plena recta final del 10N. Es el que menos tiene que perder, y jugará agresivo. El riesgo que corre es pasarse, como le sucedió la última ocasión.

Pablo Iglesias (Podemos)

Un animal televisivo para denunciar que la gran coalición ya está cocinada

Junto con Casado, fue el único que no vació su agenda del domingo. Iglesias es el que se encuentra más cómodo dentro de un plató de televisión, una de las herramientas imprescindibles con las que consiguió levantar Podemos. Incluso mantiene un programa. La táctica del líder morado consistirá en tratar de espantar al electorado progresista de las redes del PSOE advirtiéndoles con que la gran coalición ya está cocinada desde hace meses porque los «poderosos» no los quieren dentro del Gobierno.

Santiago Abascal (Vox)

Debut capitalizando el descontento por la respuesta al desafío independentista

«Si se habla de Cataluña, Cs se dispara en las encuestas», repetía una y otra vez un alto cargo del PP en la etapa de Rajoy. La tendencia parece haberse roto, y a pesar de lo recientes que están los disturbios desencadenados tras la sentencia del Supremo, Cs no levanta cabeza. Ahora es Vox el que capitaliza todo este voto. Santiago Abascal debuta en un gran debate con el objetivo de seguir sumando a su causa a los más enfadados. Al igual que Rivera, tendrá que tener cuidado con no excederse en el tono.