¿Hasta donde llegará el coronavirus?

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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Ryu Seung-IlZUMA Wire

Un modelo matemático apunta que el número de afectados se elevará a 75.000 y el de muertos a 1.400 y los expertos apuntan a que en poco tiempo se alcanzará el pico máximo

10 feb 2020 . Actualizado a las 15:45 h.

Es muy contagiosa, pero no es una epidemia mundial -el 99 % de los casos se circunscriben a China-, ni su mortalidad es alta. Más bien al contrario, ya que se sitúa en el 2 %, similar al de la gripe estacional. El nuevo coronavirus de Wuhan dista mucho de convertirse en la gran pandemia con la que de cuando en vez virólogos y epidemiólogos alertan de que ocurrirá en algún momento. No se sabe cuándo, pero muy probablemente surgirá en Asia y procederá de un animal. Son los dos únicos requisitos que la nueva infección cumple con el vaticinio, porque su peligrosidad está muy lejos de constituir una seria amenaza para la salud pública global.

«Ante los virus no te puedes relajar. Siempre hay que estar en alerta, pero tampoco hay que exagerar, porque no tiene sentido cerrar las fronteras con China o cancelar los viajes a este país, que es algo que la OMS no ha recomendado en ningún momento», advierte Mariano Esteban, responsable del laboratorio de Vacunas y Virus del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) y miembro del Comité Científico Asesor de la OMS. Juan José Gestal, ex decano de la Facultad de Medicina de la USC y del servicio de Medicina Preventiva del hospital de Santiago, coincide en el diagnóstico. «La letalidad del nuevo coronavirus -dice- es muy baja, muy por debajo del 33 % del MERS o del 10-15 % del SARS, que se controló con medidas tradicionales de salud pública».

Es más, debido a la acción coordinada a nivel mundial que se está llevando a cabo para contener la infección y a las contundentes medidas adoptadas por China, los expertos creen que el virus acabará controlándose más pronto que tarde. «Creo que lo podremos detener en poco tiempo», asevera Gestal. Y los datos que maneja Mariano Esteban apuntan a la misma línea.

«Los modelos matemáticos de evolución de la enfermedad nos muestran que el número total de afectados llegará a las 75.000 personas -hay algo más de 33.000 hasta el momento- y el de muertos a 1.400 -este domingo eran 813-, por lo que todavía no hemos alcanzado el pico, aunque estamos muy cerca de ello. Es de imaginar que en marzo se alcanzará y luego empezará a remitir», explica el científico del CSIC.

Lo que no se sabe es si el virus se mantendrá en el tiempo, con brotes ocasionales, o si desaparecerá como ocurrió con el SARS tras las medidas de salud pública que se adoptaron a nivel internacional, tal y como se está haciendo ahora. «Puede ocurrir que desaparezca, pero también que continúe en circulación, como sucede con el MERS, que lleva entre nosotros desde hace ocho años», explica Víctor del Campo, responsable del servicio de Medicina Preventiva del Complejo Hospitalario de Vigo.

Pero si el coronavirus 2019-nCoV no parece que vaya a convertirse en la vaticinada gran pandemia mundial, la pregunta es si en algún momento ocurrirá este suceso que retrotraerá a la humanidad a lo que ocurrió en 1918 con la mal llamada gripe española, con millones de muertos. «Los nuevos estudios indican que hay dos millones de virus con capacidad infectiva, de los que apenas solo conocemos el 1 %», apunta Esteban. No descarta, por tanto, que surjan infecciones emergentes, pero al mismo tiempo asegura que el mundo está mucho mejor preparado que nunca para afrontar un hipotético peligro.

Es una apreciación compartida por Víctor del Campo. «Podemos estar medianamente preocupados, pero, desde luego, estamos mucho más preparados. Con la gripe del XVIII no teníamos ningún antiviral, ni siquiera ningún antibiótico, por lo que cuesta imaginar que si ahora sucediera algo parecido con cualquier nueva infección murieran millones de personas». La clave es mantener la alerta, que no la alarma, y la coordinación internacional.

Un episodio como el de la gripe española sería hoy en día casi imposible

Gripe española, virus del Nilo, VIH, gripe aviar, zika, chikungunya, ébola, dengue... El número de infecciones provocadas por virus y bacterias es enorme, pero el mundo, pese a la globalización que facilita la propagación de las infecciones, está mejor preparado que nunca para afrontarlas. Estas son algunas de las más graves ocurridas en el último siglo.

Gripe española

Mató a entre 50 y 100 millones de personas. Ocurrida entre 1918 y 1919, a partir de un origen aviar causó cuatro veces más muertos que la Gran Guerra, entre 20 y 50 millones de personas. Los primeros casos documentados se registraron en un documento militar de Kansas (EE.UU.), aunque ahora se cree que la gripe mutó en China en 1907 y que fueron los emigrantes de este país los que la llevaron a Norteamérica. Los periodistas españoles fueron los primeros en informar sobre la enfermedad, de ahí su nombre, no porque haya surgido en España.

Gripe asiática

Dos millones de muertos. Fue también una epidemia de origen aviar que se originó inicialmente en China y que resultó del producto de la mutación de un virus común en patos silvestres que se cruzó con una cepa que afectaba a los humanos. Murieron dos millones de personas entre 1957 y 1958, la mayoría en Asia.

 Gripe de hong kong

Un millón de muertos. Fue, hasta ahora, la última gran pandemia realmente global. El virus, identificado en Hong Kong en 1969, se expandió rápidamente a varios países y provocó un millón de muertos. La cepa era similar a la gripe asiática.

 Sars

La primera epidemia del siglo XXI. Comenzó a finales del 2002 como una misteriosa enfermedad que afectó a cientos de personas en la provincia china de Guandong. Las autoridades locales le restaron importancia y dejaron pasar semanas antes de informar del brote a la OMS. En pocas semanas, el coronavirus, que tuvo su origen en una civeta, se expandió por todo el mundo y afectó a más de 8.000 personas en 37 países. En total fallecieron 770 personas. Se tomaron medidas de contención excepcionales hasta ese momento, como vigilancia de puertos y aeropuertos y control epidemiológico a nivel mundial. Fue un campo de ensayo que movilizó al mundo para prevenir una gran epidemia, lo que en Europa llevó a la creación del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).

  Gripe aviar

Mucha alerta. La gripe del pollo o gripe aviar es una enfermedad infecciosa de las aves que reapareció a finales de 2003 en Corea del Sur y Vietnam, lo que desató una enorme alarma mundial y que obligó a multitud de países a tomar medidas de control para evitar la entrada de aves con el virus. Sin embargo, no se convirtió en la temida pandemia. Según la OMS, desde la reaparición de la gripe aviar, a finales del 2003, hasta el 2009, el virus mató a 18.449 personas, fundamentalmente en Vietnam, Tailandia, Camboya e Indonesia. Un estudio posterior en la revista científica Plos Medecine elevó los fallecidos a 203.000 en todo el mundo.

 Gripe A

Propagación muy rápida, pero no tantas muertes. La gripe A sorprendió al mundo en junio del 2009 y la alarma se prolongó hasta agosto del 2010. Creó una enorme alerta y confusión. La infección tuvo su origen en una variante de una cepa aviaria, dos porcinas y una humana, que sufrieron una mutación para dar el salto entre especies. Su mortalidad fue baja, en contraste con su amplia y rápida distribución, aunque dejó algo más de 19.000 víctimas. Hoy en día, y desde hace ya unos años, forma parte ya de la gripe estacional. De hecho, en esta temporada es la cepa más prevalente, también en Galicia. La gestión de este episodio de salud pública fue, en general, bastante caótica y en más de una ocasión se acusó a la OMS de generar una alarma excesiva con el fin de beneficiar a la industria farmacéutica.

 Ébola

En África Occidental. La epidemia de ébola de 2014-2016 fue el mayor brote epidémico de la enfermedad por este virus, originado en diciembre del 2013 en Guinea y extendido a Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal. También llegó a Estados Unidos, Malí, Reino Unido y España, donde la enfermera gallega Teresa Romero fue contagiada por el religioso Miguel Pajares, al que atendía en el hospital Carlos III de Madrid tras ser repatriado desde Liberia. El ébola es una infección muy letal, ya que la tasa de mortalidad incluso se sitúa en el 90 %. En conjunto causó 11.323 muertes. La epidemia surgida en la República Democrática del Congo en enero del 2018 también fue declarada por la OMS, al igual que la anterior y como ahora el coronavirus, como una emergencia de salud pública internacional. Provocó más de 2.247 muertes, pero limitadas a este país.