España se convierte en el tercer foco mundial del virus tras Italia y China

Manuel Varela Fariña
manuel varela REDACCIÓN / LA VOZ

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Estación de ferrocarril de Chamartín, ayer, en Madrid
Estación de ferrocarril de Chamartín, ayer, en Madrid INAKI GOMEZDEFENCE MINISTRY

Más de un millar de muertos, 235 más que el jueves, con el pico aún por llegar: «Quedan los peores días»

20 mar 2020 . Actualizado a las 21:03 h.

«Todavía quedan los peores días». La frase la pronunció esta mañana el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como también había hecho ayer. La propagación del coronavirus en España alcanza la etapa más cruda, con el número de casos disparándose cada jornada y la cifra de muertos elevándose ya por encima del millar. Los datos ofrecidos por Sanidad en su actualización diaria, hoy al mediodía, dejan 19.980 personas afectadas por el COVID-19, 2.233 positivos más que el jueves. El incremento fue del 16,5 % frente al 24 % recogido el día anterior, si bien la curva de casos sigue aumentando de forma exponencial. España es ya el tercer foco mundial de la enfermedad tras Italia y China, si bien el gigante asiático ha logrado doblegar el virus y suma su segundo día sin observar nuevos contagios locales.

Los hospitales españoles soportan en estos momentos a la mitad de afectados, unos 10.542 pacientes y, según el jefe de Emergencias del ministerio, Fernando Simón, el número de casos podría ser aún mayor. «Es posible que los datos infravaloren la realidad social», reconoció. La información que sí puede confirmar hasta ahora Sanidad es el número de víctimas mortales, que ayer superó la barrera del millar con 1.002 fallecidos: «Estamos tratando de dar las mayores garantías de supervivencia, pero hay algunas que no se pueden garantizar», reconoció Simón. Entre las bajas registradas este viernes—235 más que el día anterior—, un agente de la Guardia Civil de 38 años.

Madrid se mantiene como principal foco del brote. La propagación del virus al resto de comunidades autónomas y el aumento de las muertes han restado su peso en el conjunto nacional, donde llegó a suponer más de la mitad de los casos frente al 35 % actual. La región también cuenta con el mayor volumen de fallecidos, 628, que arrojan un dato demoledor en los hospitales de la comunidad: seis de cada diez muertos en España son madrileños. El registro de fallecidos se ha incrementado allí en 130 personas en las últimas 24 horas. Son nueve muertos por cada 100.000 habitantes, una proporción que triplica a la del País Vasco, la tercera autonomía con mayor número de casos.

Sanidad informa que 1.141 personas están en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 1.585 se han recuperado. El pico de contagios está aún por llegar. Un grupo de investigadores gallegos lo sitúa a partir del vigesimoquinto día del primer contagio, por lo que restaría aún una semana para alcanzar el punto álgido de la curva. Este sábado se cumplirá una semana de que el Gobierno decretase el estado de alarma que confinó a 47 millones de españoles a sus hogares. Desde entonces, los casos positivos de coronavirus se dispararon en un 156 %, casi el triple que hace siete días.

Por delante de la curva italiana

A estas alturas, pasados 22 días de la irrupción del brote, el número de contagios en Italia era inferior al registro ofrecido ayer por Sanidad. La evolución diaria de contagios en España sigue siendo, por tanto, mayor que la italiana. Y este hecho, sumado al dramático ascenso de los casos observado ayer en el país transalpino, dibuja un escenario sombrío para los próximos días.

Las autoridades sanitarias italianas informaron el viernes sobre 4.670 nuevos positivos que pasan a engrosar un total que supera los 45.000 casos. Los muertos también aumentaron en 627 respecto al día anterior, una cifra récord en solo 24 horas. Sin embargo, Italia tuvo ayer dos motivos por los que empezar a enfocar el final de su larga lucha contra el coronavirus. Los recuperados superaron ayer a los fallecidos en 62 personas. Uno de los que saldrá del hospital es Mattia, un hombre de 38 años que ingresó hace un mes con una grave neumonía. Fue el paciente cero.