Las declaraciones de Ferrán Adriá en La Voz de Asturias comparándolo con una croqueta han desatado una batalla por el honor del plato
25 ene 2017 . Actualizado a las 10:37 h.El cachopo no es, ni mucho menos, el mejor ni más representativo plato de la gastronomía asturiana; pero sí uno de los de mayor éxito y proyección de las últimas décadas, protagonista de una auténtica ola de promociones y revisiones, llegando a ser vendido incluso en máquinas expendedoras. Es ante todo, un ejemplo de que, aunque no siempre haya calidad, se garantiza la cantidad, un canto hecho materia de carne y queso a la fartura. Y eso no tiene por qué ser nada malo en sí. Las declaraciones en La Voz de Asturias del cocinero Ferrán Adriá, un maestro de la cocina que ha revolucionado muchos de los pilares de la gastronomía y que está reconocido por ello en todo el globo, en las que comparaba el cachopo con una croqueta han desatado una tormenta de opiniones en las redes sociales. Una del calibre de la desatada por Jaime Oliver cuando se atrevió a introducir chorizo en la paella, y es que como bien dice el refrán, con las cosas de comer no se juega, y hay platos que los oriundos sienten como parte no menor de la patria.
Incluso el periódico satírico El Mundo Today se hizo eco de la comparación de Adriá para difundir su noticia acerca de un asturiano que había quedado atrapado en un cachopo.
El burro grande, ande o no ande, para muchos la cocina de Adriá es innovadora pero también sinónimo de de pequeñas raciones, de poder quedar esfamiau a pesar de pagar una abultada cuenta al término del menú y son varios los que han hecho del tamaño del cachopo la cuestión que importa.
Son muchos también los que han entrado en batalla dispuestos a defender la tesis de Adriá, o al menos que si no croqueta, el cachopo no deja de ser una enorme y gigantesco «sanjacobo»; así que se han disparado las metáforas bélicas.
Incluso hasta el punto de considerar un sacrilegio digno del propio Jehova poder decir cosas semejantes:
Como en cualquier feria hay quien se lo ha tomado con humor y ha apostado por uno u otro bando en las Cachopo Wars con comentarios ingeniosos, y también quien ha llegado a auténticas descalificaciones muy desafortunadas que no se reproducirán aquí. Quedan pendientes otras guerras culturales de enorme relevancia como si la tortilla de patata debe llevar o no cebolla. Elija arma antes de tomar partido.