¿Por qué no llegan a un acuerdo IU y Podemos en Asturias?

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Ramón Argüelles y Daniel Ripa
Ramón Argüelles y Daniel Ripa

Los morados han demorado la respuesta al ofrecimiento de la coalición, que insiste en tratar de cerrar un pacto sin dar la legislatura por perdida

15 jul 2017 . Actualizado a las 09:58 h.

Los fans de Juego de Tronos tiene marcado en el calendario el próximo lunes 17 de julio como el día del estreno de la penúltima temporada de la serie. También lo tenía marcado el coordinador general de Izquierda Unida de Asturias, Ramón Argüelles, pero por un motivo totalmente distinto, esa era la fecha que había ofrecido --poniendo a disposición la sede del partido en Oviedo-- para formalizar un encuentro con la dirección de los morados en Asturias para tratar de cerrar un acuerdo en torno a una agenda social para forzar un «giro a la izquierda» en el gobierno y el parlamento asturiano. Pero ese encuentro no se producirá, al menos en esa fecha. El secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa, adujo problemas de agenda que le impedían acudir en ese día y la reunión se ha pospuesto. No indefinidamente, ni tampoco perdida entre los calores de agosto. Pero no se celebrará antes del próximo jueves día 20, y quizá tenga lugar en la siguiente semana. Para entonces habrán pasado al menos 15 días desde que el coordinador hizo pública su oferta.

Argüelles no tuvo en mente Juego de Tronos en ningún momento, pero la situación de relaciones entre los tres grupos progresistas de la cámara asturiana, los que juntos sumarían la anhelada mayoría de 28 escaños capaz de dar una estabilidad definitiva a la legislatura, se parece en la medida en que se despliegan como complejas estrategias en las que aliados y enemigos pueden serlo ciertos o solo aparentes y en las que los objetivos proclamados no tienen por qué coincidir con los reales.

La primera propuesta partió del presidente asturiano, Javier Fernández. No era la primera vez que la hacía (es un mantra, el del acuerdo de los tres grupos reiterado desde el comienzo de la legislatura, en especial a la hora de negociar los presupuestos), pero el momento en el que lo hizo, en el sede parlamentaria, en el ecuador de su segundo mandato y después de la victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE, llamó más la atención. Con el anuncio ya de que no repetiría como secretario general de la FSA y el proceso de votación interna abierto en el socialismo asturiano, Fernández formalizó por carta su ofrecimiento a Podemos a IU. Pero no tuvo respuesta.

De forma paralela, IU lanzó su propia propuesta, una con la que pretendía sumar esfuerzos con Podemos (reunir sus 5 escaños a los 11 de los morados) para igualar los 14 asientos de la socialistas en la Junta General y forzar en pie de igualdad un giro a la izquierda. IU se mostró tan escéptica como los morados ante la propuesta del PSOE pero la coalición sí consideró aceptarla si lograba reunir ese bloque. Con todo la respuesta de los morado no respondió exactamente a ese requerimiento. Si la tesis de IU pasa por «no dar por perdida la legislatura», en su carta (todo el cruce de propuestas y réplicas en las últimas semana ha recuperado el género epistolar para la política asturiana), Podemos apuesta por construir «una alternativa» no con los socialistas sino a ellos, y más que en este ejercicio pensando en el tiempo que está por venir, quizá incluso en las próximas elecciones. En esa carta, Ripa no dejaba de señalar su malestar con el hecho de que la coalición hubiera celebrado un referéndum sobre su «identidad» y que interpretaba como la victoria de una «postura crítica» con el «formato de confluencia» que llevó a una alianza electoral entre ambas formaciones en los pasados comicios generales.

IU insistió en su oferta planteando 9 puntos como base del acuerdo. La respuesta de Podemos, además de posponer la cita, se limitó por el momento a una propuesta limitada a consensuar el dictamen de la comisión de listas de espera. Algo que IU aceptó como un «primer paso» y algo «positivo» pero demasiado corto para sus expectativas. De forma paralela, el candidato identificado con el sanchismo en las primarias de la FSA, el alcalde de Laviana, Adrián Barbón, destacaba que su primer objetivo si ganaba sería intentar fraguar ese acuerdo, o reforzar al presidente en su búsqueda. En la inauguración de la nueva sede del partido, después de que el portavoz del Gobierno Guillermo Martínez, insistiera en que el Ejecutivo todavía dejaba abierta la puerta al acuerdo al que nadie respondía, Javier Fernández aseguró que no tendría problema en negociar en bloque con Podemos e IU si no se «desnaturalizaba» su programa electoral.  

En el Juego de Tronos del Principado ninguno de los contendientes ha dejado de mirar las batallas que se libran al sur de la frontera cantábrica porque piensan que tendrán su incidencia en los combates del norte. En esta semana se han producido los primeros contactos entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que augura, al menos, una relación no tan áspera como hasta ahora entre las dos formaciones. Y la noche del miércoles al jueves se anunciaba la posibilidad muy cierta de que Podemos entrara en el gobierno socialista de Castilla La Mancha, bajo la presidencia de Emiliano García-Page. Son varios los implicados en la búsqueda de alianzas asturiana que, conforme terminaba la semana, señalaban que las resistencias de Podemos Asturies a llegar a ningún tipo de acuerdo con los socialistas podrían quedar demasiado evidentemente aisladas. O no, también Podemos en Andalucía se muestra abiertamente reacia a pactar con el PSOE, sucede en como en Asturias en las comunidades en las que los gobiernos socialistas se han prolongado por décadas.

«El PSOE de Asturias no parece el mismo PSOE que el de Madrid», señalaba Ramón Argüelles para justificar su desconfianza hacia la oferta de acuerdo de Javier Fernández. Pero lo cierto es que tampoco Podemos Asturies se parece al Podemos de Madrid --muchísimo menos dispuesto no ya a entenderse con los socialistas sino a mantener la coalición de Unidos Podemos con las que fueron a las generales-- y ni siquiera Izquierda Unida de Asturias se parece a la federal (porque aquí los temores a la «disolución» de IU entre los morados están mucho más encendidos). Al norte de ese muro de la Cordillera Cantábrica son muchas las singularidades. Por ahora, los socialistas están dispuestos a mantener prácticamente sine die su oferta sobre la mesa. Y pese a los desplantes y retrasos, en Izquierda Unida tienen la intención de extender al máximo la mano abierta a Podemos.

Sobre todo, y falta de que se desarrollen algunos acontecimientos que escapan al control de los atrapados en este juego de estrategias, por el momento la principal maniobra no es tanto buscar el acuerdo como escapar de ser señalado como culpables de que no llegue a producirse. Y esto también es algo que lleva repitiéndose en bucle en Asturias desde hace dos años.