Fase 2: El exterminio de la polilla de la patata

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Asturias mantendrá la prohibición del cultivo en Coaña, Tapia de Casariego y El Franco aunque no se ha detectado ningún insecto en las trampas

01 nov 2017 . Actualizado a las 17:43 h.

Con la llegada de los días más cortos y la bajada de las temperaturas, el insecto de la polilla guatemalteca (una plaga voraz que afecta a la patata y que ha provocado la prohibición de su cultivo en varias comarcas gallegas y asturianas) desaparece o se adormece. Al menos hasta la próxima temporada, pero sólo en apariencia. El director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas, mantuvo este martes un encuentro con los alcaldes de las áreas afectadas en el occidente de la comunidad y en el balance se ha revelado que no se ha encontrado ni uno solo en las trampas dispuestas en Coaña, El Franco y Tapia de Casariego. Sin embargo, en los tres concejos se mantendrá el veto a la plantación de patata cuando llegue la primavera. «Esto es muy distinto de cuando hablamos del jabalí u otros animales,que buscamos mantener una convivencia equilibrada, aquí lo que queremos es un exterminio, hay que decirlo así, es como una guerra», señaló Casas.

En reuniones anteriores entre los responsables de Galicia, Asturias y el Ministerio de Agricultura se había determinado que, al menos, la plaga no había avanzado hacia el este. El área limítrofe con Galicia es un «punto fuerte» de la epidemia, es la que comprende los concejos de San Tirso de Abres, Vegadeo, Castropol y Taramundi; la zona entre entre Coaña y Cudillero es aún «caliente» en su gravedad y ha sido así no tanto por los cultivos como por almacenes privados del tubérculo donde se ha hallado el insecto. El punto descubierto en Gijón se considera «pequeño» con apenas una decena de polillas en las trampas y respecto al área de Navia a Valdés «casi lo que se mueve a lo largo de la A8 nos ha permitido descubrir que se mueve mucho más rápido de lo esperado, cuando no tiene comida es capaz de recorrer entre 2 y tres kilómetros», explicó Casas. 

Todos estos análisis llevaron a los expertos a determinar que esos tres concejos señalados (Coaña, El Franco y Tapia de Casariego), aunque no han registrado presencia en las trampas, sería la zona inmediata por la que trataría de expandirse el insecto cuando cese el frío. «Sería muy poco inteligente no tenerlo controlado, y aunque sea por extremar la seguridad y la precaución vamos a extender el no cultivo a esa zona el año próximo». El director general de Desarrollo Rural resaltó que se trata de, una vez cercada la plaga, «empujar muy fuerte el año próximo para acabar con ella, aumentando la presión».

El enemigo es diminuto pero poderoso en su capacidad de réplica. En las trampas de Asturias se recolectaron 1.400 insectos machos, con esas cifras, Casas extrapola que «habrá al menos 2.500 hembras volando, y cada una pone unos 500 huevos, y tiene varias generaciones, entre tres y cuatro al año». Para poner freno radical a ese ritmo es para lo que se extremará el celo contra el cultivo de patata «no queremos de ninguna forma que la especie se haga endémica en España; en Asturias hay poco problema porque casi todo es monocultivo pero no es así en el resto del país», destacó Casas.

La polilla guatemalteca llegó desde Galicia --probablemente desde las Islas Canarias donde es endémica hace años-- y se extendió con mucha rapidez hacia el occidente asturiano. Su erradicación (que debe ser radical porque es la primera vez que el insecto llega al continente europeo) exige la prohibición de la plantación durante un plazo amplio, hasta cinco años, ya que después de certificar todas las zonas afectadas es preciso controlar la plaga no reaparezca al menos durante dos temporadas.