Javier Fernández pide a Podemos que no se «apunte para borrarse» de los presupuestos

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

 El portavoz de Podemos en la Junta General, Emilio León
El portavoz de Podemos en la Junta General, Emilio León J.L.Cereijido

Los morados y los socialistas se cruzan reproches en pleno en la recta final de la negociación de las cuentas de 2018

01 dic 2017 . Actualizado a las 19:10 h.

La semana política se había montado su propio puente el pasado fin de semana, con un lunes como de coger aliento, antes de la presentación el martes, con toda solemnidad, del proyecto de presupuestos que el Gobierno de Javier Fernández presenta por tercera vez en su segundo mandato. Con el primero teniendo que ser retirado y el segundo aprobado con el PP, el presidente cruza el ecuador de la legislatura sin asumir la Secretaría General de la FSA, sin responsabilidad orgánica en un partido que llegó a dirigir interinamente durante la vigencia de la gestora. La única oportunidad es pactarla con Podemos, inmerso en esta ocasión en su propio proceso interno de primarias que discurre paralelo a la negociación de las cuentas. El viernes se cerraba la semana con un turno de preguntas al presidente en el que ese diálogo y sus posibilidades de prosperar acapararon las intervenciones de los grupos. pero todo con un tono mucho más suave que la refriega habitual entre los escaños, casi de parsimonia, como si todos asumieran que ya estuviera todo dicho.

Ni siquiera el intercambio entre la portavoz de Foro, Cristina Coto y el presidente, que es sendero consuetudinario de improperios, pasó esta vez de cruce de leves reproches y datos sobre la reclamación de los fondos mineros. Ya al comienzo del turno, Javier Fernández había respondido también al PP que no podía asumir su demanda de bajadas de impuestos porque «en rebajas fiscales ya hemos exprimido las posibilidades en esta legislatura» por lo que no cabe más posibilidad que cerrar un acuerdo con Podemos para evitar una prórroga. La presidenta del PP intentaba deslizar que era la nueva dirección de la FSA la que empujaba al Gobierno a buscar la salida por la izquierda pero el presidente le reclamó que «no quiera ver fantasmas donde no los hay».

La clave era Podemos y a la hora de tomar la palabra su portavoz Emilio León tampoco anticipó nada distinto a su primera reacción al conocer el proyecto presentado por Hacienda. En ese documento está recogida una partida para poner en marcha la Unidad Anticorrupción que piden los morados pero otras demandas, sobre vivienda, sanidad o la escuela 0-3, que en rigor son paralelas a la negociación presupuestaria, están prometidas con «compromisos». León afirmó que «no le pedimos concesiones ni guiños sino una reorientación clara de sus políticas» así que hizo de la previsiones de deuda para 2018 el grueso de su crítica al documentos, insistiendo en que es una elección no sacar adelante la reforma educativa infantil por pagar a las entidades bancarias «que no devuelven el rescate».

Javier Fernández reconoció que la deuda había crecido e inquirió a los morados sobre si no recurrirían a ella «con la mayor depresión en España desde 1929»; también les afeó que durante la negociación podían hacerse una idea de estas cifras por los datos del techo de gasto, indicando que era una justificación forzada de su oposición al texto. «No sé si quiere el presupuesto o se está empezando a retirar, como eso que le dicen a la gente de que se apunte y luego se borre; ahora se quiere borrar del todo», le dijo Fernández a León en alusión a la polémica abierta en las primarias de Podemos cuando la candidatura del actual secretario general, al que apoya el portavoz, pidió a través de redes sociales que simpatizantes se inscribieran para votarles aunque luego se desinscribieran.

El presidente se mostró de acuerdo con desarrollar la integración del ciclo 0 a 3 en el sistema público pero analizando primero su financiación, el número de plazas y «los problemas legales que haya que resolver», sobre todo para el paso de la plantilla al cuerpo docente sin pasar por una oposición. «¿Qué más compromiso quiere?, se están borrando ustedes mismos, si no hay presupuesto por tercer vez consecutiva serán ustedes los responsables y quedará muy claro», sentenció Javier Fernández.

En el intercambio de réplicas con el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, no hubo tormenta de rayos pese a los truenos del día anterior cuando el secretario de Organización de la coalición, Alejandro Suárez, veía una mano negra en el Gobierno para obstaculizar el acuerdo presupuestario con la respuesta a sus quejas sobre los planes de empleo locales. Llamazares reconoció la mano de IU en un documento como el proyecto «inversor y social, valoramos esos gestos», pero le reclamó «garantías» sobre su gestión. Fernández defendió su «idea de liderazgo» sin una «exposición permanente a los medios» y le replicó a Llamazares que «usted y yo sabemos de la importancia del presupuesto y no lo hemos conseguido en tres años». El plazo se cierra el 29 de diciembre pero en el nacimiento del mes ni la mirra, ni el incienso ni el oro estaban más cerca.