Javier Fernández alerta de los efectos en la tarifa electrica de un cierre «prematuro» de las térmicas

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

El presidente asturiano instó al Ejecutivo a negociar criterios de «flexibilidad» con Europa sobre la devolución de ayudas a la minería

24 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente asturiano, Javier Fernández, volvió a referirse al anuncio de Iberdrola de cerrar la central térmica de Lada en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, en Madrid, para alertar del efecto que una decisión «prematura» podría tener para el precio de la tarifa eléctrica y sus repercusiones para la industria «de Asturias y de España». Respecto a los problemas del sector minero, el presidente asturiano reclamó al Ejecutivo central que busque negociar criterios de «flexibilidad» con las autoridades comunitarias toda vez que este 2018 llega la fecha en la que se pone fin a las ayudas al carbón; en particular respecto al hecho de que las explotaciones rentables (las no rentables deben cerrarse) «no tengan que devolver las ayudas» recibidas hasta ahora, tal y como exige el compromiso con Bruselas.

Javier Fernández explicó a las preguntas de medios madrileños que ambos asuntos, el de la minería y el de la producción energética «incluso la generada por carbón» deben desligarse ya que, en la actualidad, toda la explotación de las cuencas mineras asturianas apenas supone alrededor de 300.000 toneladas de mineral frente a los 3 millones que se consumen en las centrales térmicas de Asturias «es apenas un 10%». En todo caso, insistió en que es preciso abordar el debate sobre la transición energética, «que debe avanzar, no somos negacionistas (del cambio climático», pero teniendo en cuenta las repercusiones que un cierre «prematuro» podría tener sobre el empleo y también sobre los precios de la electricidad. «¿Puede España garantizar un precio razonable para la electricidad eliminando las centrales térmicas antes de tiempo»?, se cuestionó Fernández, quien reclamó apurar los plazos fijados en los tratados hasta el año 2030.

En este sentido señaló que, en el caso de que se prescindiera por completo y de golpe de la energía producida por la quema de carbón en las centrales térmica, la alternativa para marcar los precios marginales de la electricidad «sería el gas y es un combustible mucho más caro». En pasadas ocasiones, el presidente manifestó su preocupación por el hecho de que el anuncio de Iberdrola pueda abocar a Asturias a «una nueva reconversión industrial» no sólo por los efectos en los empleos directos en las centrales sino en toda la industria auxiliar y en el sector del transporte. Así recordó que a través del puerto de El Musel, en Gijón, llegan barcos con carbón cuyo destino no es sólo las térmicas de Asturias sino también de la comunidad de Castilla y León.