«Llendar» con GPS: la tecnología llega a las ganaderías asturianas

Claudia Granda REDACCIÓN

ASTURIAS

Ganado pastando en libertad

El «smart farming» o ganadería de precisión permite controlar a la reses a través de los dispositivos móviles. Los ganaderos asturianos cuentan diferentes experiencias

26 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La tecnología avanza a pasos agigantados. A día de hoy los avances tecnológicos pueden aplicarse y afectan a cualquier ámbito. Si hace meses conocíamos la aplicación de drones para inspecciones industriales, ahora es la ganadería la que se ve favorecida con nuevas aplicaciones TIC que facilitan la vida en el campo. Estas nuevas técnicas reciben el nombre de «smart farming» o ganadería de precisión, que consiste en aplicar a la ganadería y la agricultura las tecnologías de la información y la comunicación con el fin de de incrementar la eficiencia y la calidad de la producción. Podría hablarse de pastoreo digital, o pastoreo online. Controlar las reses sin salir de casa. Lo que hace unos años podría parecer una película de ciencia ficción ya es una realidad en Asturias.

El último avance tecnológico se desarrollará en el Pirineo y la sierra de Guara y consiste en colocar al ganado collares inteligentes que permiten tener controlado el rebaño en todo momento. Esto hace posible la existencia de los vallados virtuales, por lo que ya no será necesaria la presencia de pastores sino que los ganaderos fijarán las coordenadas del recinto a través de su tablet o teléfono móvil. La emisión de una señal enviada por GPS a los collares delimitará sus pasos. 

La existencia de estos collares no es una novedad en Asturias. En el año 2016, el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (SERIDA) desarrolló un proyecto similar que actualmente continúa siendo objeto de estudio. Bajo el nombre de STEPLA: Plataforma de servicios TIC para la ganadería de precisión, un grupo de investigadores aplicó el uso de estos collares en el ganado vacuno  para su monitorización y seguimiento que permita localizarlo en tiempo real. El proyecto fue presentado el año pasado en la Mobile World Congress de Barcelona, donde se retransmitió a tiempo real a través de un canal de YouTube la localización del ganado. 

«La idea principal del proyecto consistía en monitorizar el movimiento y la temperatura de los animales para poder determinar su estado de salud», explica Fernando Vicente Mainar, coordinador del proyecto. Un geolocalizador y un acelerómetro se encargan de precisar qué hace el ganador, por ejemplo, si se está desplazando o si está tumbado. «Cuando uno de estos collares, colocado en una vaca preñada, detecta que dejaba de rumiar, sabe que en un plazo de dos horas el animal va a parir», explica Mainar. A través de una señal GPS el dispositivo envía un aviso al teléfono móvil del ganadero. Estos collares comenzaron siendo un prototipo, pero a día de hoy ya se comercializa, facilitando el trabajo a cientos de ganaderos.

 Pasado y futuro de la ganadería de precisión

Como primera referencia, podría hablarse del proyecto que ya hace 12 años inició el portavoz de Asturias Ganadera, Xuan Valladares. El proyecto tenía el mismo objetivo que el que se presenta ahora y su funcionamiento era similar. Controlar a las reses a través de collares. En su momento este proyecto innovador fue promovido por el foro Asturias Sostenible, del que Valladares es presidente, y contaba con el apoyo de distintos parques naturales asturianos, como el de Picos de Europa, donde se pretendía aplicar este sistema. Pero la ausencia de empresas privadas que apostaran por él llevó a Valladares a abandonarlo.

Pero el portavoz, que asegura intentar permanecer al tanto de todas las novedades tecnológicas referentes a la ganadería y al pastoreo, ha decidido retomar esa idea inicial y aplicarla a la matorralización. De hecho, la próxima semana será presentado por el Ayuntamiento de Llanes, dentro del programa de gestión de matorrales. El proyecto consiste en la colocación de collares al ganado que permitan su monitorización, pero en este caso para controlar los lugares de pasto. La principal intención es ayudar a la optimización de desbroces y quemas y evitar así que los matorrales rebroten rápidamente.