¿Cuál es la catástrofe natural más cara del año en Asturias?

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Fernando Lastra, ante el boquete abierto en el dique de Cudillero
Fernando Lastra, ante el boquete abierto en el dique de Cudillero

Las consejerías cifran las partidas destinadas a paliar daños por los incendios y los temporales de los últimos meses

12 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No es un año normal en lo que al tiempo respecta en Asturias. Además del rigor inhabitual de los meses de verano de este 2018, desde el año pasado se han sucedido incendios devastadores, oleadas de nieve que obligaron a cerrar el paso hacia la meseta durante días y vendavales en la costa capaces de llevarse por delante a los muros de piedra construidos por el hombre. Pero ¿cuál de ellos ha sido más costoso? En lo que atañe al vil metal, a los fondos que han tenido que destinarse de la administración autonómica para paliar sus efectos hay al menos una respuesta. Se publicó en la web de la Junta General a raíz de una pregunta parlamentaria planteada por el diputado de Podemos Héctor Piernavieja.

En total, el gasto destinado en Asturias a resolver problemas causados por el fuego o por los temporales de agua y nieve, en un periodo entre 2017 y 2018 asciende a 564.776 euros que se reparten entre fondos propios de la administración y otros recibidos de convenios. Entre ellos se encuentran ayudas destinadas a particulares en los cinco concejos más afectados por los incendios del pasado otoño, los que se tuvieron que emplear para facilitar la circulación del tráfico bajo la nieve o la destrucción del muelle viejo de Cudillero.

 

Incendios en Asturias. Archivo
Incendios en Asturias. Archivo J.L.Cereijido

En el caso del fuego, la primera respuesta llega de la mano de la Consejería de Presidencia, que tiene las competencias de seguridad, y que explica que gracias a la obra social de la Fundación La Caixa se recabaron en coordinación con los ayuntamientos un total de 150.000 euros repartidos entre los cinco municipios en función de las hectáreas quemadas. La consejería añade que «el interés principal es asignar estos fondos a particulares, prioritariamente a daños en viviendas principales y bienes inmuebles afectos a la actividad económica».

La consejería de Industria responde también por el efecto del fuego en la red GIT (Gestión de Infraestructuras y Telecuminaciones), principalmente la fibra óptica. Sin embargo, la consejería no destaca daños reseñables al menos para el erario público, ni «repercusiones presupuestarias ni costes adicionales» porque los contratos con las empresas ya incluyen conceptos por estas actuaciones.

Por el caso de los temporales de nieve, la Consejería de Desarrollo Rural cifra en un total de 139.676 euros las partidas destinadas a arreglar daños en infraestructuras. En el registro constan 19.237 euros para una escollera en el Texu de Sotres, en Cabreles; la consolidacióin del talud de acceso al Cercado del lobo (44.208 euros), en Belmonte de Miranda; la reparación del argayu en Melendreros (34.202 euros) en Bimenes; y un accidente similar, otro derumbe en el monte Cureño, en Piloña que está en fase de redacción. A la reparación de caminos de Villazón se destinaron 42.029 euros. La consejería hizo constar que esperar ejecutar todas las obra en este mes de agosto y que en ningún caso se afectó a la circulación.

En esta pregunta no están incluidos otros argayos de gran relevancia y recientes que no tiene relación con el temporal de nieve como son los caso de La Cortina y el que aisló a Caso.   

La más costosa y de hecho única obra destacada en la respuesta de la propia Consejería de Infraestructuras es la corresponde al efecto de los temporales de comienzos de este año y que alcanzan un valor aproximado de 275.000 euros. La consejería destaca que en la actualidad se están llevando a cabo las obras de emergencia de reparación del dique de Cudillero. y que siguen pendientes la reparación de barandillas de varios puertos.

En todo caso, apunta que «no se aprecia ninguna tendencia en los últimos 10 años en los daños sufridos por temporales: por ejemplo en 2014 estos daños fueron sin lugar a duda muy elevados, mientras que 2015, 2016 y 2017 han resultado singularmente benignos».