«Es un premio a unos pescadores alocados que decidieron repoblar unos ríos que ahora estarían muertos»

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

El desove de 2017 organizado por la Sociedad de Pescadores Las Mestas
El desove de 2017 organizado por la Sociedad de Pescadores Las Mestas

El presidente de la Sociedad de Pescadores Las Mestas del Narcea recibe emocionado la noticia de la concesión de la medalla de plata de Asturias

08 ago 2018 . Actualizado a las 17:30 h.

«Este es un premio a unos pescadores alocados que decidieron repoblar con salmones  unos ríos que de lo contrario ahora estarían muertos». Enrique Berrocal, el presidente de la Sociedad de Pescadores Las Mestas del Narcea, una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1994 por un grupo de pescadores ribereños, está nervioso. Lo reconoce. Acaba de enterarse que la entidad ha recibido la medalla de plata de Asturias y las emociones se agolpan. 

El colectivo nació con el objetivo de conservar el ecosistema fluvial de la cuenca del Narcea, así como la fauna vertebrada e invertebrada de este entorno. A eso se ha dedicado durante más de dos décadas. La entidad cuenta con cerca de un millar de asociados y gestiona un centro ictiogénico situado en Quintana (Pravia), con capacidad para criar hasta dos millones de alevines de salmón y trucha. Los socios realizan un importante esfuerzo para repoblar con estas especies tanto el Narcea como otros ríos del Principado mediante el Proyecto Arca.

«Su esfuerzo e ilusión por involucrar a los pescadores tradicionales en la repoblación del río Narcea, su singular defensa del medio ambiente y su lucha por preservar el hábitat ribereño merecen hoy el reconocimiento del Gobierno de Asturias» ha señalado el Consejo de Gobierno que le ha concedido la distinción. «Estoy entusiasmado, en una nube. Tengo ganas de salir del trabajo para poder contárselo a todo el mundo», reconocía poco después de saber que la medalla era suya. Tenía constancia de que el Gobierno iba a estudiar su candidatura pero temía que quedara relegada.

Con apenas tiempo para reflexionar, Berrocal afirma que es un galardón «a muchos años de trabajo», a un esfuerzo constante de los ribereños que podría tener mucha repercusión. Es, además, «un empujón» a su tarea de repoblación y preservación de los ríos, un entorno que aman y al que se han entregado.