Asturias cosecha otro suspenso en la conservación de las carreteras

Raúl Álvarez

ASTURIAS

La autopista de acceso a Oviedo, cerrado a los vehículos.
La autopista de acceso a Oviedo, cerrado a los vehículos.

Un informe de los constructores alerta del «muy deficiente» estado de los firmes y suspende a la red viaria en señalización horizontal y vertical y en el mantenimiento de la barreras para motoristas

13 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En medio de un verano que ha hecho saltar las alarmas sobre el retroceso en la lucha contra las muertes por accidente de tráfico, un nuevo estudio vuelve a cuestionar el estado de conservación y la seguridad de la red viaria asturiana. La Asociación Española de la Carretera (AEC), un foro que agrupa a las principales constructoras y receptoras de contratos públicos, acaba de hacer público un informe que deja a Asturias muy malparada en las cuatro categorías que ha estudiado. Es la peor comunidad autónoma en el mantenimiento de las señales horizontales y las barreras protectoras para los motoristas y la segunda peor en el estado del firme, con una calificación de muy deficiente, en los 3.000 tramos (de 100 metros cada uno) de vías de titularidad estatal y autonómica que han analizado sus técnicos en toda España. Además, suspende en el estado de la señalización vertical.

Con 94 puntos sobre 400 posibles, el asfalto de las carreteras de Asturias solo está mejor conservado que el de La Rioja. Solo una comunidad autónoma, Extremadura, aprueba el examen y lo hace por los pelos con 203 puntos y una nota que se queda simplemente en aceptable. Lo peor es que, con sus suspensos en las otras tres categorías, queda en una pésima situación global. Ya el mes pasado, la AEC señaló a las administraciones que, si no recuperan el nivel de las inversiones en el mantenimiento de las carreteras anteriores al hundimiento causado por la crisis económica, los factores de seguridad harán recomendable plantearse reducciones en los límites actuales de velocidad. La rebaja, según sus cálculos, dependerá del tipo de vía, pero los topes actuales deberían bajar entre 10 y 20 kilómetros por hora.

Aunque este informe de la AEC es reciente, es habitual que diversos tramos de las carreteras asturianas figuren periódicamente en las recopilaciones de zonas más peligrosas para conducir en España que cada pocos meses realizan asociaciones de automovilistas o del mundo del motor. Las viejas nacionales, hoy menos utilizadas que antes de la apertura de las autovías, levantan alarmas con frecuencia. Las curvas del tramo de la N-632 entre Villaviciosa y Gijón se mencionan con frecuencia como uno de los grandes puntos negros de toda España. La subida al puerto de Pajares por la N-630 y el trazado de la N-634, que recorre Asturias de oeste a este por el interior, también acumula lugares complicados.

Solo tres puntos negros, todos en la AS-15

Las autoridades, sin embargo, no admiten que ninguna de esas carreteras cumpla los criterios técnicos para ser considerada de manera oficial un punto negro. Los únicos tres que la Dirección General de Tráfico (DGT) reconoce en Asturias se encuentran en la misma carretera autonómica: el corredor del Narcea (AS-15). Ahí, en poco más de treinta kilómetros de recorrido, se enlazan tres lugares donde se acumulan los accidentes y las malas condiciones de la vía: a la altura de Soto de los Infantes (Salas), al bordear el embalse de Pilotuerto (Tineo) y cerca del cruce del Puente del Infierno (Cangas del Narcea), en la misma zona en la que el mes pasado fallecieron en un accidente tres jóvenes (dos en el acto y una tercera días después, en el hospital) que se dirigían a trabajar en las fiestas de la capital canguesa.

La identificación de esos tres puntos negros llegó en respuesta a una pregunta parlamentaria planteada en la primavera del 2017 por quien entonces aún era diputado del PSOE Antonio Trevín. Pero es una excepción. La línea habitual de Tráfico es achacar la mayoría de los accidentes a fallos humanos o imprudencias: distracciones, excesos de velocidad, consumo de alcohol y drogas o uso del teléfono móvil al volante. La AEC y las asociaciones de automovilistas, por su parte, reclaman que se dedique más atención a la influencia del estado de las vías sobre los siniestros. 

Mortalidad al alza

Mientras tanto, tras una década de reducción paulatina, el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico ha enlazado dos años al alza. En el 2017, fallecieron por ese motivo 37 personas en Asturias, dos más que en el 2016. La falta de adecuación de la barreras para los motoristas es especialmente grave para un colectivo cuya mortalidad se ha disparado. En los cinco años anteriores al 31 de diciembre del 2017, habían fallecido en Asturias 45 personas (41 conductores y cuatro acompañantes). En el 2015, representaron un 35% del total de las muertes registradas en todo ese año, un porcentaje muy superior al peso de las motos en el parque de vehículos de la región y que preocupa a Tráfico.

De la evolución de los accidentes en la segunda mitad del año dependerá si Asturias cierra un tercer ejercicio con la mortalidad al alza. El inicio del verano fue muy malo. Junio dejó la peor semana en años, con siete muertos en ocho días, y el accidente de Cangas tiñó de luto julio. Pero no ha sido el único con tres víctimas en un solo siniestro este año. Precisamente en junio, tres empleados de un taller de San Tirso de Abres se mataron cuando regresaban al trabajo después de haber salido a comer. Su coche se estrello contra un camión de reparto en la N-640, ya muy cerca de su destino.