Según un informe elaborado por el Laboratorio de Análisis Económico Regional el cese de la planta tendría efectos indirectos negativos
26 oct 2018 . Actualizado a las 17:11 h.El cierre de la planta de Alcoa en Avilés, que cuenta con 317 trabajadores, supondría la pérdida de un total de 770 puestos de trabajo en toda Asturias, según un informe elaborado por el Laboratorio de Análisis Económico Regional «RegioLab» de la Universidad de Oviedo. Además, la clausura de la factoría supondría la pérdida del 0,3 por ciento del valor añadido generado en la región. Este análisis simula el comportamiento de la economía asturiana asumiendo un escenario donde la factoría de Alcoa cesa completamente su actividad.
Los resultados obtenidos muestran que existen efectos indirectos negativos «considerables», aunque muy desiguales en las diversas ramas de actividad. Si bien los principales impactos se concentran en el propio sector al que pertenece la compañía (metalurgia), los efectos en el valor añadido y el empleo de otras actividades industriales, la actividad del transporte por carretera o los servicios a las empresas pueden llegar a ser cuantiosos. Además de los efectos sobre los trabajadores directamente afectados, cabría esperar que el cese de actividad de la planta generara también efectos indirectos en otras ramas, dado que consume la producción de otros sectores para desarrollar su actividad (energía, materias primas, minerales o servicios de transporte, por ejemplo).
A su vez, estas actividades emplean los bienes y servicios procedentes de otras ramas en sus procesos productivos, existiendo un efecto multiplicador que se une al impacto inicial que genera el cese de la actividad de la compañía, advierte el informe. Este cese de producción se trasladaría también al comportamiento del sector exterior, con una reducción de las exportaciones de la rama de la metalurgia en una proporción igual a la media de las exportaciones de aluminio de Asturias entre 2015 y 2017 (un 4,5% sobre el total, aproximadamente). Las estimaciones muestran una caída del valor añadido generado en la región de aproximadamente el 0,30%, mientras que la caída total estimada en el empleo es de alrededor de 770 (un 0,22% del total de empleos en 2015).
Estos efectos se dejarían sentir en otras actividades industriales (como la producción de coque, o la reparación e instalación de maquinaria, por ejemplo), las actividades mineras, el transporte o las actividades de servicios a las empresas. Si bien el impacto inicial del cierre se traduciría en una caída del empleo en Avilés, fundamentalmente, los efectos también los sufrirán municipios situados en el área central entre Oviedo y Gijón y algunos otros donde la actividad de las industrias extractivas es importante según informa EFE.
