La Iglesia asturiana inmatriculó el templo en el que se casó Franco

Susana D. Machargo

ASTURIAS

Iglesia de San Juan el Real de Oviedo
Iglesia de San Juan el Real de Oviedo

Inscribió también una capilla construida por vecinos y parte del monasterio de Villanueva de Oscos. El Colegio de Registradores remite al Parlamento un listado de solo dos folios y sin datos concretos

12 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La iglesia parroquial de San Juan el Real, el templo ovetense en el que se casó Francisco Franco con Carmen Polo; la iglesia de Tresali, en Nava, construida con donativos y rifas organizadas por los vecinos; parte del monasterio de Santa María, en Villanueva de Oscos, un bien de interés cultural de gran relevancia; o la capilla de San Juan Bautista, en Cenero (Gijón), un ejemplo de la arquitectura románica del siglo XIII. Estos son solo tres ejemplos, aunque representativos, de los bienes inmatriculados por la Iglesia asturiana, mientras fue legal que pusiera a su nombre propiedades sin tener que mostrar una escritura de propiedad. La investigación abierta por el Grupo de Inmatriculaciones Asturias, con el respaldo de la Junta General del Principado, avanza pero de manera lenta. El Colegio de Registradores ha respondido a la petición de información del Parlamento enviando únicamente dos folios, sin fechas o datos exactos del nuevo titular. El Grupo sabe que el listado está incompleto porque tiene en su poder certificados de algunos registros de la propiedad locales que incluyen inmuebles que el propio colegio ha obviado. Ese es el caso de terrenos, cementerios e iglesias en Siero.

No se va a quedar de brazos cruzados. Ya ha instado a la Comisión de Peticiones y Derechos Fundamentales, que es el organismo de la Junta General que se ha hecho cargo de este asunto, a que reclame al «información completa y veraz sobre los bienes inscritos en los registros de propiedad sin aportar títulos». Eso supone realizar un barrido completo por todo el Principado para aportar un listado completo, en el que aparezcan todos los datos fundamentales, como el número de finca, el código registral, la superficie de las fincas, el área edificada, la fecha de inmatriculación y el titular a cuyo nombre queda hecha la inscripción. Ni uno de estos apartados aparece en los dos folios aportados ahora.

La fecha de referencia es el año 1946. Ese fue el momento en el que comenzaron las inmatriculaciones, aunque una reforma de 1998, del Gobierno Aznar, allanó aún más el camino. El Grupo sabe que es complicado bucear en los archivos hasta 1946 pero no lo es tanto desde 1978, fecha en la que la Constitución establece la aconfesionalidad del estado y los principios de igualdad y seguridad jurídica. Por esa razón, reclama que los registros no se limiten a revisar los últimos 20 años sino, como mínimo, los últimos 40.

Qué contienen esos dos folios

La petición original de datos es del 22 de junio. El Colegio de Registradores de la Propiedad remitió la información a finales de agosto, con su sello oficial y la firma de la decana, Margarita de Carlos. Contiene un total de 26 propiedades repartidas en nueve concejos. Incluye terrenos, ermitas, casas rectorales, cementerios, iglesias y locales. Poco más se especifica.

Uno de los más llamativos es precisamente la iglesia de San Juan el Real, donde se casó Franco y bautizó a su hija Carmen. El templo, situado en el centro de Oviedo, data del año 1912, responde a un estilo neorromántico y cuenta con el título de basílica menor de la Santa Sede, desde el 24 de septiembre de 2014. Se construyó sobre los restos de un edificio románico. Curiosamente, hace solo unos días la Hermandad de Defensores de Oviedo reclamó que los restos del dictador sean enterrados en su suelo, una vez que sean exhumados del Valle de los Caídos. Como ocurre con todas las inmatriculaciones reconocidas por el Colegio de Registradores no ofrece ningún dato más. Ni siquiera puntualiza quién es exactamente el propietario si el Arzobispado de Oviedo, la parroquia o alguna otra entidad eclesiástica.

También llama la atención que la Iglesia asturiana inmatriculara parte del monasterio de Santa María en Villanueva de Oscos, un complejo que es bien de interés cultural desde el año 1998 y que el Principado ha ido comprando por partes. De hecho, todavía le queda una pequeña parte por adquirir. La Administración regional ha cedido su propiedad al ayuntamiento por 50 años, para facilitar el cobro de ayudas con cargo al 1,5% cultural. El edificio se encuentra en muy mal estado de conservación y el Ejecutivo asturiano ha comenzado por renovar la cubierta, con un presupuesto de 700.000 euros. ¿Qué pertenece a la Iglesia? Es difícil de saber si únicamente se tienen los dos folios del Colegio de la Propiedad. Señala que inmatriculó, en una fecha, por determinar la vivienda y la huerta. Lo considera, además, dos propiedades diferentes, con un apunte propio.

El concejo con más bienes inscritos por la Iglesia sin aportar escrituras es Nava. Aparecen fincas, cementerios, capillas e iglesias. Destacan sobre el resto dos. La primera la iglesia parroquial de San Bartolomé, situada justo en el corazón de la villa, y que ha estado sometida a otras polémicas paralela por tener dos placas en homenaje al bando franquista. Es significativo, por otras razones, el templo de Tresali, que justo este verano cumplía 100 años. El actual edificio religioso se levantó en el solar de una antigua capilla en ruinas. La construyeron los propios vecinos, que también consiguieron el dinero. Rifaron una novilla y consiguieron recaudar las 1.240 pesetas con los que empezaron los trabajos. Así lo recordaban este mes de julio, durante su centenario. Ahora ya pertenece oficialmente a la Iglesia. Lo mismo sucede con la capilla de Santa Lucía, en el centro de Ceceda, y rehabilitada recientemente por el propio ayuntamiento.

Gijón suma otras cinco propiedades, dos casas rectorales, en cenero y Roces, una pequeña ermita, un terreno y la iglesia de San Juan Bautista, también en Cenero, la parroquia más grande del concejo. Era una abadía románica del siglo XIII.

Poco más un local en Cudillero, sin ni una referencia más. Un prado en San Martín de Arango, Pravia, también sin datos. Otro terreno en Cangas de Onís, sin más especificaciones.