Sale uno de los cinco mineros encerrados en el pozo Santiago

Carmen Liedo

ASTURIAS

El Ayuntamiento de Aller ha convocado una concentración en las instalaciones de la explotación en apoyo a los cuatro trabajadores de contratas que se mantienen dentro

22 dic 2018 . Actualizado a las 14:27 h.

Tino Díaz, uno de los cinco mineros de contratas que en la madrugada del viernes decidió quedarse junto con otros cuatro compañeros a 400 metros de profundidad en el pozo Santiago, abandonaba en torno a las nueve de la noche de ayer el encierro después de un jornada de mucha tensión y mucha presión. La reivindicación que les llevó a no salir del interior de la explotación después de haber trabajado en el relevo de la noche, y por la que los otros cuatro se mantienen encerrados, es la de entrar a formar parte de la plantilla de Hunosa. Esta petición la pusieron sobre la mesa esta misma semana los sindicatos durante la negociación del plan industrial de la hullera, resultando «innegociable» para SEPI y consiguiendo los representantes sindicales que se les garantizara el trabajo para el personal de las subcontratas a partir del 1 de enero.

En apoyo a los cuatro mineros que se mantienen dentro de la explotación, el Ayuntamiento de Aller ha convocado una concentración ciudadana para las doce y media de hoy en la plaza del propio pozo Santiago. La convocatoria fue aprobada por unanimidad del Pleno en la tarde de ayer y la anunciaba el alcalde, David Moreno Bobela, y otros concejales del consistorio allerano a través de las redes sociales. El regidor explicaba que con esta movilización se quería dar apoyo a los encerrados, así como rechazar «el anuncio de cierre del mayor centro de trabajo de nuestro munipio, el pozo Santiago». Y es que en el preacuerdo alcanzado entre sindicatos y Hunosa en la tarde del jueves, se contempla que sólo quedará abierto para la extracción de «combustible» para abastecer a la térmica de La Pereda el pozo Nicolasa, lo que conlleva el cierre tanto del pozo de Aller como el de Carrio, en Laviana. David Moreno matizaba también que se trata de «una convocatoria institucional, al margen de ideologías, dada la importancia para nuestro concejo», por lo que pedía a sus conciudadanos que acudan «masivamente».

El encierro de los mineros de contratas generó mucha tensión durante toda la jornada de ayer. En el pozo Nicolasa decidieron parar en señal de apoyo a los trabajadores que estaban haciendo fuerza desde el interior del pozo Santiago, mientras que en Carrio los paros fueron mínimos.

Para dar cuenta del principio de acuerdo alcanzado con Hunosa, los sindicatos SOMA-FITAG-UGT y CC OO de Hunosa convocaron sendas asambleas en la Casa del Pueblo y en la Casa de Cultura de Mieres, respectivamente, a las que acudieron unas 200 personas en cada una. Mientras que algunos asistentes a la del SOMA aseguraron que ésta apenas duró 40 minutos y que fue rápida por la propia tensión de la misma, la de CC OO parece que se desarrolló con «total tranquilidad» aunque buena parte de los que acudieron eran trabajadores de contratas, los cuáles se consideran los peor parados en el principio de acuerdo.

A este respecto, el secretario de CC OO de Hunosa, Rubén García, ha querido aclarar que su compromiso con ellos siempre fue que continuarán trabajando en Hunosa el mayor tiempo posible ligados a trabajos de extracción, si se seguía sacando carbón; y a las labores de recuperación de materiales y maquinaria de los pozos que fueran al cierre, así como, posteriormente, en labores de postclausura acordando algún tipo de  prioridad de estos trabajadores en las empresas que se pudieran poner en las cuencas gracias a Sadim Inversiones. «Es decir, que nadie quedará en la calle el 1 de enero», apostilla García, que insiste en que el acuerdo recoge un mínimo de 2 años, sólo en las tareas de clausura y postclausura de Carrio y Aller y después se podrían dedicar, junto con trabajadores de Hunosa a trabajos de recuperación medioambiental en zonas degradadas por la minería donde hay ayudas europeas hasta 2027.

«Cuando ya no entran en Hunosa ni los preferentes absolutos que perdieron un familiar en accidente en la empresa, sabíamos que no entraría ningún otro colectivo», explica el responsable sindical, que añade que «CCOO decidió no meter a los trabajadores en una huelga indefinida sabiendo que no podía garantizar una solución y menos bajo la amenaza que había de rescindir los contratos de las subcontratas que fueran finalizando, como en algunos, en diciembre». Por ello, teniendo en cuenta que este es un plan para la empresa Hunosa y que sin empresa no hay trabajo ni para los de plantilla fija ni para las empresas participadas ni para las  contratas, CCOO asegura que priorizo en este preacuerdo dos temas: «en primer lugar asegurar seguir con la extracción de carbón porque eso nos permitiría asegurar un volumen importante de empleo y, además, proteger a los trabajadores de contratas, como la parte más débil de la amenaza que había sobre su puesto de trabajo el 1 de enero de 2019». Es «el mejor acuerdo posible», insiste Rubén García.