Baches eternos en el tramo León-Benavente: el arreglo finalizará en 2022

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Tramo de la autovía entre León y Benavente
Tramo de la autovía entre León y Benavente Ileon

Fomento licita el contrato de las obras, que tendrán una duración de 38 meses

16 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El pésimo estado del tramo de carretera León-Benavente tiene remedio, pero se tardará aún tres años en poder circular con normalidad. El Ministerio de Fomento ha licitado el contrato de arreglo del firme de la A-66 entre los kilómetros 143,100 al 196,300 por un importe de 10,9 millones de euros. Las obras tendrán una duración de 38 meses por lo que los usuarios tendrán que soportar durante más de tres años una carretera en un estado lamentable.

Los principales problemas de la vía se encuentran en el sentido hacía León. Ahí, la carretera está llena de baches, grietas y un firme en ruinas. Por ello, son muchos los conductores que optan por circular por el carril izquierdo, una práctica que sanciona la Dirección General de Tráfico (DGT). La multa por ese motivo puede alcanzar los 200 euros. La decisión tomada por Fomento fue la de limitar la velocidad a 100 kilómetros por hora en algunos tramos, una medida que no sirve para corregir una situación que pone en peligro a los más de 10.000 usuarios que pasan por esa vía cada día.

Las obras tendrán una duración de 38 meses a partir de la firma del contrato con la empresa que resulte adjudicataria. Hay que tener en cuenta que las ofertas podrán presentarse antes del 17 de abril por lo que las obras empezarían en otoño.

Para la ejecución de las obras se actuará por fases en las que la calzada a reconstruir se cortará al tráfico. Al comienzo y al final de cada tramo en obras se instalarán desvíos debidamente señalizados hacia la calzada izquierda, por la que los vehículos transitarán con doble sentido de circulación. En algunas fases de las obras no se podrá acceder a determinadas localidades desde los enlaces de la A-66, por lo que para estas circunstancias se contará con itinerarios alternativos a través del corredor paralelo de la N-630, todo ello debidamente señalizado.

Las obras se extenderán desde las inmediaciones de León, en el nudo que conecta la AP-66, AP-71 y LE-30, hasta el límite provincial con Zamora. La actuación contempla una rehabilitación del firme mediante la solución de fresado y reposición de la totalidad de las capas de mezcla bituminosa existentes en la calzada en el carril derecho. También se ejecutarán mejoras puntuales del drenaje de la plataforma para dotar al conjunto de la calzada de una continuidad y homogeneidad que regularice la superficie de rodadura. Asimismo, se proyecta la extensión en toda la calzada, incluidos los arcenes, de una mezcla bituminosa de tres centímetros de espesor.