Tres años sin ropa de trabajo: los auxiliares educadores cargan contra la consejería

s.d.m.

ASTURIAS

Muñecos que preparan los auxiliares educadores para su protesta por el recorte horario.Muñecos que preparan los auxiliares educadores para su protesta por el recorte horario
Muñecos que preparan los auxiliares educadores para su protesta por el recorte horario

El colectivo se suma a las quejas de los trabajadores de la estación de Pajares por los enormes retrasos en la entrega de la indumentaria

06 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A los trabajadores de la estación de esquí de Pajares les han salido unos inesperados defensores: los auxiliares educativos. Ambos colectivos dependen de la Consejería de Educación y Deportes y los dos denuncian problemas sistemáticos para conseguir la ropa de trabajo que la administración tiene la obligación de suministrarles. Los de Pajares han iniciado una huelga que ha desatado las críticas del consejero Genaro Alonso. Los auxiliares salen ahora en su defensa. Critican la inoperancia del Gobierno y su decisión de culpabilizar a sus profesionales que defienden sus derecho. En su caso llevan tres años con la misma indumentaria.

Dos batas, un chandal, dos playeros, dos camisetas y un anorak cada dos años. Este es el material que la Consejería de Educación y Deportes tiene darles a los 139 auxiliares educativos que dependen de su departamento. La última remesa tenía que haberse entregado en el primer trimestre de 2017. A fecha de hoy, no han recibido absolutamente nada. No es algo que ocurra por primera vez. En ejercicios pasados, la espera osciló entre doce y 18 meses. La ropa del año 2017, que por convenio tiene que entregarse en el primer trimestre de cada año, se sacó a licitación en noviembre del 17. Ahora mismo, cuentan los trabajadores, hay una ropa tipo en los centros para que vayan a probar las tallas y después pedir cada uno la suya. «El problema es que en diciembre del año pasado la Administración nos envío una documentación donde aparecían los modelos que iban a ser suministrados y ahora mismo lo que envió la empresa a los centros es ropa totalmente distinta de la que la consejería nos indicó a nosotros. Por eso, estamos rechazando hacer petición de tallaje precisamente por eso», cuentan los portavoces del colectivo. Algunos incluso lo han llevado ya a los tribunales.

Nefasta gestión

¿A qué se deben estos retrasos? El colectivo de auxiliares explica que primero se produjo un enorme retraso en el inicio de la licitación del suministro. Luego se acumuló la demora en la ejecución del procedimiento licitador. Es decir, «las causas son única exclusivamente achacables a la nefasta gestión de la propia consejería», argumenta.

Por si todo esto fuera poco, los trabajadores también ponen en tela de juicio las calidades de la ropa suministrada. Aseguran que la calidad es ínfima hasta tal punto que, en muchas ocasiones, es incluso inservible. De ahí que se hayan interpuestos demandas. El precio total del material, según el presupuesto de licitación, no llega a los 50.000 euros.  

«Para nosotros resulta totalmente indignante, que ante un conflicto derivado de la inoperancia e incapacidad de la Consejería para realizar una licitación en tiempo y forma, se intenté culpabilizar a los trabajadores por realizar sus legítimas reclamaciones», explica. Recuerdan, además, su largo historial de desavenencias con Educación, como por ejemplo el intento de recorte de derechos, cuando convirtió todos los puestos de auxiliar educador en puestos a tiempo parcial. El caso se judicializó y el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) dictaminó que esta reestructuración no se ha ajustaba a derecho. La propia consejería presentó un recurso ante el Tribunal Supremo que ni siquiera fue admitido a trámite. 

La plantilla de la estación de Pajares, por su parte, también continúa con la batalla. Tras la huelga del 2 de febrero, tiene más paros convocados a lo largo del mes. Los días elegidos son el 8, 17 y 20 de febrero, es decir, cuatro días del mes, uno de ellos un domingo. La administración pretende facilitar, aunque sea de forma parcial, la ropa a los trabajadores para desconvocar las movilizaciones.