Los investigadores hallan una nueva pista sobre el ataque a Ardines

J. C. G.

ASTURIAS

Vista de la vivienda del concejal asesinado el pasado mes de agosto Javier Ardines.
Vista de la vivienda del concejal asesinado el pasado mes de agosto Javier Ardines. José Luis Cereijido

La UCO detecta restos de gas pimienta, que permitió a los dos sicarios bloquear toda defensa del concejal asesinado

21 feb 2019 . Actualizado a las 20:46 h.

Los dos sicarios presuntamente contratados por Pedro Luis Nieva emplearon un aeosol de gas pimienta contra Javier Ardines en la emboscada que acabó con la muerte del concejal llanisco. Restos hallados en el cuerpo de la víctima y en una de las vallas que se utilizaron para cerrarle el paso permitieron a los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detectar el uso de esta sustancia, que al ser rociada provoca ceguera inmediata, dificultades respiratorias, espasmos, irritación en la piel y tos durante hasta 45 minutos. Su empleo sorpresivo sobre Ardines cuando este se disponía a mover una de las vallas bloqueó toda posibilidad de defensa del concejal, que recibió también al menos un fuerte golpe en la nuca y cuyo cuerpo fue hallado a 70 metros del punto donde se produjo ese primer ataque con síntomas de muerte por asfixia. Además, la inspección del domicilio de uno de los dos ciudadanos argelinos a los que se atribuye la autoría material del crimen, detenido el pasado martes en Erandio (Vizcaya) reveló la presencia de un aerosol del tipo utilizado en la emboscada, aportando una prueba decisiva en la investigación. Se buscan también restos en el Citroën C4 empleado por los atacantes para llegar al lugar del ataque.

El hallazgo de de restos de gas pimienta en el cuerpo de Javier Ardines sugiere una pronta detección por parte de los agentes de la UCO del uso de este método de agresión en el ataque. En cualquier caso, la minuciosa labor del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) sobre el escenario del crimen determinó la presencia inequívoca de una sustancia cuyos efectos pueden llegar a provocar la muerte en algunos casos. No es la hipótesis con la que se trabaja, ya que -a falta de lo que determinen los interrogatorios a punto de concluir en la Comandancia de la Guardia Civil de Llanes- el atestado considera a los dos sicarios autores de la muerte de Ardines, después de haberle impedido toda posibilidad de escapatoria o defensa mediante el uso del aerosol, haberlo golpeado y finalmente, haber acabado con su vida asfixiándolo.