La asociación Biodevas organiza quedadas para limpiar las playas de residuos, como la de los Quebrantos, a la que se unieron 90 personas
24 feb 2019 . Actualizado a las 13:04 h.El término «basuraleza» se refiere a todos los residuos generados por el ser humano y abandonados en la naturaleza afectando su fauna y su flora. Un problema ambiental muy real que pone en riesgo nuestro entorno diariamente. Esta palabra fue acuñada por el proyecto Libera creado por SEO BirdLife en alianza con Ecoembes para concienciar de esta situación. Un término, que por suerte cada vez más personas conocen, pero que por desgracia aún sigue muy vigente debido a la cantidad de residuos en los entornos naturales. La asociación Biodevas, creada por un grupo de jóvenes para concienciar a la ciudadanía de las problemáticas ambientales, es muy consciente de esta situación y por eso se ha propuesto realizar diferentes quedadas los fines de semana para limpiar las playas asturianas. Con su mensaje quieren dejar muy clara su intención: Ellos no son los encargados de la limpieza, pero quieren dar visibilidad a este problema para que algún día estas acciones no sean necesarias.
La comparativa de sus inicios en 2017, cuando se propusieron retirar los residuos de la playa de Xagó y contaron con 15 personas es esperanzadora, ya que hoy en día la concienciación sobre esta problemática es mucho mayor. El pasado 17 de febrero 90 voluntarios se presentaron en la playa de los Quebrantos con ilusión y ganas de apoyar esta causa. Si bien es verdad, la asociación ha ganado más peso en los últimos años, así como la ayuda del boca a boca, proporcionado por diferentes blogueros y empresas que colaboran con ellos. Una de ella es la bloguera ecoturista The Wandering S, a la que Biodevas quiso agradecer su ayuda y difusión, tanto en redes sociales como en la misma playa.
Pero por supuesto no todo es de color de rosa. La «basuraleza» puebla la preciosa costa de Soto del Barco, así como la de otros lugares. En apróximadamente dos horas se recogieron entre dos y tres toneladas de basura. Entre sus residuos más comunes, envases de bebida que la gente tira, productos de limpieza y redes de pescar que llegan del mar, así como las colillas, complicadas de encontrar al ser enterradas tras el consumo del cigarrillo. «Sobretodo en verano, cuando la gente se cree que la arena es su cenicero», apunta Tarik Vázquez, presidente de Biodevas. El mismo cuenta que se han llegado a encontrar desperdicios tan dispares como sorprendentes: «Me causó mucha impresión la primera vez que vi tirados elementos tóxicos como jeringuillas. Hay veces incluso que vemos envases koreanos que han llegado a nuestras costas arrastrados por la corriente». ¿El foco del problema? En la mayoría de los casos: los ríos. «Hay una gran problemática de gestión de residuos en los ríos que no son limpiados ni saneados adecuadamente», denuncia Vázquez y añade que aunque la gente se va concienciando poco a poco, aún queda mucho por hacer. «En los pueblos, por ejemplo, aún hay asignaturas pendientes, como que los váteres no son una papelera», afirma tras ser preguntado por el problema de los bastoncillos de los oídos que son arrojados al inodoro, uno de los grandes problemas que alertan los ecologistas.
Pero, tal y como él afirma, la limpieza de las playas no es su lucha, a pesar de que se realicen estos eventos de recogida. La concienciación y la visibilidad de este y otros problemas medioambientales son sus armas para enfrentarlos, por eso, antes de proceder a la retirada de los desperdicios, Tarik da una charla a los asistentes, que cada vez son más y están más motivados.
Asociación Biodevas
En 2017 un grupo de jóvenes descontentos con la gestión ambiental de los concejos y el Principado, así como la poca preocupación por parte de la ciudadanía en estos temas crea la asociación. Está formada por 17 socios entre 18 y 30 años, así como 50 personas afines que luchan por eliminar los problemas de raíz. Por eso, en la actualidad están montando la plataforma de residuos cero en Asturias, un movimiento que quiere atacar el problema de los residuos desde el inicio. Es decir, que antes de tirar se piense en cómo dar una segunda vida a esa basura, reutilizándola y utilizando la economía circular, que puede ser tan beneficiosa para el medio ambiente como para la producción en las empresas. «Podría crear muchos puestos de trabajo, tan necesarios hoy en día para los jóvenes. Nuestra sociedad es un compro y tiro constante, cuando todo cambiaría si nos mentalizásemos de que antes de reciclar hay que reutilizar», concluye Tarik.