Los docentes asturianos de Griego se rebelan contra la EBAU: no la aprobarían ni universitarios

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

La EBAU da comienzo en Asturias
La EBAU da comienzo en Asturias

El colectivo Céfiro recoge firmas para enviar una carta de protesta a la coordinación de esta materia y a la vicerrectora de estudiantes

24 jun 2019 . Actualizado a las 13:59 h.

«Ha nacido una nueva categoría de héroe/heroina. Esa audaz alumna de Griego de 2ª de Bachillerato que se obstina en aprender una lengua condenada a la desaparición por una sociedad hostil. Una alumna, porque son mayoría de chicas, que ve perpleja cómo quien debía defenderla y apoyar a los poquitos que tienen el valor de ir contra la opinión general la castiga con exámenes imposibles. Donde se supone que debe haber sabiduría y magisterio sólo hay soberbia y prepotencia». Este no es el comentario de un indocumentado. Se trata de la reproducción literal del mensaje de un profesor asturiano de Griego sorprendido por el exigente examen de la EBAU del mes de junio, por segundo año consecutivo. Los docentes de esta materia han comenzado una campaña de recogida de firmas con la intención de denunciar el elevado nivel de dificultad de esta materia. Consideran que la prueba exige conocimientos universitarios y no de Bachillerato. Su intención consiste en enviar una carta de protesta a la coordinación de esta materia y a la vicerrectora de estudiantes. El movimiento está liderado por el colectivo Céfiro, que es la Asociación Asturiana de Profesores de Latín y Griego. 

El problema radica básicamente en una de las dos opciones presentadas en la EBAU de junio, en concreto, la opción A. De ella se quejan los docentes que imparten clases en Bachillerato, que son los encargados de preparar a los alumnos que tienen que superarla. Creen que los enunciados están redactados de manera confusa, por lo que juega al despiste con los estudiantes y contribuye a que buenos alumnos se hagan un lío sobre qué tienen que responder. Algunos indican que hay incluso errores en los enunciados. «No voy a entrar en si el nivel es adecuado o no, si la construcción personal de infinitivo y el optativo son excesivos o en qué se hace en otras comunidades autónomas. Se puede exigir todo lo que está en el temario, pero por favor, sin errores. Dos años tratando de inculcar en nuestros alumnos exactitud y rigor, ¿y después ver esto?», se queja un profesor.

Los docentes aseguran que existe un auténtico desfase entre los modelos de examen colgados en la web y los que después se están poniendo. Denuncian que no es algo nuevo de la edición de 2019. Algunos ya plantearon este tema incluso en las reuniones de coordinación previas, que se celebran todos los cursos. El examen es más difícil que el modelo y mucho más que el que se elabora en otras comunidades. Citan como ejemplo los de Extremadura o Navarra. «La EBAU de Griego la más absurdamente difícil de España. No hay el menor rastro de equidad en estos exámenes». señala un especialista. 

No quieren que se regale el aprobado a sus alumnos pero sí que se les permita demostrar sus conocimientos. Por esa razón, algunos de los que participan en el debate abierto por Céfiro explican que es mejor elaborar una prueba asequible, que los alumnos puedan hacer, y después tener una corrección exigente. Porque lo que ahora tienen es «un examen imposible y luego se suben las notas en la corrección».

Dicen del examen que es un disparate, un despropósito, una tropelía, inasequible, ... Son solo algunos de los términos que utilizan para referirse a las opciones los profesores, algunos con más de dos décadas de experiencia en las aulas. Consideran que hay una auténtica barrera entre los que se enseña en las aulas de Bachillerato y el modo en el que se está elaborando los exámenes, por lo que el foco del problema puede encontrarse en la coordinación de la materia en la EBAU. «¿Tan lejos están esos profesores coordinadores de lo que un chaval de Bachillerato ha podido aprender en dos cursos de Griego? ¿De verdad?», se preguntan.

 «El resultado es un alumnado desmoralizado y al que tenemos que convencer para que estudie griego a pesar de todo», dice otro afectado. Muy pocos alumnos se decantan por Griego y este elevado nivel de exigencia en la prueba de acceso a la Universidad no les ayuda en nada. Los profesores ven como héroes a sus estudiantes, unos pocos que se atreven a ir contra la corriente general y que encima son castigados de manera extra. «Yo creo que directamente podríamos pedir que desaparezca la especialidad de Clásicas en la Facultad de Oviedo: ¿para qué necesitan estudiar cinco años lo que nosotros podemos enseñarles en dos?», iroiniza un docente.

Toda esta polémica se desata precisamente en un año en el que estudiantes de toda España reclaman una prueba única común a todas las universidades, ya que consideran que existen diferentes niveles de dificultad en función de la materia y de los territorios. En el caso del Principado, hasta ahora las quejas se centraban en el inabarcable temario de Historia. Ahora se suma la elevada exigencia de Griego.